Las mujeres a¨²n son menos de la mitad de la fuerza laboral en la mayor¨ªa de sectores de la econom¨ªa
Del centenar de ramas de la Clasificaci¨®n Nacional de Actividades, las trabajadoras solo son m¨¢s del 50% en 27. Son m¨¢s en los sectores peor retribuidos y menos en los de mejores n¨®minas
Las mujeres son el 50,1% de la poblaci¨®n de 16 a 67 a?os en Espa?a, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Aunque son la mitad de la poblaci¨®n en edad de trabajar, a¨²n est¨¢n lejos de representar esa proporci¨®n entre los empleados de Espa?a. Seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa eran el 46,4% en el tercer trimestre, un porcentaje que avanza despacio, pero de forma sostenida. Esto tambi¨¦n se aprecia al estratificar por sectores, con cada vez m¨¢s en que ellas representan la mitad o m¨¢s de la fuerza laboral. Hoy son 27 de los 100 que contempla la Clasificaci¨®n Nacional de Actividades Econ¨®micas (CNAE), cinco m¨¢s que hace una d¨¦cada. Sin embargo, en la mayor¨ªa de actividades ellos siguen siendo m¨¢s, pese al empate por sexos a nivel demogr¨¢fico. Asimismo, ellas son m¨¢s en los sectores peor retribuidos y menos en los de mejores salarios.
Las mujeres son m¨¢s del 70% de la fuerza laboral en el empleo dom¨¦stico (89,4%), en servicios sociales (87%), en residencias de asistencia ¡ªnormalmente para la tercera edad¡ª (82,6%), en actividades veterinarias (72,7%), en otros servicios personales (72,6%), en actividades sanitarias (72,2%) y en actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales (71,9%). ¡°Es evidente que se trata de trabajos vinculados a sectores de cuidados. Hemos denunciado la desvalorizaci¨®n social y econ¨®mica de los cuidados. Como se presupone que las mujeres cuidamos por naturaleza, no se valora la especializaci¨®n que se requiere¡±, denuncia la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de trabajo de CC OO, Carolina Vidal. Subraya que ¡°en muchos de estos sectores las mujeres trabajan a tiempo parcial, lo que recorta a¨²n m¨¢s su salario; por eso decimos tambi¨¦n que la pobreza laboral tiene rostro de mujer¡±.
La proporci¨®n de mujeres tambi¨¦n es alt¨ªsima en confecci¨®n de prendas de vestir (69,4%), educaci¨®n (68,4%), actividades relacionadas con el empleo (como empresas de trabajo temporal) 64,8%, en actividades administrativas (64,4%), en agencias de viajes y operadores tur¨ªsticos (62,5%), actividades asociativas (62,2%), servicios a edificios y jardiner¨ªa (61,8%), en fabricaci¨®n de productos farmac¨¦uticos (61,5%), en descontaminaci¨®n y gesti¨®n de residuos (61,3%), en comercio al por menor (61,3%) y en seguros y fondos de pensiones (60,8%).
De las 27 actividades en que ellas son mayor¨ªa, en 16 de ellas el salario medio mensual est¨¢ por debajo de la media de la econom¨ªa. Destacan el empleo dom¨¦stico, las ocupaciones relacionadas con hosteler¨ªa o los servicios sociales, con m¨¢s mujeres y retribuciones que apenas alcanzan el salario m¨ªnimo interprofesional. De las 10 actividades con peores n¨®minas de la econom¨ªa (seg¨²n la Encuesta Trimestral de Coste Laboral), en siete hay m¨¢s mujeres que hombres. Vidal percibe ¡°un sesgo de g¨¦nero que tiene un reflejo en el sistema retributivo y de clasificaci¨®n profesional, que conduce a una valoraci¨®n desigual y discriminatoria del trabajo de las mujeres con respecto al de los hombres, o que desestima determinadas competencias profesionales que se consideran, principalmente, cualidades femeninas¡±.
Por contra, en las actividades con mejores retribuciones hay mayor¨ªa de hombres. De las diez actividades con salarios m¨¢s altos, solo en tres hay m¨¢s de un 50% de mujeres en las plantillas. En suministro de energ¨ªa, el sector con retribuciones m¨¢s altas (coste salarial para la empresa de 5.803 euros en promedio), ellas son el 30,7%. S¨ª son el 50,02% en el segundo sector mejor pagado, el financiero, pero vuelven a ser muchas menos en los otros sectores que completan los cinco mejor retribuidos: son el 12% en coquer¨ªas y refino de petr¨®leo; el 18,8% en fabricaci¨®n de material de transporte; y el 46,2% en la industria del tabaco.
Al igual que hay actividades con una diferencia brutal en n¨²mero de mujeres respecto a hombres, como el empleo dom¨¦stico o la veterinaria, se da el fen¨®meno contrario en otros sectores. Las mujeres representan menos del 10% del empleo en silvicultura y explotaci¨®n forestal (9,4%), en reparaci¨®n e instalaci¨®n de maquinaria y equipo (9,3%), en construcci¨®n de edificios (8,8%) y actividades de construcci¨®n especializada (tambi¨¦n 8,8%). De las diez actividades con mayor proporci¨®n de hombres, en la mitad los salarios est¨¢n por encima de la media.
A principios de siglo, en 2002, las mujeres eran poco m¨¢s de un tercio de los trabajadores, un 37,8%. Entonces, con mucho margen de mejora, este porcentaje creci¨® con fuerza durante varios a?os, casi ocho puntos de 2002 a 2012. Entonces se situ¨® en un 45,47%, un porcentaje muy parecido al 46,34%. A?o a a?o la proporci¨®n de mujeres ha ido creciendo de forma casi ininterrumpida, pero m¨¢s despacio, cada vez m¨¢s cerca del 50%. En el segundo trimestre Espa?a alcanz¨® por primera vez la cifra de diez millones de trabajadoras, m¨¢s que nunca. A la vez ahora hay 11,7 millones de empleados, una cifra alt¨ªsima, pero no la mayor de la historia, un r¨¦cord que se registr¨® en el tercer trimestre de 2007. Entonces, en plena burbuja del ladrillo, Espa?a empleaba a 12,18 millones de hombres. Entonces trabajaban 8,58 millones de mujeres.
¡°Tenemos el mayor n¨²mero de mujeres trabajando de la historia, pero hemos pasado de un mercado laboral que nos exclu¨ªa a un mercado laboral que nos permite una entrada segregada. Hemos pasado de la exclusi¨®n a la segregaci¨®n. La segregaci¨®n sectorial y tambi¨¦n ocupacional es a¨²n una caracter¨ªstica del mercado laboral espa?ol, con efectos discriminatorios sobre las mujeres, como la estad¨ªstica evidencia¡±, agrega Vidal.
En la media europea, lejos de los m¨¢s paritarios
Espa?a est¨¢ justo en la media europea respecto al peso de las mujeres en el mercado laboral, seg¨²n los datos de Eurostat del tercer trimestre de 2023. Es un 46,5%, un punto menos del que notifica la Seguridad Social en mayo. El pa¨ªs de la UE con mayor proporci¨®n es Letonia, con un 50,5%. Es el ¨²nico del continente en el que las mujeres son m¨¢s de la mitad de la fuerza laboral. En este dato tiene mucho que ver que tambi¨¦n es el pa¨ªs con m¨¢s poblaci¨®n de mujeres: son el 53,7%. Tambi¨¦n se encuentran cerqu¨ªsima del 50% en Lituania (49,8%) y Portugal (49,8%). En el otro lado de la balanza, con la mayor diferencia entre trabajadores y trabajadoras, est¨¢ Italia: las mujeres son solo el 42,4% de la plantilla nacional. Aunque Espa?a se sit¨²a en la media europea, hay 20 pa¨ªses con mejores datos.
En 2022 las trabajadoras espa?olas cobraron en promedio 1.942 euros brutos al mes, frente a los 2.303 de ellos. Un argumento habitual de los negacionistas de la brecha salarial es que esta diferencia solo se debe a la mayor prevalencia de las jornadas parciales entre mujeres. Sin embargo, en la comparaci¨®n en jornadas completas tambi¨¦n se observa una diferencia salarial importante: ellos ganan 2.398 euros al mes y ellas, 2.267. M¨¢s all¨¢ de las retribuciones, las mujeres sufren mucha m¨¢s parcialidad (21,1%) que los hombres (6,6%). En estos guarismos es clave el hecho de que ellas sigan soportando la mayor parte de la carga de los cuidados: el 17% de las empleadas a jornada parcial est¨¢n en esta situaci¨®n para cuidar a ni?os o adultos enfermos, frente al 4% de hombres en las mismas circunstancias. Esto tambi¨¦n redunda en sus peores salarios, ya que los complementos que impulsan las n¨®minas premian las horas extra, justo lo que no puede asumir quien se ve obligado a cuidar. Tambi¨¦n sufren m¨¢s temporalidad (19,4%, frente al 14,9% de ellos) y m¨¢s paro (13,7%, ante el 11% de los hombres).
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