?Por qu¨¦ Marta Ortega no es un referente en las redes sociales?
La mujer empresaria est¨¢ infrarrepresentada en la conversaci¨®n digital: solo uno de cada cuatro mensajes es o hace referencia a ella, seg¨²n un estudio de LLYC
Invisibles. As¨ª han sido las mujeres durante muchos siglos a los ojos de la sociedad. Y as¨ª lo siguen siendo en diferentes ¨¢mbitos. En la conversaci¨®n digital, las empresarias pr¨¢cticamente no existen. Para encontrar un mensaje de una mujer directiva en Espa?a, hay que leer 200, explica Luisa Garc¨ªa, directora general para Europa de LLYC. La infrarrepresentaci¨®n femenina en las redes sociales es una realidad que la agencia de comunicaci¨®n ha contrastado a trav¨¦s del estudio Mujeres l¨ªderes en el umbral de la visibilidad, elaborado mediante el seguimiento de 11,5 millones de mensajes en ...
Invisibles. As¨ª han sido las mujeres durante muchos siglos a los ojos de la sociedad. Y as¨ª lo siguen siendo en diferentes ¨¢mbitos. En la conversaci¨®n digital, las empresarias pr¨¢cticamente no existen. Para encontrar un mensaje de una mujer directiva en Espa?a, hay que leer 200, explica Luisa Garc¨ªa, directora general para Europa de LLYC. La infrarrepresentaci¨®n femenina en las redes sociales es una realidad que la agencia de comunicaci¨®n ha contrastado a trav¨¦s del estudio Mujeres l¨ªderes en el umbral de la visibilidad, elaborado mediante el seguimiento de 11,5 millones de mensajes en Twitter en el ¨²ltimo a?o de la misma proporci¨®n de hombres y mujeres pol¨ªticos, empresarios y periodistas en 12 pa¨ªses (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Espa?a, Estados Unidos, M¨¦xico, Panam¨¢, Per¨², Portugal y Rep¨²blica Dominicana). La conclusi¨®n es clara: las referentes femeninas son mucho menos citadas que los referentes masculinos; solo 1 de cada 4 mensajes (25,76%) hace referencia o es sobre ellas.
El 70% del total de la conversaci¨®n analizada versa sobre pol¨ªticos y pol¨ªticas, el 26% sobre referentes en la empresa privada y el 3% restante sobre periodistas. La politizaci¨®n alcanza m¨¢ximos en pa¨ªses como Argentina, Brasil, Espa?a o Portugal donde, la proporci¨®n de l¨ªderes empresariales no llega al 3%. ?nicamente un mensaje de cada 100 hace referencia a mujeres en el mundo empresarial. ¡°Y eso que no medimos el total de la conversaci¨®n, en la que participan menos mujeres que hombres, sino una representaci¨®n paritaria de ambos, que deber¨ªa arrojar mejores resultados¡±, advierte Luisa Garc¨ªa, para quien esta invisibilidad resulta muy preocupante, pues se trata de un acelerador de la equidad porque normaliza la presencia de mujeres en todos los sectores y disciplinas, facilita referentes para nuevas generaciones, promueve modelos de ¨¦xito y liderazgo diversos e impulsa la carrera profesional de las mujeres. ¡°Si queremos acelerar la igualdad de g¨¦nero, tenemos que reforzar urgentemente la visibilidad en las redes sociales¡±, aprecia.
Las razones que justifican la falta de presencia y la menor actividad digital de las mujeres son diversas. Existe una brecha de autopromoci¨®n, una gran diferencia entre los esfuerzos que realizan las mujeres respecto a los varones por poner en valor sus logros, darse a conocer y hacer que los dem¨¢s se interesen por sus perfiles profesionales que Harvard Business Review cuantifica en el 33%. Adem¨¢s, para muchas f¨¦minas las acciones de marketing generan el efecto contrario al deseado: temen ser penalizadas en sus carreras si se promocionan y, al mismo tiempo, son conscientes de que no hacerlo tambi¨¦n genera consecuencias negativas en sus trayectorias. ¡°Por el contrario, ellos, por los mismos comportamientos y atributos, son aplaudidos¡±, se?ala el estudio. El menor tiempo de que disponen muchas profesionales debido a su mayor dedicaci¨®n a los cuidados familiares es otra de las causas, pues no consideran inherentes al puesto de trabajo las actividades de promoci¨®n. Adem¨¢s, la violencia que se ejerce contra las mujeres en las redes sociales es otro ¡°claro desmotivador¡± para impulsar su presencia en ellas.
?Qu¨¦ ve una mujer joven, activa en redes sociales y que aspira, alg¨²n d¨ªa, a dirigir una compa?¨ªa?, se pregunta LLYC: ¡°La imagen de un hombre haci¨¦ndolo¡±, responde. La mayor¨ªa de la conversaci¨®n sobre las empresarias espa?olas se genera sin que ellas est¨¦n presentes. ¡°Estar¨ªa bien que mujeres como Marta Ortega, que en breve ocupar¨¢ la presidencia de Inditex, estuvieran m¨¢s presentes en las redes. Ser¨ªa un referente¡±, sostiene Luisa Garc¨ªa.
La consultora de comunicaci¨®n tambi¨¦n ha constatado, tras analizar los millones de comentarios en Twitter, que las empresarias son doblemente criticadas, tanto por ser ambiciosas como por mostrarse emp¨¢ticas y vulnerables. Adem¨¢s, a las mujeres les cuesta mucho conseguir una identidad propia en las redes sociales, indica la directiva de LLYC, pues el 25% de las menciones que reciben en Espa?a est¨¢n relacionadas con ser ¡°la mujer de¡± o ¡°la hija de¡±, cosa que a los hombres no les sucede. S¨ª lo han conseguido ejecutivas como Ana Bot¨ªn, al frente del Banco Santander, con un equipo de trabajo que la ayuda. Y, en el ¨¢mbito pol¨ªtico, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda D¨ªaz, que tambi¨¦n tiene un equipo de apoyo.
Entre las cuestiones positivas resultantes del estudio, la consultora destaca que el nivel de violencia, insultos y acoso contra las protagonistas femeninas es inferior al que pensaba. Se nota el esfuerzo por moderar la conversaci¨®n que se est¨¢ haciendo en las redes sociales, dice. Y respecto a la sexualizaci¨®n, tambi¨¦n es menos abundante de la que cab¨ªa imaginar. Las cr¨ªticas negativas respecto a la imagen son superiores en los hombres, salvo en el caso de las empresarias. Adem¨¢s, ellas reciben el doble de muestras de afecto que ellos.
LLYC aporta una serie de recomendaciones b¨¢sicas para que las empresarias se lancen al ruedo de las redes sociales: la primera es introducir en la agenda de trabajo esta actividad como una m¨¢s de la jornada laboral y convencerse de que est¨¢ sobredimensionado el miedo a equivocarse; para ello hay que encontrar un relato propio que aporte a la conversaci¨®n digital, mostrar autenticidad, no entrar en discusiones y no preocuparse por los trolls.