Los precios no bajar¨¢n de golpe
La ca¨ªda de la actividad comenzaremos a verla en algunos indicadores en las pr¨®ximas semanas en Espa?a y en muchos otros lugares
Los precios continuaron por las nubes en agosto, seg¨²n la estimaci¨®n preliminar ofrecida este martes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. No importa demasiado que la tasa interanual (10,4%) sea cuatro d¨¦cimas m¨¢s reducida que la de julio. Se precisan bajadas bastante m¨¢s acusadas para reducir la presi¨®n. El problema no es s¨®lo energ¨¦tico. La inflaci¨®n subyacente (sin energ¨ªa ni alimentos no elaborados) subi¨® al 6,4% en agosto desde el 6,1% de julio.
En el cent...
Los precios continuaron por las nubes en agosto, seg¨²n la estimaci¨®n preliminar ofrecida este martes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. No importa demasiado que la tasa interanual (10,4%) sea cuatro d¨¦cimas m¨¢s reducida que la de julio. Se precisan bajadas bastante m¨¢s acusadas para reducir la presi¨®n. El problema no es s¨®lo energ¨¦tico. La inflaci¨®n subyacente (sin energ¨ªa ni alimentos no elaborados) subi¨® al 6,4% en agosto desde el 6,1% de julio.
En el centro del debate, aun as¨ª, sigue lo energ¨¦tico, pero Espa?a parece ir por algo de mejor camino que en meses anteriores. Sobre todo, en comparaci¨®n con una Europa que teme a problemas de provisi¨®n en invierno. Y, ya se sabe, el miedo es amigo de la inflaci¨®n, la alienta. Apurados est¨¢n en Bruselas por buscar alguna estrategia de consenso. Rusia parece esperar al invierno para mostrar toda su fuerza.
Puede que el verano espa?ol haya sido confuso con este panorama, dado que el bullicio tur¨ªstico no parece compatible con una situaci¨®n de tensi¨®n en los precios. Aun as¨ª, es dif¨ªcil comprar algunas historias que circulan. Esas que sugieren que hemos sido irresponsables y echado el resto por unas vacaciones excesivamente anheladas. Que critican que hemos sido inconscientes y llegaremos al invierno con muchas menos posibilidades de gasto. Est¨¢ por ver. Lo ¨²nico que muestran los datos es que se han retomado niveles de 2019 en algunas cosas y en otras no tanto. Eso rezuma normalidad. Tanto en Espa?a como en otros pa¨ªses, como Estados Unidos, se ha observado una diferencia entre expectativas pesimistas y elevado gasto, algo que parece explicarse porque se ha juntado la recuperaci¨®n de un shock (la pandemia) con la llegada de otro (inflaci¨®n elevada). Esto no es f¨¢cil de explicar con un manual convencional de macroeconom¨ªa en la mano.
Lo que s¨ª parece que suceder¨¢ es que la persistencia de precios elevados y la ca¨ªda de expectativas empresariales y del consumidor se acabar¨¢ notando. El oto?o ser¨¢ m¨¢s mustio y, aun as¨ª, los precios no bajar¨¢n de golpe. La ca¨ªda de la actividad comenzaremos a verla en algunos indicadores en las pr¨®ximas semanas en Espa?a y en muchos otros lugares. Al parecer, ya se apreci¨® en algunos sectores en agosto. Los pedidos industriales se redujeron y poco a poco lo hacen las previsiones de venta de muchas empresas espa?olas. La inflaci¨®n no bajar¨¢ de golpe, no ser¨¢ f¨¢cil.
La posici¨®n europea, ahora mismo no demasiado cohesionada, ser¨¢ crucial. En Espa?a ahora los precios de la energ¨ªa siguen siendo muy elevados, pero menos que en otros pa¨ªses vecinos. Parecen funcionar, al menos parcialmente, algunas medidas. Nuestro pa¨ªs comenz¨® el verano por encima de la media de la eurozona en tasas de inflaci¨®n. La parte de presi¨®n energ¨¦tica va remitiendo, pero en oto?o e invierno habr¨¢ que estar muy atentos al entorno geopol¨ªtico. El ajuste del gasto acabar¨¢ llegando. El consenso (variable estos d¨ªas como nunca) es que la inflaci¨®n comenzar¨¢ a remitir en los dos ¨²ltimos meses del a?o, pero terminar¨¢ en cotas elevadas. Habr¨¢ que esperar a 2023 para tener algo de alivio. Vuelta de curso complicada, sin duda.