El reparto a domicilio se reubica tras las multas y la ¡®ley rider¡¯: menos inversiones y dudas sobre la viabilidad
Stuart se retira, Just Eat pondr¨¢ menos esfuerzos en el sur de Europa y la due?a de Glovo duda de que se pueda ser viable con la actual regulaci¨®n
Winner takes it all; el que gana se lo queda todo. El mundo de las empresas emergentes, o startups, y en especial el sector de las plataformas de reparto a domicilio, suele operar bajo esta premisa. Y en esta carrera, los jugadores se est¨¢n reposicionando. El 15 de abril, Stuart comunic¨® que abandonar¨¢ el mercado espa?ol y despedir¨¢ a unos 200 empleados. Dos d¨ªas despu¨¦s, ...
Winner takes it all; el que gana se lo queda todo. El mundo de las empresas emergentes, o startups, y en especial el sector de las plataformas de reparto a domicilio, suele operar bajo esta premisa. Y en esta carrera, los jugadores se est¨¢n reposicionando. El 15 de abril, Stuart comunic¨® que abandonar¨¢ el mercado espa?ol y despedir¨¢ a unos 200 empleados. Dos d¨ªas despu¨¦s, Just Eat anunciaba que empezar¨¢ a invertir menos en el sur de Europa. Y Delivery Hero, due?a de Glovo, reconoce que esta empresa puede no ser viable, como inform¨® este diario.
Detr¨¢s de todo ello est¨¢ el cambio de contexto de mercado, que impide crecer sin freno aunque sea a p¨¦rdidas. Pero tambi¨¦n el efecto de la presi¨®n que la justicia y las inspecciones han ejercido sobre las empresas por su modelo laboral, y que desde hace dos a?os y medio tambi¨¦n ejerce la ley rider. Las diferencias en c¨®mo se han adaptado las empresas a esta regulaci¨®n est¨¢n detr¨¢s de su lucha por hacerse con todo el pastel.
Por las venas de Glovo, Deliveroo, Stuart, Uber Eats o Just Eat, compa?¨ªas que con sus mochilas de colores a lomos de ciclistas y motoristas han cambiado el paisaje de las ciudades espa?olas, corr¨ªa hasta hace poco el dinero de los fondos de capital riesgo o el de sus grandes empresas matrices, que no ped¨ªan una rentabilidad inmediata sino una carrera agresiva para hacerse con la m¨¢xima cuota de mercado posible. Y esto lo consegu¨ªan de dos maneras: con bajos precios y con bajos costes.
Restaurantes que prescinden de las plataformas
Ahora el contexto es otro: los fondos se arriesgan menos y piden m¨¢s rentabilidad, y las empresas tienen que demostrar que sus cuentas son s¨®lidas. As¨ª es m¨¢s dif¨ªcil luchar por el precio que se ofrece al consumidor, y las empresas tampoco pueden subir para siempre las comisiones que cobran a los restaurantes porque estos tienen un l¨ªmite. No son pocos los que deciden prescindir del reparto a domicilio a trav¨¦s estas plataformas.
Por el lado de los costes, estos han subido a causa de la regulaci¨®n: primero por las sanciones que los tribunales y la Inspecci¨®n de Trabajo ha ido imponiendo a muchas de las compa?¨ªas, y luego por el incremento de cargos que representa tener que cumplir la ley rider, que obliga a contratar a los repartidores que antes trabajaban como falsos aut¨®nomos. En 2021, antes de que entrara en vigor la norma, Deliveroo decidi¨® dejar de operar en Espa?a.
La propia Stuart lo admit¨ªa en el comunicado en el que explica su proceso de reestructuraci¨®n. La empresa, fundada en 2015 entre Par¨ªs y Barcelona y que a finales del a?o pasado fue adquirida por el grupo alem¨¢n Mutares, argumenta que tom¨® esta decisi¨®n para ¡°hacer frente al impacto de la inflaci¨®n, el aumento de los costes operativos y la reciente aplicaci¨®n de la ley rider en Espa?a, que han influido directamente en la capacidad para generar un crecimiento rentable en el mercado espa?ol¡±.
La compa?¨ªa detall¨® que este mercado supone menos del 1,4% de los ingresos del grupo, y que a partir de ahora se centrar¨¢ en mercados m¨¢s rentables, aunque mantendr¨¢ en Barcelona un centro tecnol¨®gico. En febrero, un juzgado de Barcelona conden¨® a Stuart a abonar 237.000 euros a la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social en concepto de las cuotas de 108 repartidores que trabajaban para la compa?¨ªa aut¨®noma, aunque deb¨ªan estar en plantilla.
Dif¨ªcil rentabilidad
Tambi¨¦n Just Eat ve muy dif¨ªcil alcanzar la rentabilidad en el mercado espa?ol. Patrik Bergareche, vicepresidente ejecutivo de la regi¨®n sur en Just Eat Takeaway.com, explica que ¡°Espa?a contin¨²a siendo un mercado clave para el grupo¡± y que continuar¨¢n apostando aqu¨ª. Sin embargo, tambi¨¦n recuerda que en los mercados del sur de Europa ¡°son menos maduros y el nivel de competencia es generalmente mayor, por lo que es m¨¢s dif¨ªcil generar escala¡±. El consejero delegado del grupo, Jitse Groen, ya reconoci¨® en abril que est¨¢n invirtiendo menos en el sur de Europa.
En el caso de Espa?a, Bergareche suma el argumento de que existe un agravio comparativo: ¡°Estos fuertes niveles de inversi¨®n [que acomete Just Eat en Espa?a] son insuficientes para compensar el injusto beneficio que algunos de nuestros competidores generan por operar con un modelo de falsos aut¨®nomos que les permite ahorrar en torno a un 40% en costes laborales¡±, se?ala.
Just Eat explica que su modelo se adapt¨® a la conocida como ley Rider con la contrataci¨®n de los repartidores, a menudo a trav¨¦s de empresas de trabajo temporal, mientras que otras empresas no lo han hecho. ¡°Aprovechan el ahorro generado por no cumplirla para mejorar su visibilidad a trav¨¦s de campa?as de marketing y publicidad, o cerrar acuerdos de colaboraci¨®n en unas condiciones que son muy dif¨ªciles de contrarrestar¡±, se?ala Bergareche. Conf¨ªa, no obstante, en que el tiempo, los reguladores y la justicia pondr¨¢n a todos al mismo nivel: ¡°Cuando baje la marea, se ver¨¢ qui¨¦n lleva traje de ba?o puesto, y qui¨¦n no. La acumulaci¨®n de multas que acumulan aquellos que no cumplen con la ley es de cientos de millones de euros¡±.
Agravio comparativo
A quien tienen en mente tanto Stuart como Just Eat es a Glovo, la empresa que lidera el sector en Espa?a y la que menos est¨¢ cumpliendo con la regulaci¨®n. Tras un reguero de multas y sanciones impuestas a la startup barcelonesa, la ¨²ltima reprimenda es el informe del Ministerio de Trabajo con cientos de casos de repartidores que siguen siendo falsos aut¨®nomos, que ha impulsado una investigaci¨®n penal de la Fiscal¨ªa de Barcelona.
La propia empresa matriz de Glovo, Delivery Hero, reconoce en su memoria anual que las multas, los pagos a la Seguridad Social y la contrataci¨®n de los repartidores pueden representar unos costes de 450 millones de euros. ¡°Existe una incertidumbre significativa con respecto a la capacidad de Glovo para continuar como una empresa en funcionamiento¡±, se?alaba la matriz alemana.
?Pese a las dificultades que dice atravesar, podr¨ªa la empresa que menos cumple la ley quedarse con el trozo m¨¢s grande del pastel? Eduard ?lvarez, profesor de Estudios de Econom¨ªa y Empresa de la UOC, cree que todav¨ªa es pronto para decirlo. Recuerda que no todas las empresas son iguales. Y que Stuart se centraba m¨¢s en el reparto de paqueter¨ªa entre negocios, mientras que Just Eat ¡ªcomo explica el propio Bergareche¡ª es ¡°una marca de referencia en el panorama del reparto¡± pese a que su peso en sectores distintos del de la restauraci¨®n todav¨ªa es peque?o.
?lvarez destaca que no es f¨¢cil dar con los porcentajes de la cuota de mercado que tiene cada uno, pero cree que Glovo lo lidera con aproximadamente un 50%, con Just Eat segundo con un 25% y con Uber Eats tercero con el 20%. ¡°Estos tres operadores se quedar¨¢n en el mercado. No se ir¨¢n y es muy dif¨ªcil que entre uno nuevo, porque el mercado empieza a estar bastante saturado¡±, explica el profesor, que cree que la consecuencia de este mercado m¨¢s cerrado tendr¨¢ consecuencias negativas no para el consumidor, sino para los peque?os restaurantes, a los que les subir¨¢n hasta donde puedan las comisiones.
La carrera para hacerse con el m¨¢ximo trozo posible del pastel hace extra?os compa?eros de cama. Esta semana, desde los cuarteles generales de Uber en San Francisco (Estados Unidos) se dio luz verde a inyectar unos 1.250 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 1.150 millones de euros al cambio actual) al grupo alem¨¢n Delivery Hero. Una empresa que, como due?a de Glovo, compite en muchos mercados ¡ªentre ellos, el espa?ol¡ª con el negocio de reparto a domicilio de la multinacional, Uber Eats.
Estos ingresos ¡ªla mayor parte, 950 millones de d¨®lares, ser¨¢ mediante la compra por parte de Uber del negocio de Delivery Hero en Taiw¨¢n, mientras que el resto, unos 300 millones de d¨®lares, vendr¨¢n mediante la adquisici¨®n de acciones del grupo alem¨¢n en una ampliaci¨®n de capital¡ª permitir¨¢n a Delivery Hero coger aire, despu¨¦s de registrar unas p¨¦rdidas el a?o pasado de 2.305 millones de euros. Glovo, de la que el grupo alem¨¢n tiene el 99% de la sociedad, preve¨ªa tener unas p¨¦rdidas de 209 millones de euros en 2023, una cantidad que puso como salvaguarda ante la Audiencia Nacional para aplazar el pago de algunas de las multas que ha recibido. En la carrera para quedarse con todo el mercado, hasta las grandes multinacionales que compiten entre ellas se ayudan para mantener su trozo del pastel.
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