La condena al socio y expareja de Elizabeth Holmes cierra el esc¨¢ndalo Theranos tras cuatro a?os

Ramesh Balwani, conocido como Sunny, correr¨¢ con la misma suerte que Elizabeth Holmes, quien fue su socia y pareja sentimental durante una d¨¦cada. El empresario ha sido sentenciado este mi¨¦rcoles por un juez federal a casi 13 a?os de prisi¨®n por haber defraudado a los inversionistas de Theranos, la compa?¨ªa que prometi¨® revolucionar con su tecnolog¨ªa los an¨¢lisis de salud en el mundo. La sentencia de Balwani, quien fue el director de operaciones del emprendimiento, es superior ...

Ramesh Balwani, conocido como Sunny, correr¨¢ con la misma suerte que Elizabeth Holmes, quien fue su socia y pareja sentimental durante una d¨¦cada. El empresario ha sido sentenciado este mi¨¦rcoles por un juez federal a casi 13 a?os de prisi¨®n por haber defraudado a los inversionistas de Theranos, la compa?¨ªa que prometi¨® revolucionar con su tecnolog¨ªa los an¨¢lisis de salud en el mundo. La sentencia de Balwani, quien fue el director de operaciones del emprendimiento, es superior a la recibida por Holmes a mediados de noviembre. Con esta condena se ha cerrado uno de los mayores esc¨¢ndalos tecnol¨®gicos salidos de Silicon Valley.

Balwani, de 57 a?os, fue declarado culpable de siete cargos por defraudaci¨®n y por conspirar contra los accionistas de Theranos, una compa?¨ªa que atrajo r¨¢pidamente la atenci¨®n de poderosas chequeras a la b¨²squeda de inversiones prometedoras. Entre los que cayeron en la trampa de Holmes y Balwani se encontraban Bill Clinton, Carlos Slim, Rupert Murdoch y Jim Mattis, quien fue el secretario de Defensa de Donald Trump. El propio Balwani perdi¨® en la empresa unos cinco millones de d¨®lares, de acuerdo a su defensa.

Los fiscales ped¨ªan 15 a?os de prisi¨®n a Balwani, quien se encargaba directamente de supervisar el laboratorio donde las m¨¢quinas de la compa?¨ªa realizaban supuestamente cientos de diagn¨®sticos de enfermedades con unas cuantas gotas de sangre. Esta tecnolog¨ªa caus¨® furor entre la comunidad tecnol¨®gica de San Francisco, donde Balwani hab¨ªa trabajado en Microsoft y otras empresas de comercio electr¨®nico sin tener experiencia alguna en salud. La compa?¨ªa cerr¨® contratos con una de las principales cadenas de farmacias del pa¨ªs para hacer estas pruebas en sus establecimientos, pero Theranos fracas¨® al entregar resultados fiables a cientos de clientes.

El juicio revel¨® que en muchas ocasiones, los empleados de Theranos llevaban las muestras de sangre a laboratorios tradicionales para que estos arrojaran un diagn¨®stico. Pero la escasa sustancia hem¨¢tica arrojaba resultados errados de estas pruebas. A pesar de esto, Holmes y Balwani hac¨ªan pasar a los cuatro vientos la importancia de su supuesto adelanto tecnol¨®gico.

El juez Ed Davila asegur¨® que Balwani redobl¨® su apuesta incluso cuando supo que las cosas no iban bien. La evidencia mostrada en el juicio comprob¨® que sab¨ªa del fraude. ¡°Hubo mentiras, enga?os... El acusado eligi¨® seguir adelante con su decepci¨®n, continu¨® perpetrando el fraude¡±, afirm¨® el togado.

Balwani entr¨® a la compa?¨ªa en 2009 como vicepresidente despu¨¦s de dar a Holmes uno de los pr¨¦stamos que arranc¨® la empresa. Poco tiempo despu¨¦s se convirti¨® en el director de operaciones, cargo que ocup¨® hasta que sali¨® de Theranos, en 2016. Durante ese tiempo mantuvo una relaci¨®n amorosa con Holmes, a pesar de llevarle 19 a?os. En dos juicios paralelos celebrados en California, la defensa de cada uno de los acusados intentaba culpar al otro de haber puesto en marcha la trama fraudulenta.

Esta estrategia legal arroj¨® por momentos dignos de un culebr¨®n. Durante su juicio, celebrado en tres meses de 2021, Holmes rompi¨® en llanto sobre el estrado para recordar la t¨®xica din¨¢mica que vivi¨® junto a Sunny. Este, afirm¨® la emprendedora, la obligaba a comenzar el d¨ªa a las cuatro de la ma?ana y apegarse a una estricta dieta con escasa ingesta cal¨®rica. Asimismo, deb¨ªa reducir al m¨¢ximo el tiempo dedicado a la familia y dedicarle todas las horas posibles a Theranos.

¡°A veces sub¨ªa [a la oficina] y me hac¨ªa cosas que yo no quer¨ªa hacer. Me lastimaba¡±, afirm¨® Holmes ante la corte, algo que Balwani neg¨®. Despu¨¦s de uno de estos encuentros, escribi¨®: ¡°Duele tanto. Demasiado. No puedo enfocarme en nada, excepto en ?por qu¨¦?¡±. A este mensaje le sigui¨® un texto a Balwani: ¡°Mi trabajo es amarte cuando est¨¢s estresado¡±.

Balwani intent¨® separarse de la figura de Holmes durante todo el proceso. Este mi¨¦rcoles, su defensa argument¨® frente al juez de distrito Ed Davila (el mismo que conden¨® a Holmes), que a diferencia de la empresaria, su cliente nunca busc¨® llamar la atenci¨®n de los medios. Los fiscales, sin embargo, objetaron la negativa influencia que Balwani tuvo al interior de la empresa, a quien consideran responsable de preparar las proyecciones financieras que dieron falsas esperanzas a los inversores y en su destacado rol en el acuerdo con la cadena Walgreens, que ¨¦l mismo presumi¨® a quienes apostaron en la compa?¨ªa.

El juez Davila identific¨® al menos a 12 inversionistas, las principales v¨ªctimas de la trama. El togado calcul¨® que estos perdieron al menos 120 millones de d¨®lares en una empresa que lleg¨® a estar valorada en 9.000 millones de d¨®lares. Balwani rechaz¨® dar un ¨²ltimo mensaje al tribunal. Escuch¨® en silencio la condena. Murmur¨® algo a los familiares que estaban presentes, de acuerdo a los periodistas en la sala. No hubo l¨¢grimas ni tampoco abrazos. Es el fin del esc¨¢ndalo Theranos.