Google accede a pagar 118 millones de d¨®lares para zanjar una demanda por discriminaci¨®n de g¨¦nero
El acuerdo afecta a m¨¢s de 15.000 extrabajadoras que denunciaron cobrar menos que sus colegas varones y ser empleadas en rangos inferiores a los de estos
Ambiente desenfadado, futbolines, sof¨¢s para echar una cabezada, billares y el buen rollo inherente a una plantilla muy joven. El imaginario colectivo sobre las condiciones de trabajo en las grandes tecnol¨®gicas siempre ha arrojado est¨ªmulos y ventajas, pero la realidad no siempre resulta tan apetecible. Google ha accedido a pagar 118 millones de d¨®lares para zanjar una demanda colectiva por discriminaci¨®n salarial y profesional contra miles de empleadas. La empresa tambi¨¦n acepta una evaluaci¨®n externa de sus pr¨¢cticas de contrataci¨®n y remuneraci¨®n. La igualdad, al igual que la inclusividad ...
Ambiente desenfadado, futbolines, sof¨¢s para echar una cabezada, billares y el buen rollo inherente a una plantilla muy joven. El imaginario colectivo sobre las condiciones de trabajo en las grandes tecnol¨®gicas siempre ha arrojado est¨ªmulos y ventajas, pero la realidad no siempre resulta tan apetecible. Google ha accedido a pagar 118 millones de d¨®lares para zanjar una demanda colectiva por discriminaci¨®n salarial y profesional contra miles de empleadas. La empresa tambi¨¦n acepta una evaluaci¨®n externa de sus pr¨¢cticas de contrataci¨®n y remuneraci¨®n. La igualdad, al igual que la inclusividad un mantra habitual en las cinco grandes (Big Five, como se las llama en EE UU: Apple, Amazon, Google, Meta y Microsoft), ten¨ªa por lo visto en este caso m¨¢s de pantalla que de realidad. Las tecnol¨®gicas han sufrido este lunes un considerable batacazo en Wall Street, arrastradas por ca¨ªdas generalizadas que en el caso del ¨ªndice Nasdaq ha llegado al 4,68%.
El acuerdo, que debe ser aprobado por un juez, afecta a unas 15.500 empleadas de Google en California que ocuparon m¨¢s de 200 puestos de trabajo desde septiembre de 2013. La demanda fue presentada en 2017 en un tribunal de San Francisco por extrabajadoras por considerar que el motor de b¨²squeda pagaba menos a las mujeres que a los hombres en puestos equivalentes, y las rebajaba a rangos inferiores a los de colegas varones con similar experiencia y preparaci¨®n.
Aunque Google ¡°niega todas las alegaciones de la demanda y asegura haber cumplido fielmente todas las leyes, normas y reglamentos aplicables en todo momento¡±, empresa y demandantes optaron por una soluci¨®n negociada para ¡°evitar las costas del procedimiento¡±, seg¨²n reza el texto del acuerdo, al que ha tenido acceso la agencia France Presse. La compa?¨ªa es una subsidiaria de la empresa matriz, Alphabet.
El buscador ya hab¨ªa acordado en 2021 pagar 3,8 millones de d¨®lares al Departamento de Trabajo de Estados Unidos tras ser acusado de discriminar a mujeres y asi¨¢ticos. La mayor parte de la millonaria reparaci¨®n se destin¨® a compensar a 2.565 mujeres contratadas como ingenieras, as¨ª como a otros 3.000 candidatos, entre mujeres y asi¨¢ticos, que no hab¨ªan sido contratados por la empresa para puestos similares.
Como en el presente caso, Google neg¨® haber quebrantado la ley, aunque luego admiti¨® que hab¨ªa detectado la existencia de casos de discriminaci¨®n durante un an¨¢lisis interno rutinario y que aceptaba pagar esa cantidad, como borr¨®n y cuenta nueva. Un prop¨®sito de enmienda que no lleg¨® a sustanciarse, a juzgar por el acuerdo conocido este lunes.
Google no es la ¨²nica de las grandes tecnol¨®gicas que se ve en el disparadero por pr¨¢cticas poco ejemplares, cuando el discurso acerca de la responsabilidad social corporativa y la cultura de la inclusi¨®n y la igualdad calan de manera cada vez m¨¢s evidente en el tejido empresarial estadounidense. En octubre, Tesla, la firma fabricante de coches el¨¦ctricos fundada por Elon Musk, fue condenada a pagar 137 millones de d¨®lares a un exempleado por discriminaci¨®n racial. Los hechos sucedieron entre 2015 y 2016 en su planta de Fremont (California). Al conocer el fallo judicial, la compa?¨ªa reconoci¨® que el ambiente de trabajo en la f¨¢brica no era perfecto, pero que eso no justificaba una sentencia tan gravosa.
Tesla, al igual que Amazon, se ha visto repetidamente en la diana de las cr¨ªticas durante la pandemia, especialmente en su fase inicial, por proporcionar escasas garant¨ªas de seguridad frente al virus a la plantilla. Este fue uno de los motivos arg¨¹idos por los trabajadores de Amazon -el segundo empleador del pa¨ªs en el sector privado- para organizarse sindicalmente. Las condiciones de trabajo de los empleados tambi¨¦n han sacado los colores al gigante del comercio electr¨®nico.
?Un sistema inform¨¢tico capaz de sentir?
Lo cierto es que las tecnol¨®gicas no dejan de proporcionar titulares. Adem¨¢s de desembolsar la indemnizaci¨®n millonaria, Google ha suspendido de empleo y sueldo a uno de sus ingenieros despu¨¦s de que este divulgase que un programa de inteligencia artificial (IA) es capaz de albergar sentimientos. La tecnol¨®gica ha apartado al profesional, un s¨¦nior, poco despu¨¦s de que este revelase su particular experiencia al interactuar con un nuevo sistema de IA llamado LaMda, en sus siglas inglesas. Seg¨²n el trabajador represaliado, en un momento de la conversaci¨®n, el sistema asegur¨® tener sentimientos que no pod¨ªa expresar. ¡°Siento como si estuviera cayendo en un futuro desconocido que implica un gran peligro¡±, dice el ingeniero que le dijo el sistema.
Google confirm¨® que sus programas imitan modelos de conversaci¨®n pero asegur¨® que carecen de consciencia. Seg¨²n el diario The New York Times, que ha informado este lunes del desencuentro entre empresa y trabajador, el profesional entreg¨® a un senador poco antes de ser apartado pruebas de que la tecnol¨®gica y sus sistemas incurren en discriminaci¨®n religiosa. Del peregrino episodio podr¨ªa salir otra demanda millonaria o, qui¨¦n sabe, un taquillero guion de Hollywood.
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