El SMI: lo que cabe aguardar

En diciembre de 2018 el salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) en t¨¦rminos brutos era de 736 euros cobrados en 14 pagas. Hoy, cinco a?os despu¨¦s, es de 1080. Una subida del 46,7% que, pr¨¢cticamente, triplica la del IPC general: a pesar de que casi todos somos v¨ªctimas del sesgo de ponderar en mayor medida lo ocurrido m¨¢s recientemente, los precios han subido sustancialmente menos. Concretamente, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), entre octubre de 2018 y el mismo mes de 2023, el IPC ha aumentado un 16,1%. Pero hay m¨¢s. En estos a?os ...

En diciembre de 2018 el salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) en t¨¦rminos brutos era de 736 euros cobrados en 14 pagas. Hoy, cinco a?os despu¨¦s, es de 1080. Una subida del 46,7% que, pr¨¢cticamente, triplica la del IPC general: a pesar de que casi todos somos v¨ªctimas del sesgo de ponderar en mayor medida lo ocurrido m¨¢s recientemente, los precios han subido sustancialmente menos. Concretamente, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), entre octubre de 2018 y el mismo mes de 2023, el IPC ha aumentado un 16,1%. Pero hay m¨¢s. En estos a?os el gobierno ha apostado por aliviar la carga fiscal de los trabajadores con salarios m¨¢s bajos. Concretamente, ha modificado el Impuesto sobre la renta de las Personas F¨ªsicas (IRPF) para que la mayor parte del incremento del SMI acabe en el bolsillo de los trabajadores.

Dejando al margen algunas diferencias territoriales en los tramos auton¨®micos del IRPF que afectan al m¨ªnimo exento y la escala, la retenci¨®n para los trabajadores no llega a cuatro euros por n¨®mina: 39 euros al a?o. Si no se hubiesen producido las modificaciones en el importe de la reducci¨®n por rendimientos de trabajo para los salarios m¨¢s bajos y se aplicase la normativa vigente en 2018, las retenciones ser¨ªan de casi 60 euros por n¨®mina, 836 al a?o. Esa rebaja fiscal focalizada a cargo del erario ha permitido que la pr¨¢ctica totalidad del incremento en el salario m¨ªnimo se haya traducido en aumento del salario neto. Y esto ha posibilitado una r¨¢pida convergencia al 60% del salario medio, valor de referencia en la Carta social europea.

Es tarea del grupo de expertos del Ministerio de Trabajo determinar con precisi¨®n si se ha alcanzado ya el umbral, pero me arriesgo a decir que estamos ya en ese entorno. Y eso tiene una implicaci¨®n directa para los agentes sociales y el gobierno.

El momento de las grandes subidas del SMI ha pasado. Espa?a ocupa hoy el s¨¦ptimo lugar en el ranking comunitario en este par¨¢metro; y no olvidemos que en 2022 aparecemos en la mediana de la clasificaci¨®n por PIB per c¨¢pita (14?). Parece razonable pensar que lo que toca en los pr¨®ximos a?os es tomar como referencia central la evoluci¨®n de los precios para, fundamentalmente, mantener el poder adquisitivo. En el ¨¢mbito laboral, el acento debe trasladarse a otros asuntos que quedaron pendientes en la legislatura anterior; apoyados en un di¨¢logo social que en Espa?a es ejemplo de c¨®mo intereses y puntos de vista dispares pueden conciliarse para superar el conflicto.

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