Redoble de tambores
Ll¨¢mese pacto de rentas o no, debe cerrarse un acuerdo con el mayor consenso social y pol¨ªtico posible que idealmente vaya m¨¢s all¨¢ de 2022
Hemos conocido en plena Semana Santa los preocupantes datos de inflaci¨®n de marzo de Estados Unidos y Espa?a. Han sonado como un redoble de tambores, o, peor, como una tamborrada. En ambos casos, se ha vuelto a niveles no vistos desde los ochenta. El dato estadounidense muestra una inflaci¨®n m¨¢s all¨¢ del encarecimiento de la energ¨ªa. All¨ª, la inflaci¨®n subyacente ¡ªexcluida energ¨ªa y alimentos¡ª ...
Hemos conocido en plena Semana Santa los preocupantes datos de inflaci¨®n de marzo de Estados Unidos y Espa?a. Han sonado como un redoble de tambores, o, peor, como una tamborrada. En ambos casos, se ha vuelto a niveles no vistos desde los ochenta. El dato estadounidense muestra una inflaci¨®n m¨¢s all¨¢ del encarecimiento de la energ¨ªa. All¨ª, la inflaci¨®n subyacente ¡ªexcluida energ¨ªa y alimentos¡ª ha alcanzado el 6,5%, y refleja las presiones en precios de una econom¨ªa con cierto ¡°sobrecalentamiento¡±, con un mercado de trabajo en pleno empleo y subidas salariales significativas, las mayores en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Ante este panorama, el mercado descuenta dos subidas consecutivas de tipos del 0,5% en mayo y junio. El gran interrogante es si intentar enfriar un poco la econom¨ªa norteamericana para controlar la inflaci¨®n no supondr¨¢ un frenazo para la recuperaci¨®n.
El dato espa?ol (9,8% en marzo), siendo muy preocupante, a¨²n refleja en lo fundamental el impacto del encarecimiento de energ¨ªa, transporte y tensiones de suministro. La subyacente se situ¨® en el 3,4% que, aunque vuelve a subir, a¨²n no muestra intensamente ¡°efectos de segunda ronda¡± que podr¨ªan suponer las subidas salariales y de otros costes de producci¨®n, si al final comenzaran a dispararse como respuesta a la actual inflaci¨®n. Con peores efectos porque, adem¨¢s, la econom¨ªa espa?ola est¨¢ lejos del pleno empleo. Cada vez parece m¨¢s acuciante la necesidad de reducir la incertidumbre sobre la evoluci¨®n de las rentas (salarios, beneficios, alquileres) en este contexto inflacionario. Ll¨¢mese pacto de rentas o no, pero el acuerdo debe cerrarse con el mayor consenso social y pol¨ªtico posible e idealmente con un horizonte temporal que vaya m¨¢s all¨¢ de 2022. Parece que un crecimiento de precios por encima del 5% ¡ªpor lo tanto, bien lejos del objetivo de bancos centrales, que es en torno al 2%¡ª est¨¢ aqu¨ª para quedarse un tiempo.
Ese acuerdo sobre remuneraciones debe repartir la carga lo m¨¢s ampliamente posible, sin apenas posibilidad de blindar ciertas rentas ante la p¨¦rdida de poder adquisitivo, ese empobrecimiento real que hemos tenido con la actual factura energ¨¦tica, basada en gran parte en importaciones. Est¨¢ por ver el impacto del subsidio a la gasolina y el nuevo c¨¢lculo del precio de la luz y si logran al menos parte de sus objetivos y contribuyen a bajar la inflaci¨®n. Es necesario enfatizar la necesidad de ahorro energ¨¦tico con la mayor empat¨ªa posible, que permitiera reducir algo la demanda y aliviar la presi¨®n alcista de los precios energ¨¦ticos. Pura ley de oferta y demanda. Tambi¨¦n es imprescindible redoblar la apuesta por un mix energ¨¦tico con mucho mayor peso de las renovables.
Se est¨¢ tiempo de evitar los principales ¡°efectos de segunda ronda¡± que prolongar¨ªan ¡ªy agravar¨ªan¡ª la inflaci¨®n que tanto da?o har¨ªa a la recuperaci¨®n econ¨®mica espa?ola tras la pandemia. No olvidemos que, en breve, notaremos m¨¢s la presi¨®n de la retirada de est¨ªmulos monetarios del BCE, lo que tampoco ayudar¨¢ a mantener cierto vigor en la recuperaci¨®n.