La inflaci¨®n de la eurozona encadena tres meses a la baja tras empezar el a?o en el 8,5%
El nivel de precios servir¨¢ al Banco Central Europeo para decidir si sigue subiendo los tipos de inter¨¦s
Los precios aflojan ligeramente la presi¨®n en el Viejo Continente. El IPC armonizado de la zona euro ha cerrado enero con un aumento del 8,5% sobre el mismo mes del a?o anterior, siete d¨¦cimas menos que en diciembre del a?o pasado, seg¨²n Eurostat. Ese porcentaje es el m¨¢s bajo desde mayo de 2022 y confirma la tendencia que comenz¨® a verse en noviembre, cuando la inflaci¨®n empez¨® a perder fuerza. A pesar de este freno, la cota en la que sigue encaramada los precios siguen siendo muy eleva...
Los precios aflojan ligeramente la presi¨®n en el Viejo Continente. El IPC armonizado de la zona euro ha cerrado enero con un aumento del 8,5% sobre el mismo mes del a?o anterior, siete d¨¦cimas menos que en diciembre del a?o pasado, seg¨²n Eurostat. Ese porcentaje es el m¨¢s bajo desde mayo de 2022 y confirma la tendencia que comenz¨® a verse en noviembre, cuando la inflaci¨®n empez¨® a perder fuerza. A pesar de este freno, la cota en la que sigue encaramada los precios siguen siendo muy elevada cuando se compara la evoluci¨®n de la serie estad¨ªstica de los ¨²ltimos 20 a?os.
Ya han pasado tres meses desde que los precios tocaron techo. En octubre, el IPC de la zona euro lleg¨® al 10,6%. Se super¨® por primera vez el list¨®n del 10% desde que se cre¨® el euro y cay¨® el mito de que el Banco Central Europeo, hecho a imagen y semejanza del Bundesbank, siempre lograba controlar la inflaci¨®n. En su descargo hay que se?alar que la causa principal de esta subida de la inflaci¨®n, los precios del gas, dependen del capricho de un solo hombre, Vlad¨ªmir Putin, que tiene en su poder la llave de paso.
El dato conocido este mi¨¦rcoles tendr¨¢ un gran protagonismo en las deliberaciones del Consejo de Gobierno del BCE de este jueves. No obstante, la desaceleraci¨®n de los precios observada no parece que vaya a cambiar los planes de aumento de tipos. ¡°El resultado es que, como destacan nuestros colegas, el BCE todav¨ªa tiene licencia para subir, y un aumento de 50 puntos b¨¢sicos est¨¢ pr¨¢cticamente grabado esta semana¡±, apuntaban los analistas de ING un d¨ªa antes de que se conociera el dato que acaba de divulgar Eurostat, la oficina europea de estad¨ªsticas.
Ya en diciembre, a la salida de la ¨²ltima reuni¨®n del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta, Christine Lagarde, advirti¨® de que en los meses siguientes continuar¨ªan las subidas de tipos de inter¨¦s. Y eso es lo que esperan los mercados, donde se especula con un aumento de esos 50 puntos b¨¢sicos ahora y otros 50 en marzo. Al fin y al cabo, ese 8,5% de IPC armonizado ¡ªaunque por debajo de lo esperado por los analistas¡ª est¨¢ todav¨ªa muy lejos del 2%, el objetivo medio que tienen en Fr¨¢ncfort.
Uno de los elementos que lleva a pensar que as¨ª ser¨¢ es la marcha de los precios cuando se elimina el impacto de la energ¨ªa y los alimentos no procesados del ¨ªndice. Cuando se elimina solo el primer componente, el dato armonizado crece una d¨¦cima, del 7,2% al 7,3%. Si adem¨¢s se resta a los alimentos frescos, la subida pasa del 6,9% al 7%.
Adem¨¢s, la marcha del PIB deja margen. Que la zona euro haya esquivado la recesi¨®n invernal permite a Fr¨¢ncfort para seguir subiendo los tipos de inter¨¦s. El gran temor con la abrupta subida de tipos de la autoridad monetaria era que sus decisiones encareciendo el precio del dinero para frenar la escalada de precios enfriara mucho la econom¨ªa y acabara por abocar al ¨¢rea monetaria a una recesi¨®n profunda. Ese temor, gracias al desplome de la cotizaci¨®n del gas en oto?o, se ha alejado por ahora.
Los datos nacionales conocidos en los d¨ªas anteriores, principalmente, Espa?a y Francia, llevaban a pensar que la desaceleraci¨®n de precios pod¨ªa ser menor. En ambos pa¨ªses la inflaci¨®n anual aument¨® en enero. Sin embargo, los fuertes frenos vistos en Italia, B¨¦lgica y Pa¨ªses Bajos han pesado m¨¢s. A todos los n¨²meros conocidos este mi¨¦rcoles hay que a?adirles una importante advertencia: contrariamente a lo que suele suceder Eurostat no ha incluido a Alemania en su primera estimaci¨®n de precios.