Estados Unidos recupera m¨¢s de 3.000 millones de euros en bitcoins robados por un ¡®hacker¡¯ hace seis a?os
Un matrimonio ha sido detenido en Manhattan por el hurto sufrido por la plataforma Bitfinex en 2016, que en un principio fue de 58 millones pero aument¨® de tama?o por la revalorizaci¨®n de la criptomoneda
El bitcoin lleva a?os alimentando sue?os de riqueza r¨¢pida, declaraciones de independencia monetaria y regulaciones cada vez m¨¢s estrictas. Pero como casi todo lo que ayuda a conseguir una abultada cuenta corriente, tambi¨¦n est¨¢ en el punto de mira de los delincuentes. Unas veces por medio de conexiones ilegales al sistema el¨¦ctrico para llevar a cabo el minado de la divisa, muy necesitado de energ¨ªa. Otras, con delitos mu...
El bitcoin lleva a?os alimentando sue?os de riqueza r¨¢pida, declaraciones de independencia monetaria y regulaciones cada vez m¨¢s estrictas. Pero como casi todo lo que ayuda a conseguir una abultada cuenta corriente, tambi¨¦n est¨¢ en el punto de mira de los delincuentes. Unas veces por medio de conexiones ilegales al sistema el¨¦ctrico para llevar a cabo el minado de la divisa, muy necesitado de energ¨ªa. Otras, con delitos mucho m¨¢s serios. A esta ¨²ltima categor¨ªa pertenece el ¨²ltimo golpe propinado a los criminales por las autoridades estadounidenses. El Departamento de Justicia anunci¨® este martes que ha recuperado 3.600 millones de d¨®lares ¡ªunos 3.150 millones de euros¡ª en bitcoins robados en 2016 a la plataforma Bitfinex. La magnitud del bot¨ªn no tiene precedentes: se trata de la mayor incautaci¨®n financiera que ha llevado a cabo el organismo en toda su historia.
Un matrimonio neoyorquino, el formado por Ilya Lichtenstein, de 34 a?os, y su esposa, Heather Morgan, de 31, son los ¨²nicos arrestados. La polic¨ªa los detuvo en Manhattan en la ma?ana del martes, y los acusa de tratar de lavar los 119.754 bitcoins robados en 2016 a la plataforma Bitfinex, con sede en Hong Kong, cuando un pirata inform¨¢tico viol¨® sus sistemas de seguridad y realiz¨® 2.000 transacciones sin autorizaci¨®n para enviar los bitcoins a una billetera digital controlada por Lichtenstein.
Desde entonces, la pareja fue traspasando poco a poco los bitcoins a algunas de sus cuentas, para poder as¨ª tener el dinero a su disposici¨®n. Pero el robo inicial creci¨® a lomos de la cotizaci¨®n disparada del bitcoin: cuando se cometi¨® el hurto, sus criptomonedas val¨ªan 58 millones de euros, y hoy rondan los 4.000 millones. Trat¨¢ndose de cantidades tan grandes, buscaron ser cautos y no transferirlo todo de golpe: enviaron unos 25.000 bitcoins en los ¨²ltimos cinco a?os.
Pero los intentos por no llamar la atenci¨®n resultaron en vano. La justicia autoriz¨® a los agentes especiales de la unidad de delitos cibern¨¦ticos a entrar en varias cuentas de Lichtenstein y Morgan, y all¨ª encontraron archivos con las claves privadas para acceder a la billetera digital donde almacenaban lo robado. La polic¨ªa recuper¨® as¨ª unos 94.000 bitcoins, valorados en los mencionados 3.150 millones de euros en el momento de la incautaci¨®n. Y no ha concretado lo sucedido con los 25.000 bitcoins restantes que hab¨ªan sido enviados a otras cuentas.
¡°Las criptomonedas no son un refugio seguro para los delincuentes¡±, celebr¨® la fiscal general adjunta Lisa O. Monaco, en un comunicado. ¡°En un esfuerzo in¨²til por mantener el anonimato digital, los acusados lavaron los fondos robados a trav¨¦s de un laberinto de transacciones en criptomonedas. Gracias al trabajo meticuloso de las fuerzas del orden p¨²blico, el departamento demostr¨® una vez m¨¢s c¨®mo puede y seguir¨¢ el rastro del dinero, sin importar la forma que adopte¡±, advirti¨®.
La justicia estadounidense no quiere que la opacidad y la complejidad de la operativa con criptomonedas permita a los delincuentes moverse por ese universo como por un salvaje Oeste donde todo vale. Seg¨²n las autoridades, Lichtenstein y Morgan emplearon diversas t¨¦cnicas altamente sofisticadas, incluido el uso de identidades ficticias en algunas de sus cuentas online, la utilizaci¨®n de programas inform¨¢ticos para automatizar transacciones ¡ªuna t¨¦cnica de lavado que permite que se realicen muchas transacciones en un corto per¨ªodo de tiempo¡ª, y depositar los fondos robados en cuentas de varias casas de cambio virtuales y mercados del Internet oscuro para luego retirar los fondos, lo que dificulta seguir el rastro del historial de transacciones.
Afrontan 25 a?os de pena m¨¢xima
¡°Los delincuentes siempre dejan huellas, y el caso de hoy es un recordatorio de que el FBI tiene las herramientas para seguir el rastro digital, donde sea que conduzca¡±, apunt¨® el subdirector del FBI, Paul M. Abbate. La trazabilidad del bitcoin es precisamente una de las cualidades m¨¢s alabadas por sus defensores. En este caso, ha sido ¨²til para arrebatar al matrimonio de malhechores una fortuna inmensa que ha ido creciendo con el tiempo hasta unas dimensiones que en Espa?a les situar¨ªa, si fueran una ¨²nica persona, entre las cinco m¨¢s ricas de todo el pa¨ªs.
La ilusi¨®n de que podr¨ªan contar con ese dinero impunemente, sin embargo, ha llegado a su fin seis a?os despu¨¦s. Y ahora se enfrentan a una larga condena. Lichtenstein y Morgan est¨¢n acusados de conspiraci¨®n para cometer lavado de dinero, que conlleva una pena m¨¢xima de 20 a?os de prisi¨®n, y conspiraci¨®n para defraudar a Estados Unidos, que implica un m¨¢ximo de cinco a?os de c¨¢rcel.