Escriv¨¢ reabre el debate sobre la ampliaci¨®n del c¨¢lculo de las pensiones

El Gobierno ha comenzado de forma oficial las negociaciones para aprobar la segunda parte de la reforma de las pensiones. Este lunes, el Ministerio de Seguridad Social se reuni¨® con patronal y sindicatos y les comunic¨® que los ejes ser¨ªan, por un lado, eliminar el tope a las cotizaciones y, por otro, la ampliaci¨®n del periodo utilizado para calcular la pensi¨®n.

En la actualidad, la cotizaci¨®n tiene su techo en casi 50.000 euros anuales. A partir de esa cifra el sueldo no contribuye y, por tanto, la pensi¨®n que se recibe en el futuro tambi¨¦n est¨¢ limitada. La idea del Gobierno es que se cotice por una mayor parte del salario y recaudar as¨ª m¨¢s ahora. En el futuro supondr¨¢ un mayor gasto al reconocer prestaciones m¨¢s altas, pero el Ejecutivo juega con que se incurra en este desembolso una vez se haya pasado el problema de la jubilaci¨®n del baby boom ¡ªaquella generaci¨®n nacida entre finales de los a?os cincuenta y finales de los setenta del siglo XX¡ª m¨¢s all¨¢ de 2050. Cuando la medida se haya desplegado al completo, se podr¨ªa ingresar en torno a medio punto de PIB, esto es m¨¢s de 5.000 millones de euros a fecha de hoy. Esta iniciativa puede tener una acogida dif¨ªcil en la patronal en la medida en que supondr¨ªa un aumento del coste empresarial.

El otro eje de la reforma ser¨¢ la ampliaci¨®n del periodo de c¨¢lculo. Ahora se utilizan los ¨²ltimos 25 a?os para determinar la pensi¨®n inicial. Una ampliaci¨®n de los a?os usados implica en principio un recorte de la prestaci¨®n inicial al computarse los primeros a?os de la carrera laboral en los que se ganaba menos. De elevarse a los 35, de media el ajuste para la pensi¨®n inicial asciende al entorno del 8%, seg¨²n c¨¢lculos del grupo pensiones de las universidades de Valencia y de Extremadura.

Sin embargo, el ministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ asegura que esto se suavizar¨¢ hasta el punto de que el impacto sea neutro. De lo contrario, los sindicatos y Podemos se mostrar¨ªan en contra de la reforma. De hecho, en el papel que se envi¨® a Bruselas explic¨¢ndola se le¨ªa: ¡°Esta medida aumenta el car¨¢cter contributivo del sistema, pero puede tener efectos negativos, por eso es importante complementarla con medidas que modulan sus efectos, como la posibilidad de elecci¨®n de a?os o la mejora del sistema de integraci¨®n de lagunas de cotizaci¨®n¡±.

Es decir, se permitir¨¢ desechar entonces algunos de los peores a?os. Si se pudiesen restar m¨¢s de seis a?os sobre los 35, entonces el ahorro ser¨ªa inexistente. Si solo se desechan menos de seis a?os s¨ª que habr¨ªa ahorro. En una entrevista en RNE, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ neg¨® que su departamento contemple la posibilidad de ampliar en una d¨¦cada ese plazo de a?os. ¡°En ning¨²n caso estamos hablando de 35 a?os; estamos hablando de peque?os ajustes¡±, indic¨® el ministro de Seguridad Social. Independientemente de cu¨¢l sea el aumento, aparejado a ¨¦l vendr¨ªa una revisi¨®n de las lagunas de cotizaci¨®n, esto es, de aquellos a?os en los que un trabajador podr¨ªa haber estado desempleado y, en consecuencia, no alcance el c¨®mputo total necesario. Ahora cuando se produce esta situaci¨®n es el Estado el que cubre esos agujeros contables aportando la base m¨ªnima necesaria.

El ministerio hace adem¨¢s mucho hincapi¨¦ en la adecuaci¨®n de las nuevas carreras profesionales: el departamento de Escriv¨¢ viene observando un cambio en la trayectoria laboral de muchos trabajadores que empeora en los ¨²ltimos a?os de cotizaci¨®n, una circunstancia que no se hab¨ªa producido en anteriores generaciones.

Cubrir lagunas

Frente a esta nueva realidad, la Seguridad Social contempla que el trabajador, en aras de obtener una mejor pensi¨®n, pueda descartar los peores a?os de su trayectoria, que no necesariamente tienen que ser los primeros, y que no puede darse tal y como est¨¢ formulado el sistema en la actualidad. ¡°Dado que los ¨²ltimos a?os no son mejores, puede tener sentido ampliar ese periodo y al mismo tiempo permitir que se excluyan los peores a?os de cotizaci¨®n, algo que ahora mismo no se puede hacer en Espa?a. Y al mismo tiempo podemos valorar mejor el tratamiento de las lagunas. Son esos tres elementos los que tenemos que discutir con los agentes sociales¡±, explic¨® Escriv¨¢. Y a?adi¨®: ¡°Con amplitud de miras se ha ido pactando, y sigo pensando que va a ser as¨ª y que estos ¨²ltimos elementos tendr¨¢n el m¨¢ximo consenso, porque responden a recomendaciones del Pacto de Toledo y tienen mucho sentido¡±.

El problema es que al mismo tiempo Bruselas est¨¢ presionando para que se consigan m¨¢s ahorros que compensen el hecho de haber ligado de nuevo las pensiones al IPC. Seg¨²n reconoce el propio Gobierno, el gasto en pensiones subir¨¢ en 2,7 puntos de PIB en 2050 debido a las subidas con la inflaci¨®n, unos 32.000 millones con el PIB actual. As¨ª que la Comisi¨®n se?al¨® en su informe sobre las reformas adoptadas que exist¨ªa ¡°el riesgo de que emerja un d¨¦ficit fiscal significativo por las medidas adoptadas¡±. Y ped¨ªa que este se abordase en la segunda parte de la reforma. Ese ser¨¢ el reto que tendr¨¢ que lograr el Gobierno: conseguir ahorros y que los agentes sociales y su socio de Ejecutivo lo validen. El desembolso de los fondos europeos est¨¢ condicionado a ello.