La digitalizaci¨®n de la econom¨ªa se estanca en 11 autonom¨ªas y Madrid y Catalu?a ampl¨ªan su brecha

La digitalizaci¨®n de la econom¨ªa en Espa?a parece correr a dos velocidades muy distintas. En la ¨²ltima d¨¦cada, el peso de las nuevas tecnolog¨ªas y de la conectividad ha avanzado sustancialmente y ya representa alrededor del 21% del PIB del pa¨ªs, unos cinco puntos porcentuales m¨¢s que en el a?o 2013. El aumento implica que, en t¨¦rminos absolutos, el valor a?adido bruto digital alcance ya los 279.000 millones de euros. Sin embargo, seg¨²n muestra el an¨¢lisis territorializado, los avances digitales est¨¢n lejos de repartirse de forma homog¨¦nea y tienden a concentrarse en una serie de comunidades aut¨®nomas, lo que da pie a un pa¨ªs que crece a ritmos muy dispares. Mientras que a la cabeza se sit¨²an Madrid y Catalu?a, a la cola hay un grupo de hasta 11 autonom¨ªas ¡ªadem¨¢s de Ceuta y Melilla¡ª que se est¨¢n quedando rezagadas, entre las que se encuentran las Islas Canarias, Murcia, Extremadura o las dos Castillas.

Seg¨²n muestran los datos de La econom¨ªa digital en Espa?a: avances y retos por regiones y sectores 2025 (y que pueden consultarse aqu¨ª), un informe realizado por la Fundaci¨®n Cotec para la innovaci¨®n y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie), estos 11 territorios tienen tanto un peso en la digitalizaci¨®n como un crecimiento econ¨®mico que son inferiores a la media nacional en el periodo analizado. Adem¨¢s de las ya mencionadas, en este grupo de regiones divergentes se situar¨ªan Arag¨®n, La Rioja, Asturias, Navarra, Cantabria y Galicia.

Por su parte, el Pa¨ªs Vasco estar¨ªa en una situaci¨®n de liderazgo estancado, mientras que Andaluc¨ªa, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares destacar¨ªan con una evoluci¨®n favorable o convergente. Por eso, aunque de manera general todos los territorios han mejorado sus ratios, la brecha entre ellos se ha hecho m¨¢s profunda debido a los diferentes ritmos de avance. Hay claros ganadores y perdedores.

La digitalizaci¨®n de la econom¨ªa, se?alan desde Cotec, tiene un impacto claro en el comportamiento productivo y salarial de los territorios. ¡°Apoyar el crecimiento econ¨®mico en factores de producci¨®n digitales tiene dos ventajas claras¡±, apuntan. En primer lugar, la contribuci¨®n al crecimiento de los factores digitales es mayor que su peso en la econom¨ªa, ¡°lo que indica su capacidad de generar externalidades positivas¡±. En segundo lugar, hace que la econom¨ªa sea m¨¢s resiliente a las sacudidas y conmociones econ¨®micas, ¡°pues su reducci¨®n en las crisis es menos intensa que los factores no digitales¡±.

Todas estas caracter¨ªsticas sit¨²an a Madrid y Catalu?a en una posici¨®n privilegiada respecto al resto de autonom¨ªas. Estos dos territorios, ya de por s¨ª, concentran la mayor parte del PIB nacional, con un peso conjunto aproximado del 38% en la econom¨ªa (19,6% y 18,8%, respectivamente). Sin embargo, la tendencia de acumulaci¨®n es todav¨ªa mayor si se mide ¨²nicamente el valor a?adido bruto digital, ya que los dos territorios ser¨ªan responsables por s¨ª solos del 49% de este indicador a nivel nacional (un 28,3% y un 20,6%, respectivamente). Eso significa que las otras 15 comunidades y las dos ciudades aut¨®nomas contribuyen menos al PIB digital total de Espa?a que lo que les corresponder¨ªa seg¨²n su peso econ¨®mico.

El liderazgo que ostenta Madrid se hace patente porque, seg¨²n los datos recopilados por Cotec y el Ivie, un tercio de su actividad econ¨®mica total se debe a la digitalizaci¨®n (30,3%). En Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco, el peso de esta intensidad digital cae levemente, al 22,8% y al 22,1%, respectivamente. El resto de las regiones se acercan o divergen de la media, pero ¡°existe una asociaci¨®n clara entre la mayor penetraci¨®n de la digitalizaci¨®n y su crecimiento¡±. Para muestra, detalla el informe, las mismas regiones que lideran en intensidad digital son las que m¨¢s han crecido, mientras que Murcia, Arag¨®n, Extremadura y Castilla-La Mancha son las que menos lo han hecho.

Una de las causas de esta brecha est¨¢ en la especializaci¨®n productiva. Por lo general, el avance de la digitalizaci¨®n es transversal en toda la econom¨ªa, ya que 20 de los 21 sectores productivos principales han incrementado su intensidad digital (que se define como el peso del valor a?adido digital sobre el valor a?adido del sector) entre 2011 y 2023. La ¨²nica excepci¨®n es el sector financiero, pero porque inici¨® este proceso antes que el resto, mientras que los mayores crecimientos se dan en las telecomunicaciones, las actividades profesionales y la fabricaci¨®n de maquinaria y bienes de equipo. A la cola est¨¢n las actividades inmobiliarias, la agricultura y pesca y la hosteler¨ªa, unas ramas que suelen tener m¨¢s peso en los territorios que se est¨¢n quedando atr¨¢s.

Todo ello tambi¨¦n tiene impacto en el empleo y en los salarios. Madrid, Catalu?a, el Pa¨ªs Vasco y Navarra tienen estructuras productivas en las que pesan m¨¢s los sectores de actividad m¨¢s digitalizados. Por eso, las dos primeras concentran m¨¢s del 44% de todas las profesiones digitales, de nuevo con una participaci¨®n en el trabajo digital mayor que su peso en el conjunto del mercado laboral. Una tendencia que previsiblemente ir¨¢ a m¨¢s, puesto que este tipo de labores, sobre todo las que recaen en perfiles especialistas, crecen m¨¢s que el resto: entre 2011 y 2023, el incremento del empleo digital fue del 23%, duplicando el crecimiento del empleo total (11%). Son perfiles, adem¨¢s, mejor tratados, ya que cuentan con una prima salarial del 43% en comparaci¨®n con un trabajador promedio de Espa?a.