El sistema de pensiones espa?ol es m¨¢s generoso con quien ha cotizado menos a?os y por menos dinero
Un estudio actuarial elaborado por economistas y publicado por el Instituto Santaluc¨ªa apunta que, aunque la reforma de 2011 redujo la generosidad del modelo, este sigue siendo poco sostenible
La Seguridad Social es como un ser vivo porque est¨¢ en constante cambio. Esta es la idea que defendi¨® la pasada semana la ministra de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en el Congreso de los Diputados durante su presentaci¨®n de la ¨²ltima reforma de pensiones acordada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos, un pacto que este mismo mi¨¦rcoles se escenificar¨¢ en el Palacio de La Moncloa. Los cambios, que a¨²n tienen que ser aprobados en el Congreso, pretenden hacer el sistema m¨¢s sostenible, al igual que las otras tres reformas del sistema de la anterior legislatura. Y lo hacen actuando por la v¨ªa de los ingresos, tratando de aumentarlos incentivando que los trabajadores se jubilen m¨¢s tarde. Esta ¨²ltima reforma no ha efectuado, sin embargo, cambios param¨¦tricos sobre el gasto, por lo que mantiene pr¨¢cticamente intacta la generosidad de las jubilaciones actuales. Una generosidad que, seg¨²n un trabajo publicado por economistas del Instituto Santaluc¨ªa este martes, es a¨²n mayor para quienes han cotizado menos a?os y por menos dinero.
A¨²n es pronto para saber si las medidas pactadas conseguir¨¢n hacer el sistema sostenible solo con el retraso voluntario de las jubilaciones, ya que en ¨²ltima instancia depende de la voluntad individual de los futuros jubilados. Lo que s¨ª parece evidente, seg¨²n la evidencia actuarial, es que la anterior reforma de 2011 ¡ªque prolong¨® la edad ordinaria de jubilaci¨®n de forma progresiva hasta los 67 a?os a partir de 2027 y endureci¨® la escala de aseguramiento, con lo que hizo que costara m¨¢s a?os y m¨¢s aportaciones llegar al 100% de la pensi¨®n¡ª s¨ª rest¨® algo de generosidad al sistema espa?ol. Sin embargo, y siempre seg¨²n el an¨¢lisis actuarial, dicho recorte no ha hecho el sistema lo suficientemente sostenible porque a¨²n as¨ª el PIB crece bastante menos que la generosidad del sistema, a pesar de los recortes de 2011.
As¨ª lo desvela el citado estudio de Santaluc¨ªa que lleva como t¨ªtulo An¨¢lisis intergeneracional de generosidad del sistema de pensiones de jubilaci¨®n espa?ol a partir de la muestra continua de vidas laborales de 2022. El documento, que ha sido elaborado por cuatro economistas del mundo acad¨¦mico expertos en pensiones ¡ªJos¨¦ Enrique Devesa y Robert Meneu, de la Universidad de Valencia; e Inmaculada Dom¨ªnguez y Borja Encinas, de la Universidad de Extremadura¡ª analiza el grado de rentabilidad de las pensiones en t¨¦rminos globales y en funci¨®n de distintos colectivos, para comprobar con qu¨¦ tipo de beneficiarios el sistema es m¨¢s generoso.
As¨ª, este an¨¢lisis calcula, con el detalle las vidas laborales de casi 10.000 trabajadores que se jubilaron en 2022, el denominado Tasa Interna de Rendimiento (TIR) de los nuevos jubilados. Para ello, relacionan las aportaciones que efectuaron al sistema con las prestaciones de jubilaci¨®n que van a recibir, usando la probabilidades de supervivencia a partir del momento del retiro. Seg¨²n esto, el TIR global obtenido para las altas de jubilaci¨®n de 2022 es del 3,79%.
D¨®nde est¨¢n las prestaciones m¨¢s generosas
Si bien, el TIR, esto es el porcentaje de lo que un jubilado se lleva de m¨¢s con el cobro de su pensi¨®n en comparaci¨®n con lo que ha puesto (cotizado), es mayor para determinados colectivos, para quienes el sistema es, por tanto, m¨¢s generoso. Es el caso, dentro del grupo analizado de nuevos jubilados de 2022, de los trabajadores que han tenido cortas carreras de cotizaci¨®n (de menos de 25 a?os), cuyo TIR es del 6,04%, frente al 3,26% de aquellos que cotizaron 45 o m¨¢s a?os. Asimismo, el sistema actual es m¨¢s generoso con los que se jubilan a la edad ordinaria (con una rentabilidad de sus pensiones del 4,03%, en comparaci¨®n con aquellos que se jubilan anticipadamente (3,52%) o de forma demorada (2,68%).
Atendiendo a las cantidades aportadas al sistema, los que cuentan con bases de cotizaci¨®n m¨¢s bajas (hasta 874 euros al mes) y, por tanto, han cotizado por menos cantidad, tienen un TIR m¨¢s generoso, del 4,43%; mientras que las bases medias y altas tienen unas rentabilidades en sus pensiones del 3,67% y 3,72% respectivamente. Esto se explica, porque m¨¢s de la mitad de los beneficiarios con bases m¨¢s bajas reciben el complemento a m¨ªnimos, que aumenta la pensi¨®n que te¨®ricamente les corresponder¨ªa, para poder percibir la pensi¨®n m¨ªnima que determina la ley. De esta forma, estas diferencias responden a un objetivo de solidaridad del sistema y, por este motivo, ¡°estar¨ªan justificadas¡±, indican los autores del an¨¢lisis que, igualmente, justifican otras divergencias, como las orientadas a reducir la brecha de g¨¦nero. Por el contrario, no encuentran sentido a las discrepancias que priman con m¨¢s generosidad a los que tienen carreras m¨¢s cortas de cotizaci¨®n.
En cualquier caso, m¨¢s all¨¢ de estas diferencias internas del modelo espa?ol, el citado TIR global del sistema 3,79% ¡°indica la elevada generosidad del sistema de pensiones de jubilaci¨®n espa?ol, ya que supera ampliamente la rentabilidad m¨¢xima que deber¨ªa ofrecer un sistema de reparto (en el que los cotizantes financian las prestaciones de los pensionistas) para ser sostenible y que viene delimitada por el crecimiento real del PIB¡±.
De hecho, aunque las reformas de pensiones efectuadas en los ¨²ltimos a?os, fundamentalmente la de 2011, han recortado la rentabilidad de las pensiones medida por el TIR, ¨¦ste estar¨ªa actualmente entre 2 y 2,5 puntos porcentuales por encima del crecimiento real del PIB. Todo esto lleva a los autores del informe a sostener que ¡°existe un aumento impl¨ªcito de la generosidad del sistema que proviene, no de un aumento del valor del TIR (la rentabilidad de las pensiones), que ha decrecido desde 2011, sino de un menor crecimiento esperado del PIB real¡±.