Los jornaleros de Huelva arrancan la campa?a con un nuevo y pol¨¦mico convenio colectivo
Los trabajadores denuncian que se sienten desprotegidos ante la divisi¨®n sindical. CC OO defiende el acuerdo y UGT se desvincula al considerar que se recortan los pocos derechos existentes
Los convenios colectivos que regulan el sector agr¨ªcola de Huelva nunca han estado exentos de pol¨¦mica. El ¨²ltimo, de 2018 y que hab¨ªa deca¨ªdo en 2021, solo fue suscrito por la patronal, representada exclusivamente por Asaja, y CC OO, despu¨¦s de que UGT decidiera desvincularse. El preacuerdo sobre el texto que establecer¨¢ el marco normativo ...
Los convenios colectivos que regulan el sector agr¨ªcola de Huelva nunca han estado exentos de pol¨¦mica. El ¨²ltimo, de 2018 y que hab¨ªa deca¨ªdo en 2021, solo fue suscrito por la patronal, representada exclusivamente por Asaja, y CC OO, despu¨¦s de que UGT decidiera desvincularse. El preacuerdo sobre el texto que establecer¨¢ el marco normativo entre empresarios y trabajadores para los pr¨®ximos tres a?os ha contado de nuevo con el rechazo frontal de esta organizaci¨®n sindical, que ha denunciado que ¡°supone un retroceso en los derechos¡± de los jornaleros del campo. CC OO, el sindicato con la representaci¨®n mayoritaria del sector, lo defiende como ¡°positivo e innovador¡± y destaca que, ante todo, es ¡°realista¡± porque permitir¨¢ garantizar su efectivo cumplimiento. Mientras se ultiman los detalles para presentar el nuevo convenio que regir¨¢ sobre unas 70.000 personas y se prev¨¦ que se firme la pr¨®xima semana, los trabajadores, sus verdaderos destinatarios, denuncian la sensaci¨®n de desamparo y abandono que los acompa?a cada campa?a al no sentirse ni representados ni defendidos por las organizaciones sindicales.
¡°Nos sentimos desprotegid¨ªsimos y enga?ados por los sindicatos¡±, afirma Raquel ?lvarez, de 43 a?os, nacida en Madrid, pero afincada en Aljaraque (Huelva) desde hace dos d¨¦cadas y que lleva seis campa?as recogiendo fresa y frutos rojos bajo los invernaderos. ¡°Los empresarios sostienen que esto solo ocurre en algunas fincas, pero la realidad es que si un d¨ªa no vas a trabajar, no cobras; si a las tres horas te mandan a casa porque llueve, tampoco cobras el resto. Y esos derechos no vemos que nos los garanticen los sindicatos¡±, abunda. Una opini¨®n que secunda D. B. ¡ªque pide aparecer solo por sus iniciales¨D jornalero de Escacena (Huelva), que tiene 37 y empez¨® en los lomos con 16. ¡°Nunca he visto un delegado sindical en el tajo. Nuestra situaci¨®n en el campo es dif¨ªcil, por no decir indigna, y no nos vemos representados por nadie¡±, sostiene.
El texto del preacuerdo que la semana que viene deber¨¢ firmarse no ha trascendido, pero tanto CC OO como UGT han abordado con este diario los puntos m¨¢s pol¨¦micos. ¡°Este no es un mal convenio, no hemos firmado un convenio a la baja, sino un convenio realista que va a garantizar que podamos exigir a los empresarios su cumplimiento¡±, advierte como premisa M¨®nica Vega, responsable del sector agr¨ªcola de CC OO en Andaluc¨ªa. Vega destaca que se ha recogido el reconocimiento de la figura del trabajador fijo discontinuo, que ¡°pese a entrar en vigor el a?o pasado con la reforma laboral, en Huelva, no se aplicaba por no estar reconocida en el convenio¡±. Desde UGT, Luciano G¨®mez, responsable de la Federaci¨®n de Industria, Construcci¨®n y Agro de la organizaci¨®n en Huelva, niega la mayor. ¡°El convenio se ha cumplido y no puede alegarse eso para reconocer todo lo que piden los empresarios¡±, opina.
Principales puntos
Desde CC OO tambi¨¦n se hace hincapi¨¦ en que las tablas salariales garantizan el cumplimiento del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) y su aplicaci¨®n de manera retroactiva a 2021, ¡°por lo que los trabajadores podr¨¢n cobrar los atrasos desde entonces y el incremento en el SMI que no hubieran cobrado en ese tiempo¡±, subraya Vega. UGT, advierte, sin embargo, de que ese blindaje sueldo base es ficticio porque, sostienen, se parten de las tablas salariales del a?o anterior, donde no se ten¨ªan en cuenta los nuevos aumentos: ¡°El incremento ser¨¢ absorbido y compensado por esa subida¡±, se?ala G¨®mez, quien recuerda, adem¨¢s, que gracias a las denuncias interpuestas por su sindicato, el TSJA fall¨® a favor de que esas tablas se actualizaran de acuerdo con el incremento del SMI ante la oposici¨®n de cuatro empresas, fijando esa cantidad para los trabajadores eventuales que prestan servicios para un empleador menos de 120 d¨ªas al a?o en 48,55 euros al d¨ªa.
Con todo, los puntos que mayor oposici¨®n suscitan en UGT son la reducci¨®n de 30 a 15 minutos del tiempo de descanso para comer el bocadillo ¡ªque adem¨¢s correr¨ªan a cuenta del trabajador¨D; o el cambio en el c¨®mputo de la llamada ¡°indemnizaci¨®n de camino¡±, un plus salarial que cobraban los jornaleros a partir de los dos kil¨®metros de distancia entre el lugar de trabajo y el de pernoctaci¨®n y que en el preacuerdo se fija a partir de los seis kil¨®metros desde el n¨²cleo urbano m¨¢s cercano. ¡°Esta indefinici¨®n hace que en la pr¨¢ctica el gasto en gasolina del trabajador que ponga el coche se haga imposible de cobrar¡±, se?ala G¨®mez. Una argumentaci¨®n que rebate Vega sosteniendo que lo que hace el nuevo convenio es clarificar la medida y evitar que el empresario la incumpla: ¡°Hasta ahora argumentaban que ellos ofrec¨ªan lugares para que el trabajador pernoctara, pero se desentend¨ªan si este decid¨ªa dormir en otro sitio, ahora es imposible que puedan negarse al pago porque el GPS determina d¨®nde est¨¢n los seis kil¨®metros de distancia¡±.
La reducci¨®n del incremento de la cuant¨ªa de la primera hora extraordinaria trabajada del 75% al 25% ¡ªlo que supone cuatro euros diarios menos¨D tambi¨¦n es otro punto de disenso. ¡°Las horas extraordinarias tampoco es que se cobren habitualmente, pero no podemos entender un abaratamiento tan radical por el tiempo de trabajo sin que, al menos, se establezcan otras medias de compensaci¨®n¡±, argumenta G¨®mez. ¡°Hay un retroceso en los pocos derechos que se reconoc¨ªan a los trabajadores¡±, a?ade. Desde CC OO vuelve a apelarse al pragmatismo, al entender que esa rebaja s¨ª permitir¨¢ al empresario poder abonar de manera efectiva las horas extra y destacan, adem¨¢s, el refuerzo de la comisi¨®n paritaria que, a diferencia de las que se recogen en el resto de convenios que tienen la funci¨®n de vigilar y controlar que se cumplen, ¡°tiene la capacidad de poder denunciar a la inspecci¨®n de trabajo el incumplimiento, sin importar que el trabajador est¨¦ afiliado o no¡±, indica Vega. UGT es esc¨¦ptico sobre la eficacia pr¨¢ctica de ese organismo, ¡°donde la patronal est¨¢ representada al 50% y puede impedir su funcionamiento, como lo ha hecho hasta ahora¡±, indica G¨®mez.
¡°Recoger en un convenio lo que ya est¨¢ reconocido por la ley no se puede considerar una mejora de nuestras condiciones y no entendemos que se justifique el acuerdo en que el anterior convenio no se cumpl¨ªa, cuando su obligaci¨®n deber¨ªa ser velar porque se hiciera efectivo¡±, se?ala Ana Pinto, fundadora del sindicato Jornaleras de Huelva en Lucha que, hace dos a?os consigui¨® arrancar el compromiso de CC OO y UGT de crear una plataforma para poder trasladar las reivindicaciones de los trabajadores de la fresa y que, finalmente no fructific¨®. Su organizaci¨®n est¨¢ canalizando la mayor¨ªa de las escasas denuncias por despidos improcedentes o por reclamos de cantidad que se atreven a poner los temporeros, adem¨¢s de denunciar los abusos entre el colectivo inmigrante.
¡°En Huelva falta la lucha obrera¡±
Vega, por su parte, insiste en la v¨ªa pragm¨¢tica. ¡°Lo que hemos hecho es ofrecer un marco normativo para las relaciones laborales del trabajador, un marco claro por encima de demagogias¡±, se?ala. ¡°Seamos realistas, en Huelva falta la lucha obrera, las cosas se pueden defender con la raz¨®n de la fuerza o con la fuerza de la raz¨®n, pero si la patronal sabe que no podemos echarnos a la calle, hasta all¨ª llega la demagogia. Este no es un mal convenio, es un convenio que se puede cumplir¡±, zanja.
¡°No nos movemos para poner en su sitio al empresario porque muchos se ven obligados a agachar la cabeza porque necesitan trabajo ¡°, reconoce D. B. ¡°Aqu¨ª nos conocemos todos y si te quejas te amenazan con no trabajar no solo en tu empresa, sino en otras¡±, abunda ?lvarez. ¡°Este trabajo es muy cansado, sabemos que se concentra en pocos meses y que se necesita intensidad porque si no la fresa se echa a perder, y entendemos que hay que hacer horas extras, pero se tiene que garantizar su cobro y el descanso m¨ªnimo de un d¨ªa y un trato m¨¢s digno, esos son los derechos que deber¨ªan blindar y cuyo cumplimiento deber¨ªan defender. Ir¨ªamos m¨¢s contentos a trabajar y eso redunda en beneficio del empresario tambi¨¦n¡±, incide la jornalera.
Ambos apuntan a varias de las razones sociales que explican que la tradici¨®n sindical no est¨¦ tan arraigada como en otras zonas andaluzas, como el sector de la vid en C¨¢diz, seg¨²n se?ala el catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Sevilla, Jes¨²s Cruz Villal¨®n. ¡°Hay un acumulado de causas, por un lado, la poblaci¨®n inmigrante que trabaja en el campo, que es muy importante, y tiene una capacidad m¨¢s reducida de pedir el cumplimiento de la legalidad y que, en muchos casos, adem¨¢s est¨¢ en situaci¨®n irregular; los lugares de trabajo est¨¢n muy dispersos y eso dificulta que llegue la inspecci¨®n de trabajo y la rotaci¨®n tan grande de personas trabajando que, adem¨¢s lo hacen en un per¨ªodo de tiempo muy corto tampoco favorece las denuncias¡±, se?ala.
Asaja y CC OO se han emplazado a una ¨²ltima reuni¨®n entre el 16 y el 20 de este mes, a la que tambi¨¦n est¨¢ invitada UGT, para firmar el nuevo convenio. Su marco normativo es el que regir¨¢ el trabajo de unas 70.000 personas, entre ellas ?lvarez, cuando en los pr¨®ximos meses regrese a los invernaderos. D. B. ha decidido cambiar de sector. ¡°Voy a trabajar en las v¨ªas del tren. All¨ª el convenio se cumple¡±, se?ala.
Los empresarios de la fresa reclaman presencia en las negociaciones
No solo son las agrupaciones sindicales como Jornaleras de Huelva en Lucha las que reclaman que sus reivindicaciones se tengan en cuenta a la hora de negociar el convenio colectivo del campo. Los empresarios de la fresa, el principal sector en la provincia, que representa el 96,8% del valor de la producción hortícola onubense y casi el 90% de la valoración de los frutales no cítricos, de acuerdo con los datos del informe El sector agrario en Andalucía 2021, de Analistas Económicos, vienen demandando desde hace unos años estar presentes en la mesa de negociación junto con Asaja. “A nosotros nos tienen excluidos y no podemos opinar sobre nada”, indica Manuel Piedra, secretario de Movilidad y Políticas Migratorias de UPA Andalucía, y secretario general de UPA Huelva, que señala que llevan años pidiendo entrar en la delegación de Empleo. También lo ha hecho, sin éxito, Freshuelva, la asociación sectorial de los productores y comercializadores de fresas de Huelva que representa al 95% de la producción del sector.
Los frutos rojos se han convertido en el oro carmesí de la economía onubense. La provincia produce el 97% de los cultivos de fresa, frambuesa y arándanos de toda España y es el principal exportador mundial, según los datos recogidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En esta campaña se pretende cultiva el mismo número de hectáreas que en la pasada, 11.802 hectáreas -un 0,53% más que en la 21/22-, según las cifras publicadas por Freshuelva y dar empleo a una cifra similar de trabajadores, unos 100.000, tal y como señala Piedra, de los que el 52% españoles, 20% comunitarios y 28% no comunitarios, de acuerdo con los porcentajes ofrecidos por Interfresa, la Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza.
Este año se mantiene el programa Gecco de contrataciones en origen para las temporeras marroquíes, 1500 en total, cuyo primer contingente llegó a la provincia el pasado 9 de enero, y se ha repetido la experiencia latinoamericana de la campaña pasada con Ecuador -menos de 200- y Honduras -medio millar-. Como es habitual, las ofertas de empleo que publica el Servicio Andaluz de Empleo cada mes de septiembre apenas tienen demanda, porque los trabajadores españoles encadenan el trabajo en la hostelería con la fresa y esperan a que los llame el empresario para el que suelen trabajar. Con todo, la dureza de las condiciones es cada vez más disuasoria, como reconoce Piedra, que indica que de las 11.000 plazas ofertadas solo se han cubierto 200.