Alemania y Francia pactan su posici¨®n conjunta sobre reglas fiscales y acercan el acuerdo final
Los ministros de Finanzas se re¨²nen para tratar de acordar una postura para reformar el Pacto de Estabilidad
Los dos grandes pa¨ªses de la UE, Francia y Alemania, han llegado a un punto de encuentro sobre la reforma de las reglas fiscales. Lo hicieron este martes por la noche en Par¨ªs, apenas un d¨ªa antes de que este mismo mi¨¦rcoles los 27 ministros de Finanzas de la UE vuelvan a reunirse para intentar cerrar su posici¨®n sobre los cambios en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. ¡°Tenemos un acuerdo al 100% sobre las nuevas¡± regl...
Los dos grandes pa¨ªses de la UE, Francia y Alemania, han llegado a un punto de encuentro sobre la reforma de las reglas fiscales. Lo hicieron este martes por la noche en Par¨ªs, apenas un d¨ªa antes de que este mismo mi¨¦rcoles los 27 ministros de Finanzas de la UE vuelvan a reunirse para intentar cerrar su posici¨®n sobre los cambios en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. ¡°Tenemos un acuerdo al 100% sobre las nuevas¡± reglas fiscales, apunt¨® Bruno Le Maire, el titular franc¨¦s, al filo de las 10 de la noche, tras cenar con su hom¨®logo alem¨¢n, Christian Lindner, que le sigui¨® media hora despu¨¦s apuntando que ya coincid¨ªan ¡°en los elementos clave¡±.
Esto facilita mucho la tarea de la vicepresidenta primera espa?ola y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, en la reuni¨®n telem¨¢tica de este mi¨¦rcoles. A ella le corresponde coordinar las negociaciones por presidir Espa?a el Consejo de la UE hasta el 31 de diciembre. La distancia que separaba a Par¨ªs y Berl¨ªn y el arduo proceso de acercamiento, que, como han demostrado Le Maire y Lindner en un golpe de autoridad, ha sido bilateral, ha retrasado el calendario previsto.
Que haya acuerdo entre Francia y Alemania no garantiza que vaya a cerrarse la posici¨®n del Ecofin este mi¨¦rcoles. Hay actor clave que todav¨ªa no ha hablado: Italia. Quedarse fuera de la foto que de Par¨ªs este martes no ayuda nada, porque el Gobierno italiano no puede vender en su pa¨ªs que ha estado en la cocina del acuerdo. Y, adem¨¢s, los ¨²ltimos cambios del texto en las ¨²ltimas dos semanas no van precisamente en un sentido que le agrade.
Porque lo que hicieron Lindner y Le Maire en su cena fue ponerse de acuerdo en unos objetivos n¨²meros comunes que todav¨ªa les separaban. Esas cifras van en favor de las posturas de Berl¨ªn, que, a cambio, ha aceptado m¨¢s flexibilidad en la reducci¨®n del d¨¦ficit para los pa¨ªses que est¨¦n en un proceso de correcci¨®n, es decir, que superen el 3% del PIB. Este ¨²ltimo punto era la ¡°l¨ªnea roja¡± francesa de la que hablaba Le Maire el pasado 8 de diciembre.
De los textos publicados despu¨¦s de la reuni¨®n del Ecofin de hace dos semanas y de los cambios que han trascendido, se puede decir que de la propuesta inicial de la Comisi¨®n Europea se mantienen dos elementos clave. El primero son los planes de ajuste fiscal de cuatro a?os de duraci¨®n para los pa¨ªses que tengan una deuda p¨²blica que supere el 60% de su PIB, cifra que ya figura en los tratados comunitarios. Esos planes podr¨¢n alargarse tres a?os m¨¢s, hasta llegar a siete, si el pa¨ªs concernido se compromete a hacer reformas e inversiones en los campos marcados como estrat¨¦gicos por la UE (transiciones digital y ecol¨®gica, y Seguridad). Las sendas de ajuste se negociar¨¢n entre el Gobierno del Estado miembro y el Ejecutivo comunitario, como sucede ahora con los planes nacionales de recuperaci¨®n, buscando as¨ª evitar la imagen de diktat tan extendida durante la crisis financiera de la pasada d¨¦cada. Antes de entrar en esta negociaci¨®n, Bruselas analizar¨¢ la sostenibilidad de la deuda de cada pa¨ªs y este resultado ser¨¢ clave para comenzar las conversaciones.
El segundo elemento clave es la regla de gasto, que b¨¢sicamente establecer¨¢ que un pa¨ªs no podr¨¢ tener un gasto primario superior a sus ingresos. En el gasto primario no se incluyen el pago de los intereses de la deuda ni buena parte del seguro de desempleo.
A partir de aqu¨ª, Alemania y los pa¨ªses m¨¢s partidarios del rigor fiscal han presionado para que se incluyeran salvaguardas y objetivos num¨¦ricos comunes para todos, independientemente de cu¨¢l fuera su situaci¨®n de partida. Y, desde luego, puede decirse que Berl¨ªn ha logrado buena parte de lo que buscaba. Por ejemplo, los Estados que tengan un d¨¦ficit por debajo del 3%, pero tengan una deuda p¨²blica equivalente al 90% de su PIB o m¨¢s, tendr¨¢n que reducirla en un promedio de al menos un punto de PIB durante la duraci¨®n de los planes de ajuste. Este esfuerzo se queda en el 0,5 si el pasivo se sit¨²a entre el 60% y el 90%.
Otra de esas referencias num¨¦ricas ser¨ªa fijar un objetivo de d¨¦ficit para todos los pa¨ªses por debajo del 3% de PIB. Los tratados se?alan ese porcentaje como el tope m¨¢ximo que no se debe superar, so pena de que el pa¨ªs que lo haga sufra un procedimiento de d¨¦ficit excesivo para corregir la situaci¨®n. Lo que ha obtenido Alemania es que el objetivo sea el 1,5% para los pa¨ªses que ya han salido de los planes de ajuste y est¨¢n en una situaci¨®n sostenibilidad fiscal.
Del otro lado, el de la flexibilidad reclamado por Francia, la redacci¨®n de los textos que entran a la reuni¨®n del mi¨¦rcoles apunta a un tratamiento especial para el gasto en Seguridad y Defensa, ya que si esa partida presupuestaria se dispara un a?o y el descuadre supera el 3% del PIB se podr¨¢ considerar como un atenuante. Otro punto ser¨ªa la ¡°l¨ªnea roja¡± de Par¨ªs, un tratamiento especial para los pa¨ªses que tengan un d¨¦ficit superior al 3% del PIB en los primeros a?os de vigencia de las nuevas normas (2025, 2026 y 2027), concretamente una consideraci¨®n especial por el aumento del pago de intereses ante la subida de tipos del BCE.
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