Brian Chesky: ¡°No creo que Nueva York marque el paso con su regulaci¨®n de Airbnb¡±
El cofundador y consejero delegado de la plataforma de alojamientos cree que la inteligencia artificial revolucionar¨¢ su sector
En octubre de 2007, San Francisco acogi¨® una convenci¨®n de dise?adores industriales y no quedaba una sola habitaci¨®n de hotel en la ciudad. Brian Chesky y su compa?ero de piso, Joe Gebbia, que pasaban apuros para pagar el alquiler, decidieron usar unas camas inflables que ten¨ªan en el armario y alojar a tres hu¨¦spedes. Fue el germen de lo que, tras incorporar como socio a Nathan Blecharczyk, otro excompa?ero de pi...
En octubre de 2007, San Francisco acogi¨® una convenci¨®n de dise?adores industriales y no quedaba una sola habitaci¨®n de hotel en la ciudad. Brian Chesky y su compa?ero de piso, Joe Gebbia, que pasaban apuros para pagar el alquiler, decidieron usar unas camas inflables que ten¨ªan en el armario y alojar a tres hu¨¦spedes. Fue el germen de lo que, tras incorporar como socio a Nathan Blecharczyk, otro excompa?ero de piso, se llam¨® airbedandbreakfast.com. Al cabo de 16 a?os, Airbnb es un gigante con siete millones de apartamentos, pisos, casas y hasta castillos en su oferta.
¡°No pretend¨ªamos crear una empresa de viajes. Fue una especie de descubrimiento accidental¡±, explica Chesky, de 42 a?os, nacido en Niskayuna, en el estado de Nueva York, y con una fortuna valorada en casi 9.000 millones de d¨®lares. ¡°Si me hubieras dicho que estar¨ªa contando esa historia una y otra vez 16 a?os despu¨¦s, nunca lo hubiera imaginado¡±, a?ade. Pens¨® que habr¨ªa m¨¢s gente como ellos, dispuestos a ganar unos d¨®lares extra y tambi¨¦n clientes dispuestos a ahorrarlos y a vivir una experiencia diferente y conocer gente. Esa idea se transform¨® en un negocio valorado en m¨¢s de 70.000 millones de euros en Bolsa. Chesky concede la entrevista en un coqueto edificio (Beyonc¨¦ grab¨® ah¨ª el v¨ªdeo de su canci¨®n Halo) alquilado para presentar las novedades de la plataforma en el coraz¨®n del SoHo de Nueva York, una ciudad que ha aprobado una regulaci¨®n tan restrictiva que en la pr¨¢ctica ha supuesto un veto a Airbnb.
Pregunta. ?Teme que otras ciudades sigan el ejemplo de Nueva York?
Respuesta. No, no creo que Nueva York est¨¦ marcando el paso en esto. Creo que la regulaci¨®n de Nueva York ser¨¢ probablemente un escarmiento para otras ciudades. Me decepciona que despu¨¦s de muchos a?os de esfuerzos no hayamos sido capaces de encontrar una soluci¨®n aqu¨ª como en otras ciudades. Pero lo que estamos escuchando es que muchas plazas est¨¢n pasando a la clandestinidad. Ahora se anuncian en otros sitios web que no se pueden regular, como Craigslist, y no creo que eso sea una ventaja para la ciudad ni para los anfitriones y tampoco para los hu¨¦spedes. Los precios de los hoteles en Nueva York han subido un 8% en un a?o. Cuestan m¨¢s de 500 d¨®lares por noche y para conseguir un lugar realmente agradable son 700, 800, 900 d¨®lares. ?Cu¨¢nta gente puede pagar eso? As¨ª que estamos viendo a la gente hacer todo tipo de cosas para venir a Nueva York, como alojarse en Jersey City y otras zonas perimetrales, por ejemplo.
P. Hay muchas quejas, entre otros sitios en Espa?a, sobre el impacto de Airbnb en la gentrificaci¨®n de las ciudades.
R. Hemos desarrollado una regulaci¨®n sensata en ciudades de todo el mundo. De hecho, el 80% de los 200 principales mercados de Airbnb tienen regulaciones en vigor. Suelen ser diferentes, no hay una talla ¨²nica para todos, pero hemos encontrado soluciones que funcionan con ciudades de todo el mundo. Siempre estamos dispuestos a trabajar con las ciudades y la mejor prueba es que estamos en 100.000 localidades y en la gran mayor¨ªa de ellas hemos encontrado una soluci¨®n.
P. Los vecinos acusan a Airbnb de encarecer el acceso a la vivienda.
R. Airbnb naci¨® porque yo no pod¨ªa pagar el alquiler, as¨ª que la vivienda no era asequible en las ciudades antes de Airbnb. Si lo fuera, no habr¨ªamos empezado con Airbnb. La raz¨®n es que no hay suficientes viviendas, no construyen suficientes para la gente que vive all¨ª. En las ciudades m¨¢s grandes representamos un porcentaje min¨²sculo de la vivienda y muchas no saldr¨ªan al mercado de alquiler a largo plazo. Siempre queremos ser parte de la soluci¨®n. Muchas ciudades han elaborado normativas que abordan esta cuesti¨®n. Por ejemplo, Londres ha instituido un sistema de registro que permite alquilar un cierto n¨²mero de noches al a?o y eso es una aproximaci¨®n a si alguien vive all¨ª o no. Una serie de ciudades de todo el mundo han hecho esto. Creo que hay varias formas de resolverlo, pero no creo que una prohibici¨®n total sea la mejor.
P. Su penetraci¨®n en Estados Unidos es mucho mayor que en muchos otros pa¨ªses. ?En qu¨¦ zonas planean crecer m¨¢s?
R. En Estados Unidos, Canad¨¢, Australia, Francia y Reino Unido tenemos una penetraci¨®n mucho mayor. Y en otros pa¨ªses somos m¨¢s incipientes. Especialmente en Asia, somos una marca joven y muy nueva, as¨ª que tenemos muchas oportunidades. Hemos crecido recientemente en mercados como Alemania, Brasil y Corea del Sur. Vamos a estar centrados el pr¨®ximo par de a?os en la expansi¨®n internacional, ya sea en Espa?a, Italia, Alemania y partes de Europa, Am¨¦rica Latina, Jap¨®n o Corea u otros pa¨ªses de Asia Pac¨ªfico. Airbnb es una red global de viajes, y tiende a funcionar bastante bien en todos los pa¨ªses del mundo.
P. Airbnb se ha diversificado con las experiencias y los alojamientos de lujo. ?Han identificado algunos nuevos servicios potenciales?
R. S¨ª, estamos estudiando un mont¨®n de nuevas oportunidades de productos y servicios. No tenemos nada que pueda compartir ahora mismo. Pero el enfoque general que he tenido es que cuanto m¨¢s le gusta a la gente lo que haces, m¨¢s quieren otras cosas de ti. Pero ahora queremos perfeccionar el servicio b¨¢sico que tenemos. Ahora hemos lanzado las recomendaciones del viajero con la informaci¨®n de valoraciones y servicio al cliente. A la gente le encanta Airbnb, pero algunos tienen inquietud con ese momento de la verdad, cuando se llega a un Airbnb y no no est¨¢ exactamente seguro de si es exactamente lo que reserv¨®. Y pensamos: ?Y si pudi¨¦ramos combinar la singularidad de Airbnb con la fiabilidad de un hotel? Eso son las recomendaciones del viajero, dos millones de las casas mejores y m¨¢s valoradas de Airbnb. Pero en los pr¨®ximos a?os, ver¨¢ nuevos productos y servicios por nuestra parte.
P. ?Qu¨¦ va a suponer la inteligencia artificial para Airbnb?
R. Creo que la IA va a ser transformadora para muchas empresas, especialmente empresas digitales como Airbnb. En servicio al cliente, imaginemos un hu¨¦sped de Espa?a que va a Tokio, y el anfitri¨®n es japon¨¦s. Hablan dos idiomas diferentes y est¨¢n llamando al servicio de atenci¨®n al cliente por una casa, puede ser por una miriada de problemas diferentes, a cualquier hora del d¨ªa. Es algo ¨²nico, un reto de servicio al cliente muy dif¨ªcil. La IA podr¨ªa crear una asistencia multiling¨¹e en tiempo real que los agentes de atenci¨®n al cliente podr¨ªan supervisar, podr¨ªa ser entrenada con miles de p¨¢ginas de documentaci¨®n, puede leer y comprender todo el historial de las personas con la que est¨¢n trabajando y tambi¨¦n identificar todos los problemas similares que ha habido en el pasado y buscar la mejor resoluci¨®n para ambas partes. Es incre¨ªble. Solo un ejemplo m¨¢s. Imaginemos que Airbnb fuera el agente de viajes definitivo. En vez de preguntar solo a d¨®nde y cu¨¢ndo vas, puede preguntar literalmente: ?Qui¨¦n eres? ?Qu¨¦ es lo que quieres? ?Cu¨¢les son sus preferencias? ?Con qui¨¦n viajas? Y crear todo un mundo de opciones. As¨ª que creo que al igual que cuando naci¨® internet o como cuando aparecieron los tel¨¦fonos inteligentes, esto es un cambio de plataforma, todo el juego cambia de nuevo.
P. ?C¨®mo piensan competir contra los gigantes tecnol¨®gicos?
R. Lo que hace ¨²nica a Airbnb, junto a muchas cosas, es que hemos creado una nueva categor¨ªa. La gente dice ¡®he reservado un Airbnb¡¯, o estoy airbnbing mi casa, voy a conseguir un Airbnb. Se ha convertido realmente en un sustantivo y verbo utilizado en todo el mundo. Somos sin¨®nimos de esta categor¨ªa, estamos totalmente centrados en ella, tenemos herramientas personalizadas y por eso el 90% del tr¨¢fico viene directamente a nosotros para conseguir un Airbnb, no a Google.
P. ?Qu¨¦ ha cambiado la pandemia en la forma de viajar?
R. Tenemos un pie en el mundo de antes de la pandemia y otro en el mundo de la pandemia. Antes de la pandemia, gran parte de nuestro negocio, m¨¢s o menos el 80%, era transfronterizo o en ciudades. Durante la pandemia, la gente no viajaba a ciudades y no cruzaba fronteras, y se quedaba m¨¢s tiempo y en grupos m¨¢s grandes. Hoy vemos un poco de ambas cosas, una vuelta a los viajes transfronterizos y urbanos, pero seguimos con estancias m¨¢s largas, familias que viajan y grupos m¨¢s grandes. Estamos en un periodo emocionante en el que se va a viajar mucho m¨¢s porque la gente valora las cosas que se les quitan, como la posibilidad de viajar con la pandemia. Ahora hay m¨¢s flexibilidad, m¨¢s gente puede hacer su trabajo con un port¨¢til en Zoom y eso supone que pueden viajar de forma m¨¢s flexible, ausentarse fines de semana m¨¢s largos. Y creo que a medida que pasamos m¨¢s y m¨¢s tiempo en l¨ªnea, la gente quiere desconectar, y viajar es la manera de hacerlo. Otro ejemplo. Mis amigos de la universidad viven en ciudades diferentes como le pasa a mucha gente hoy en d¨ªa. Todos los que conoc¨ªan mis padres y mis abuelos estaban en su ciudad. As¨ª que la forma de ver a la gente es a menudo viajar y tal vez hacer viajes juntos. As¨ª que los viajes han vuelto y son m¨¢s grandes que nunca. La vieja forma ha vuelto y la nueva est¨¢ aqu¨ª para quedarse.
P. ?C¨®mo ha evolucionado Airbnb desde sus inicios como alternativa asequible a un hotel a algo diferente?
R. Seguimos siendo una alternativa barata a un hotel, pero cuando empezamos Airbnb era para gente como yo, que ten¨ªa 26 a?os y poco presupuesto para viajar, pero estaba dispuesto a quedarme con otras personas, alquilar una habitaci¨®n y compartir un espacio en su casa. Hemos evolucionado para intentar tener algo para todo el mundo. Todav¨ªa tenemos habitaciones, m¨¢s de las que hemos tenido nunca, con esa idea original econ¨®mica, pero luego pasamos a alquilar un apartamento, un piso, una villa. Ahora tenemos grandes alquileres de vacaciones, casas fuera de lo com¨²n: casas en los ¨¢rboles, castillos, barcos e igl¨²s. Y adem¨¢s hemos pasado de unas pocas ciudades a ser una red global. Estamos en casi todos los pa¨ªses del mundo.
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