El dilema de los sindicatos con la reforma de las pensiones: no quieren pactarla si el Gobierno no les garantiza el apoyo de sus socios
El fantasma de la reforma laboral, que se aprob¨® gracias a un error de un diputado del PP en la votaci¨®n del Congreso, est¨¢ condicionando la negociaci¨®n de la segunda parte
La negociaci¨®n de la segunda parte de la reforma de las pensiones se dirime en medio de un clima de desconfianza, principalmente, por el temor de los sindicatos a que los socios del Gobierno de coalici¨®n no secunden la propuesta en las Cortes, como sucedi¨® con la reforma laboral. Seg¨²n reconocen a EL PA?S fuentes sindicales, las centrales no quieren que cualquier acuerdo que suscriban con el Ministerio de Seguridad Social pue...
La negociaci¨®n de la segunda parte de la reforma de las pensiones se dirime en medio de un clima de desconfianza, principalmente, por el temor de los sindicatos a que los socios del Gobierno de coalici¨®n no secunden la propuesta en las Cortes, como sucedi¨® con la reforma laboral. Seg¨²n reconocen a EL PA?S fuentes sindicales, las centrales no quieren que cualquier acuerdo que suscriban con el Ministerio de Seguridad Social pueda verse desnaturalizado por las enmiendas del resto de partidos, o anulado si no logran su apoyo. Para evitarlo, est¨¢n tanteando el posicionamiento de formaciones como PNV o ERC, que ya se desmarcaron con la reforma laboral.
¡°No queremos que se repita lo de la reforma laboral¡±, apunta una fuente sindical que participa en las negociaciones. El nuevo marco legislativo sali¨® adelante gracias a un error en la votaci¨®n del diputado del PP Alberto Casero, despu¨¦s de que socios del Gobierno como ERC, PNV o EH-Bildu votasen en contra. ¡°Se nos quedar¨ªa cara de tontos si firmamos un acuerdo que despu¨¦s pierde toda su esencia¡±, indica una fuente sindical.
En la segunda parte de la reforma de las pensiones se aborda la ampliaci¨®n del c¨®mputo de a?os para el c¨¢lculo de la jubilaci¨®n y el destope de las cotizaciones m¨¢ximas y las pagas. No es un debate en el que exista unanimidad en el Gobierno. Desde Podemos ya se mostraron reacios al planteamiento inicial de aumentar los 25 a?os necesarios en la actualidad hasta los 35, por considerar que ¡°empobrecer¨ªa¡± a los futuros pensionistas. Otras voces dentro del partido morado se niegan en redondo a modificar esta cuant¨ªa, independientemente de cu¨¢l sea su variaci¨®n.
La postura de los sindicatos es igualmente inmovilista. Consideran que ¡°no ha habido tiempo suficiente¡± para medir los efectos de los 25 a?os de c¨®mputo actuales, que entraron en vigor este a?o, por lo que ¡°no es posible medir todav¨ªa su impacto sobre la sostenibilidad del sistema¡±, indican estas mismas fuentes.
La idea sobre la que trabaja ahora el ministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ contempla una ampliaci¨®n de los a?os de c¨¢lculo de la pensi¨®n, pero con la posibilidad de desechar algunos de los peores ejercicios. Esto es, aunque sean necesarios m¨¢s a?os de la carrera laboral para poder jubilarse, ser¨¢ posible retirar del c¨®mputo final algunos de los a?os en los que las cotizaciones fueran m¨¢s bajas. Algo que ocurre con las carreras intermitentes ¡ªdonde hay periodos de desempleo¡ª, o en aquellas en las que se ha producido una mejora progresiva de las condiciones laborales en el tiempo.
El ministro ha asegurado en p¨²blico que esta reconfiguraci¨®n no busca recortar las pensiones, y que su efecto en las cuentas ser¨¢ neutro. Una valoraci¨®n que no comparten ni las organizaciones sindicales ni Podemos, que defiende que incluso con la salvaguarda del descarte, trabajadores con carreras estables, como por ejemplo los funcionarios, se ver¨ªan penalizados.
Romper los l¨ªmites
Otra de las propuestas que contempla Escriv¨¢, y que est¨¢ recogida en el componente 30 del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia remitido a Bruselas es la ¡°adecuaci¨®n de las bases m¨¢ximas de cotizaci¨®n¡±. Lo que se pretende es eliminar el l¨ªmite actual para la contribuci¨®n m¨¢xima por cotizaciones, que tiene un techo en los 49.672 euros anuales, y permitir que aquellos salarios que est¨¦n por encima de esta cantidad tambi¨¦n aporten al sistema. El efecto de este destope conllevar¨ªa un aumento de las pensiones m¨¢ximas, fijado actualmente en 2.819,20 euros al mes (39.468,80 euros al a?o), que con la revalorizaci¨®n del 8,5% prevista para 2023 subir¨¢ a los 3.059,23 euros mensuales (42.829,29 al a?o). Supondr¨ªa un mayor gasto en el largo plazo, pero un aumento de los ingresos en el corto y medio.
Como adelant¨® EL PA?S, la ¨²ltima propuesta que ha trasladado Escriv¨¢ en las conversaciones con los sindicatos y con Unidas Podemos es que las cotizaciones m¨¢ximas suban un 30% m¨¢s la inflaci¨®n a lo largo de un periodo de 30 a?os. Y que las pensiones m¨¢ximas tambi¨¦n lo hagan en la misma medida, pero con unos m¨¢rgenes de tiempo diferentes. Aplicar estas subidas har¨ªa que la cotizaci¨®n m¨¢xima subiera hasta el entorno de los 65.000 euros anuales, y las pensiones hasta los 52.000 euros en t¨¦rminos reales, una vez restada la inflaci¨®n.
Frente a este planteamiento, UGT y CC OO han recordado al Ministro en un comunicado conjunto que las propuestas en materia de pensiones que proponen los sindicatos ¡°tienen como prioridad reforzar los ingresos y la equidad del sistema de Seguridad Social; mejorar las pensiones m¨¢s bajas; seguir reduciendo la brecha de g¨¦nero y culminar las cuestiones a¨²n pendientes de la primera fase de negociaci¨®n¡±. Y que, ¡°todas aquellas medidas que impliquen recortes en la cuant¨ªa de las pensiones o en el derecho de los pensionistas contar¨¢ con el rechazo frontal de las organizaciones sindicales¡±. La patronal CEOE no se ha manifestado p¨²blicamente sobre esta propuesta de destope.