Catalu?a recibe ingresos por encima de la media, aunque pierde 2.000 millones tras aportar a la solidaridad
Madrid, Catalu?a y Baleares son las tres aportadoras netas del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Ninguna de ellas est¨¢ infrafinanciada, seg¨²n Fedea
El modelo de financiaci¨®n singular para Catalu?a, pactado la semana pasada entre el PSC y ERC para desbloquear la investidura de Salvador Illa, se basa en la premisa de que la Generalitat est¨¢ infrafinanciada. Sin embargo, hay quien discrepa de ese planteamiento. Seg¨²n los datos que ofrece este lunes la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea), basados en la liquidaci¨®n del sistema de financiaci¨®n, Catalu?a se situ¨® en el a?o 2022 ligeramente por encima de la media en cuanto a recursos efectivos por habitante, con 3.396 euros por persona frente a los 3.365 euros del promedio del pa¨ªs.
El informe La liquidaci¨®n de 2022 del sistema de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n, publicado a?o a a?o por ?ngel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea, dise?a un ¨ªndice en el que la media de financiaci¨®n relativa por habitante ajustado se sit¨²a en 100. A partir de ah¨ª, se puede ver qu¨¦ territorios se quedan por encima ¡ªlos que estar¨ªan sobrefinanciados¡ª y cu¨¢les se colocan por debajo ¡ªlos infrafinanciados¡ª. En concreto, con 100,9 puntos, Catalu?a se situ¨® inmediatamente por encima de la media, por debajo de Galicia (102,5) y justo por encima de Madrid, que en esta ocasi¨®n se queda exactamente al mismo nivel que el promedio.
Hist¨®ricamente, las regiones mejor financiadas de Espa?a son La Rioja, Cantabria y Baleares, que en 2022 oscilaron entre los 115 y los 117 puntos. Las que reciben menos recursos son, por su parte, Murcia (90,8 puntos), Comunidad Valenciana (91,8), Andaluc¨ªa (94,6) y Castilla-La Mancha (94,9), que arrastran un d¨¦ficit de recursos desde hace m¨¢s de 10 a?os. Madrid y Catalu?a, n¨²mero arriba, n¨²mero abajo, siempre se han colocado por encima de la media del pa¨ªs. Por eso, esgrimen desde Fedea, los datos no respaldan la teor¨ªa de que la Generalitat sufre de falta de recursos.
En Espa?a hay comunidades m¨¢s ricas que otras. Por eso, con el objetivo de que todas puedan ofertar los servicios p¨²blicos en igualdad de condiciones, se puso en marcha hace a?os el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, dise?ado para corregir las anomal¨ªas derivadas de unas capacidades fiscales muy dispares. Para alcanzar ese objetivo, el modelo prev¨¦ transferencias tanto verticales ¡ªdesde el Estado hacia las 15 regiones de r¨¦gimen com¨²n¡ª como horizontales ¡ªentre los distintos territorios¡ª. Una vez que se producen todos esos ajustes, las tres comunidades con mayor capacidad fiscal (Madrid, Catalu?a y Baleares) se convierten en aportadoras netas del sistema, es decir, dan m¨¢s de lo que obtienen. Por su parte, las otras 12 pasan a ser receptoras.
Madrid es el territorio con mayor capacidad fiscal. En 2022 anot¨® unos ingresos tributarios homog¨¦neos de 29.393 millones de euros. Sin embargo, tras los ajustes del sistema, tuvo una financiaci¨®n efectiva de 21.998 millones, dejando un saldo neto desfavorable de 7.395 millones, el 25% de sus recursos iniciales. Esto convierte a la regi¨®n central en la gran aportadora del sistema.
Tras ella se situ¨® Catalu?a, otro de los territorios que dan a la solidaridad interterritorial. En su caso, tras registrar unos ingresos iniciales de 28.000 millones, se qued¨® con una financiaci¨®n efectiva de 25.912 millones, lo que da lugar a un saldo neto negativo de 2.088 millones de euros (el 7,4% de sus recursos). Baleares se qued¨® con 4.529 millones de financiaci¨®n efectiva tras contribuir a la solidaridad con 345 millones. El resto de regiones disfrut¨® de saldos positivos, con cifras que oscilan entre los 377 millones de La Rioja y los 6.100 millones de Andaluc¨ªa.
Los ingresos de las regiones bajo el actual esquema provienen de la recaudaci¨®n de los tributos cedidos total o parcialmente por el Estado y de sus participaciones en una serie de fondos que canalizan transferencias estatales hacia los gobiernos regionales y redistribuyen recursos entre ellos. El m¨¢s importante es el llamado Fondo de Garant¨ªa (de Servicios P¨²blicos Fundamentales), que se nutre con un 75% de los ingresos tributarios te¨®ricos o normativos de las comunidades aut¨®nomas y con una aportaci¨®n adicional del Estado.
Estos recursos se reparten mediante una f¨®rmula de necesidades de gasto que cuantifica los recursos que se consideran necesarios en cada regi¨®n para financiar un nivel uniforme de servicios p¨²blicos, como sanidad o educaci¨®n. Para determinar las cuant¨ªas que deben llegar a cada autonom¨ªa se utiliza la variable de poblaci¨®n ajustada, un modelo que sustituye a la poblaci¨®n real de cada territorio y que tiene en cuenta caracter¨ªsticas como la densidad demogr¨¢fica o el n¨²mero de habitantes en edad escolar o mayor de 65 a?os. Al Fondo de Garant¨ªa se le unen otros como el Fondo de Suficiencia (Global) y los Fondos de Convergencia Auton¨®mica, que se financian con recursos del Estado y tienen menos importancia.
Fedea recuerda que el volumen total de la financiaci¨®n definitiva de las comunidades de r¨¦gimen com¨²n, medida a competencias homog¨¦neas e igual esfuerzo fiscal, experiment¨® en 2022 un incremento anual de unos 18.200 millones de euros (un 13,8%) ¡°debido fundamentalmente a la buena evoluci¨®n de los ingresos tributarios auton¨®micos y estatales¡±. A la espera de los datos oficiales, se espera que en 2023 y 2024 contin¨²e la tendencia, para estabilizarse a partir de 2025.
Los datos de Fedea difieren ligeramente de los que la Generalitat publica cada verano, y que se limitan a realizar una suma de los recursos aportados y los finalmente recibidos, divididos por la poblaci¨®n de la comunidad. En ese an¨¢lisis, el Departamento de Econom¨ªa auton¨®mico critica que Catalu?a queda por debajo de la media (en sus c¨¢lculos recibe 3.264 euros por habitante, frente a los 3.341 euros de promedio espa?ol) y sobre todo utiliza el c¨¢lculo para cargar contra el incumplimiento del principio de ordinalidad incluido en el Estatuto de Autonom¨ªa catal¨¢n. Seg¨²n este, cuando los mecanismos de redistribuci¨®n de fondos ya se ha aplicado, ninguna comunidad aut¨®noma puede quedar por delante de otra con mayor capacidad fiscal. En el caso de Catalu?a, pasa de ser la tercera a ser la d¨¦cima, en un decalaje que afecta tambi¨¦n a Madrid y Baleares.
De hecho, la consellera de Econom¨ªa, Nat¨¤lia Mas, ha criticado el m¨¦todo de c¨¢lculo utilizado por Fedea. Considera un error utilizar el m¨¦todo de poblaci¨®n ajustada sin que tenga en cuenta el coste de la vida en cada territorio y denuncia que los ingresos tributarios utilizados no son los oficiales. Y, sobre todo, critica que una comunidad pueda elevar los recursos por habitante un 30% a partir del sistema de solidaridad, sin que ese reparto acabe teniendo efectos en la mejora de las comunidades con menor renta.
Los resultados del sistema de financiaci¨®n son uno de los pilares que, a ojos de los t¨¦cnicos de la Administraci¨®n catalana, estar¨ªa tras el d¨¦ficit fiscal que sufre Catalu?a cada a?o y que en el ¨²ltimo informe situaban en los 22.000 millones de euros. En ese caso se tienen en cuenta las inversiones que realiza el Estado en Catalu?a y el gasto de la Administraci¨®n central en la comunidad.
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