Los agujeros legales de las finanzas sostenibles: as¨ª acaba el dinero de los fondos de inversi¨®n m¨¢s verdes en empresas contaminantes
Miles de instrumentos financieros de toda Europa tienen como objetivo mejorar el medio ambiente. Pero una normativa poco clara permite que casi la mitad tenga en cartera compa?¨ªas dedicadas a explotar combustibles f¨®siles, donde invierten m¨¢s de 8.000 millones de euros
Uno de los fondos de inversi¨®n europeos m¨¢s sostenibles con el medio ambiente, propiedad de la gestora de activos estadounidense Blackrock, dedica m¨¢s de 300 millones de euros a una de las empresas m¨¢s contaminantes del Viejo Continente, la alemana RWE. Otro veh¨ªculo financiero con la misma etiqueta verde, de la entidad suiza Pictet, ha transferido m¨¢s de 200 millones al principal productor de electricidad de Estados Unidos. Un fo...
Uno de los fondos de inversi¨®n europeos m¨¢s sostenibles con el medio ambiente, propiedad de la gestora de activos estadounidense Blackrock, dedica m¨¢s de 300 millones de euros a una de las empresas m¨¢s contaminantes del Viejo Continente, la alemana RWE. Otro veh¨ªculo financiero con la misma etiqueta verde, de la entidad suiza Pictet, ha transferido m¨¢s de 200 millones al principal productor de electricidad de Estados Unidos. Un fondo tambi¨¦n catalogado como verde, de la sociedad francesa Carmignac, invierte 1,6 millones de euros en Ryanair, la aerol¨ªnea europea que emiti¨® m¨¢s toneladas de CO2 en 2019.
La etiqueta verde la garantiza el reglamento que la Comisi¨®n Europea puso en marcha para alimentar inversiones sostenibles con el planeta, un sector en expansi¨®n que intenta cuidar cada vez m¨¢s el impacto del dinero. Pero una normativa poco definida ha llevado a muchos fondos a dar marcha atr¨¢s y a otros a aprovechar los agujeros legales para mover millones de euros hacia sectores contaminantes.
Al menos la mitad (46,3%) de los fondos europeos m¨¢s sostenibles, conocidos como verde oscuro o Art¨ªculo 9, tienen en su cartera empresas que explotan los combustibles f¨®siles, principales responsables del calentamiento global y del cambio clim¨¢tico. Tras analizar 130.000 inversiones de 838 fondos, el proyecto de investigaci¨®n period¨ªstica The Great Green Investment Investigation, coordinado por los medios Follow The Money e Investico y en el que participa EL PA?S junto a otros diez medios, desvela que m¨¢s de 8.500 millones de euros en inversiones a empresas contaminantes salen de los fondos m¨¢s verdes de Europa.
Los inversores espa?oles pueden acceder a cerca de 500 de estos fondos Art¨ªculo 9 y, en l¨ªnea con los datos del continente, la mitad invierte tambi¨¦n en empresas contaminantes. 70 fondos reparten al menos 645 millones de euros entre cinco de las empresas que m¨¢s toneladas de C02 emiten en Europa: Enel (31 fondos), Total (15 fondos), Engie (12 fondos), RWE (7 fondos) y ENI (5 fondos).
Seis fondos de grandes gestoras, como Principal Global, Pictet o Blackrock, dedican m¨¢s de un 10% de sus inversiones a empresas contaminantes, lo suficiente para mover m¨¢s de mil millones de euros hacia ese sector m¨¢s da?ino con el planeta. La normal es que, de media, un 3% de la cartera de estos fondos vaya a compa?¨ªas de combustibles f¨®siles, sin que el resto se destine a empresas con un claro impacto ambiental. Entre las que m¨¢s dinero reciben de los fondos Art¨ªculo 9 se encuentran la automovil¨ªstica Toyota (2,8 millones en inversiones), las farmac¨¦uticas Thermo Fisher y Novo Nordisk (2,1 y 1,1 millones), Microsoft (1,9), Sony (1,1) o L¡¯Oreal.
Las grandes gestoras, desde Pictet hasta Principal Global, aseguran que si tuvieran que centrarse solo en empresas sin impacto sobre el planeta apenas tendr¨ªan a disposici¨®n un pu?ado de compa?¨ªas. Y que, de acuerdo con la normativa, invierten en empresas de combustibles f¨®siles solo cuando est¨¢n mostrando un cambio hacia las energ¨ªas renovables o no dependen demasiado del carb¨®n.
Ganadores inesperados
?C¨®mo pueden ser verdes unos instrumentos financieros que inyectan capital en los combustibles f¨®siles? Es la pregunta que los medios que han colaborado en esta investigaci¨®n han planteado a decenas de gestores de fondos, analistas e instituciones financieras. La respuesta est¨¢ en una norma europea que la mayor¨ªa de ellos definen ¡°d¨¦bil¡± e ¡°indefinida¡±.
El reglamento europeo (Reglamento de Divulgaci¨®n en materia de Finanzas Sostenible o SFDR, por su abreviatura en ingl¨¦s) pide que desde marzo de 2021 cada fondo se presente a los inversores con una etiqueta que aclare c¨®mo de sostenible es. Hay tres niveles: Art¨ªculo 9 o verde oscuro, con un objetivo de inversiones sostenibles; Art¨ªculo 8 o verde claro, que simplemente promueve caracter¨ªsticas medioambientales; y Art¨ªculo 6 o amarillo, que no tiene criterios de sostenibilidad. Las dos categor¨ªas m¨¢s sostenibles acumulan 4,3 billones de euros en inversiones (60 veces lo que factura en un a?o Alphabet, matriz de Google) y los verde oscuro se han duplicado en un a?o. En 2022, en medio del mal panorama econ¨®mico, los Art¨ªculo 9 son los m¨¢s atractivos: han crecido en 31.000 millones de euros mientras los fondos 6 y 8 perd¨ªan decenas de millones, seg¨²n la Asociaci¨®n Europea de Fondos y Gestoras (EFAMA).
La norma vino a poner orden en las finanzas sostenibles, que ya ten¨ªan gran atractivo. Como recuerda Alfredo Echevarr¨ªa, del Instituto Espa?ol de Analistas Financieros (IAF), con los Art¨ªculo 9 ¡°se crea un producto claramente diferenciado de los fondos tradicionales, facilitando la decisi¨®n del ahorrador que busca productos de inversi¨®n sostenibles. El car¨¢cter o no de fondo sostenible ya no es puramente nominal (¡±soy verde porque lo digo yo¡±) sino que pasa a depender del cumplimiento de una exigencia regulatoria¡±.
Ser un fondo Art¨ªculo 9 requiere no generar ¡°da?o significativo¡± y que las inversiones sean sostenibles, seg¨²n la normativa europea. El problema es que no est¨¢ claro ni c¨®mo medir ese da?o ni qu¨¦ es o c¨®mo se identifica la sostenibilidad real de una inversi¨®n.
Esta falta de un marco claro gener¨® dudas ya tras su aprobaci¨®n, como recuerda Carlos Mag¨¢n, socio de Analista Financieros Internacionales: ¡°En ese momento, algunas gestoras pasaron toda su gama de productos a Art¨ªculo 8 o 9.-Costaba entender c¨®mo era posible, pero lo era porque hab¨ªa confusi¨®n sobre qu¨¦ tipo de inversiones se pod¨ªan realizar o no¡±.
Fuentes del departamento jur¨ªdico de Inverco, la asociaci¨®n que incorpora las instituciones de inversi¨®n colectiva en Espa?a, coinciden en que en la norma quedan dudas por aclarar sobre el concepto mismo de inversi¨®n sostenible: ¡°Estamos asistiendo a procesos acelerados de normativas, que se est¨¢ haciendo sobre la marcha: no es lo normal¡±, explican. De hecho, ¡°no hay materia s¨®lida legislativa para saber si el 100% de las inversiones de un fondo Art¨ªculo 9 tienen que ser sostenibles. Son los que tienen mayor ambici¨®n en materia de sostenibilidad, y deber¨ªan ser sostenible casi al 100%, pero es una cuesti¨®n abierta¡±, a?aden.
El supervisor europeo, la Autoridad Europea de Valores y Mercados, dice que ¡°no hay una prohibici¨®n expl¨ªcita para hacer inversiones en combustibles f¨®siles¡±, pero ¡°deber¨ªa resultar bastante dif¨ªcil hacerlo, debido a la necesidad de demostrar que esa inversi¨®n no provoca ning¨²n tipo de da?o ambiental o social¡±. Pero es algo que en Europa ha dejado la puerta abierta a distintas interpretaciones con un ganador inesperado: las empresas de combustibles f¨®siles que han conseguido captar dinero pensado para compa?¨ªas sostenibles.
El director adjunto de la autoridad francesa de productos financieros (AMF), Philippe Sourlas, cree que ¡°hay un gran margen de interpretaci¨®n, el texto no es lo suficientemente preciso como para sacar conclusiones¡±. Hugo Gallagher, de Eurosif, asociaci¨®n que impulsa las finanzas sostenibles en Europa, coincide en que algunos conceptos fundamentales del art¨ªculo 9 no est¨¢n suficientemente desarrollados y que los objetivos del reglamento no son claros. Y, a?ade, esto tiene consecuencias directas: ¡°Al menos un 25% de los fondos art¨ªculo 9 deber¨ªan ser recalificados como 8 porque no cumplen con la condici¨®n de que todas las inversiones sean sostenibles¡±, estima.
En Espa?a, fuentes de la CNMV detallan que s¨ª se podr¨ªan admitir inversiones no sostenibles en los Art¨ªculo 9 aunque ¡°estas deben cumplir salvaguardias ambientales o sociales m¨ªnimas, es decir, las inversiones para prop¨®sitos espec¨ªficos deben estar en l¨ªnea con el objetivo de inversi¨®n sostenible y cumplir con el principio de ¡°ausencia de da?o significativo¡±. La CNMV, de hecho, est¨¢ llevando a cabo un an¨¢lisis de la consistencia de la informaci¨®n aportada por estos fondos.
Miedo al ¡®ecoblanqueo¡¯
Las consecuencias de esta inestabilidad legal ya se est¨¢n viendo en el mercado europeo. La pasada semana, Amundi, el mayor gestor de fondos de Europa, ha anunciado la de-clasificaci¨®n de 100 fondos con m¨¢s de 45.000 millones en activos: eran art¨ªculo 9 pero los han pasado a Art¨ªculo 8. En los ¨²ltimos d¨ªas y como han confirmado ante las preguntas para esta investigaci¨®n, tanto BalckRock como RobecoSAM o BNP Paribas han indicado estar actuando en la misma l¨ªnea. Adem¨¢s de estos, la plataforma de an¨¢lisis Morningstar ha identificado al menos otros 43 fondos que han pasado de verde oscuro a verde claro desde junio de este a?o.
Si el dinero fluye hacia fondos que no cumplen sus promesas, existe la posibilidad de que los precios se inflen. El inversor minorista puede ser v¨ªctima de esto
Los primeros perjudicados pueden ser los inversores, como comenta, al conocer los resultados de esta investigaci¨®n period¨ªstica, la Asociaci¨®n de Inversores Europeos a trav¨¦s de su portavoz Joost Schmets: ¡°Es reprobable si, sin ser completamente sostenible, que un fondo utilice una etiqueta verde oscuro para recaudar miles de millones. El art¨ªculo 9 no es una herramienta de marketing, es una promesa para el inversor¡±. Y van m¨¢s all¨¢: ¡°Si el dinero fluye hacia fondos que no cumplen sus promesas, existe la posibilidad de que los precios se inflen. El inversor minorista puede ser v¨ªctima de esto¡±.
Un toque de alarma para el sector de las finanzas sostenibles lleg¨® ya hace algo m¨¢s de un a?o. La SEC, autoridad que vigila los mercados financieros de Estados Unidos, intervino las oficinas de DWS, la gestora de fondos del banco alem¨¢n Deutsche Bank, por vender como ¨¦ticos o verdes fondos que no lo eran. El consejero delegado de DWS se vio obligado a dejar el cargo y el banco empez¨® un proceso de investigaci¨®n interno.
La pr¨¢ctica de vender productos amables con el medio ambiente cuando no lo son, conocida como ecoblanqueo (greenwashing en ingl¨¦s), es una sombra que planea encima del sector desde su nacimiento. El reglamento SFDR era justamente una herramienta para evitarlo -poniendo l¨ªmites y marcos jur¨ªdicos- pero no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto lo haya logrado. Como analiza Mario La Torre, profesor de Econom¨ªa y Finanzas, ¡°el ecoblanqueo [entre los fondos de Art¨ªculo 9] ocurre incluso de manera involuntaria, como parte de los intentos de encajar un producto con lo que pide el legislador¡±. De hecho, asegura, muchos fondos Art¨ªculo 9 no lo son ¡°de forma pura¡±: modulan sus elecciones en funci¨®n del riesgo y de la rentabilidad: ¡°Quiz¨¢s excluyan sectores controvertidos (armas, tabaco, contaminantes), pero con alguna salvedad, no incluyendo por ejemplo solo las que tengan mucha facturaci¨®n: todo esto, para no impactar mucho en la rentabilidad¡±.
Los gestores espa?oles del banco privado Pictet ofrecen, en sus respuestas a este peri¨®dico, un ejemplo de c¨®mo falte ¡®pureza¡¯ y se cuelen empresas contaminantes en los fondos m¨¢s verdes: su fondo Art¨ªculo 9 Pictet Clean Energy ¡°no invierte solamente en compa?¨ªas puramente renovables, sino tambi¨¦n en las que est¨¢n invirtiendo significativamente en renovables¡± y busca ¡°un impacto medioambiental y social positivo invirtiendo en empresas que muestran al menos 33% de exposici¨®n al cambio hacia empresas relacionadas con energ¨ªas renovables, tecnolog¨ªas que reducen emisiones de CO2 o consumo de energ¨ªa en la industria¡±, explican.
Muchos gestores de fondos interrogados para este reportaje creen que si fueran estrictos e incluyesen solo empresas que no da?an al clima, podr¨ªan elegir menos de un 5% de las compa?¨ªas a nivel global. Seg¨²n La Torre, esto ocurre porque ¡°falta mover la atenci¨®n desde las exigencias de la oferta (riesgo y rentabilidad) hacia la necesidad del impacto, hacia buscar impacto de forma intencional. Si no se hace, lo de ¡®finanza sostenible¡¯ se va a quedar en una etiqueta¡±.
?Qu¨¦ falta para ir en esa direcci¨®n? Seg¨²n Alfredo Echevarr¨ªa, de IAF, el problema reside en la imposibilidad de medir bien los objetivos de cada fondo: ¡°el ¡®elefante en la habitaci¨®n¡¯ es que no hay datos a disposici¨®n del mercado que permitan un desarrollo eficaz de estos fondos. En nuestra opini¨®n todo el desarrollo de los productos sostenibles pivota sobre la disponibilidad de datos, lo que permitir¨¢ el dise?o de productos sostenibles con objetivos concretos y medibles¡±.
A partir de enero de 2023 entrar¨¢ en vigor una nueva fase del reglamento europeo, que exigir¨¢ responder a una serie de detalladas preguntas para medir el impacto real de cada inversi¨®n sostenible. Seg¨²n fuentes del sector, es la incapacidad de ofrecer tanto detalle a los inversores lo que est¨¢ provocando que grandes gestores como Amundi est¨¦n rebajando el nivel de sostenibilidad de sus productos. Aunque, como se?alan desde INVERCO, ¡°si hasta ahora un fondo se etiquetaba como realmente sostenible, no deber¨ªa tener problemas en explicar en detalle por qu¨¦ lo es¡±. Al menos en teor¨ªa.
Metodolog¨ªa de la investigaci¨®n
¿Cómo se han identificado los fondos y sus inversiones?
Los datos de esta investigación están actualizados a junio de 2022. Morningstar, uno de los más importantes proveedores de datos y servicios financieros, ha facilitado a los medios que han colaborado a esta investigación un listado de todos los fondos Artículo 9 disponibles en cada país europeo. Cada fondo tiene un identificador único, el código ISIN, que ha sido utilizado para rastrear en Bloomberg el portfolio completo de cada fondo: de esta forma se encontraron los detalles de 838 fondos de los 1138 identificados por Morningstar, por un total de 130.766 inversiones.
¿Cómo se han identificado las inversiones contaminantes?
Para etiquetar las inversiones en combustibles fósiles se han utilizado los datos de The Global Coal Exit List y The Global Oil & Gas Exit List, elaborados por la organización no gubernamental Urgenwald y utilizado por más de 600 instituciones financieras de todo el mundo.
Gracias a la información de Bloomberg, se ha podido cuantificar el porcentaje de las inversiones que cada fondo dedica a combustibles fósiles o a empresas de aviación.
Puede consultar todos los resultados de la investigación en la página web de The Great Green Investment Investigation.