Teletrabajar desde la Espa?a vaciada

Cambiar los ladrillos del bloque de enfrente por la pizarra de la monta?a, o sustituir los casta?os que crecen en fila sobre la acera por un poderoso algarrobo que se alza en medio del terreno reci¨¦n sembrado. Al teletrabajo, como al campo, no se le pueden poner puertas. Por eso, muchos profesionales eligen el medio rural para seguir desarrollando sus ocupaciones. Pero tiene sus exigencias.

Para tirar con fuerza del carro del trabajo en remoto hacen falta una buena conexi¨®n a internet y una vivienda donde instalarla, dos requisitos que suponen un reto para todo el que quiera establecerse en zonas rurales, especialmente las m¨¢s peque?as. A¨²n quedan muchos sitios a los que no llega la banda ancha y el mercado de viviendas en alquiler o en venta es muy reducido o inexistente.

La Secretar¨ªa General para el Reto Demogr¨¢fico, dependiente del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, a¨²n no dispone de datos sobre este fen¨®meno, pero ha percibido un aumento en la llegada de poblaci¨®n de las ciudades a las ¨¢reas rurales. ¡°Muchos de estos traslados no se regularizan en el padr¨®n, porque se trata de ciudadanos que se instalan en su segunda residencia, lo que complica el recuento¡±, expone Ignacio Molina, asesor de la secretar¨ªa. ¡°Pero s¨ª se pueden identificar a trav¨¦s de los cambios de direcci¨®n en las tarjetas sanitarias, de las recetas en las farmacias y de las escolarizaciones, que a¨²n estamos computando¡±, a?ade.

El portal inmobiliario Idealista aporta cifras que corroboran este nuevo inter¨¦s. En noviembre de 2020, las b¨²squedas de viviendas en municipios de menos de 5.000 habitantes, los que se consideran rurales, alcanzaron el 14,8%, mientras que en enero del a?o pasado eran el 10,1%. Molina cree, sin embargo, que a¨²n es pronto para conocer si este ¨¦xodo urbano ser¨¢ permanente o temporal.

?Qu¨¦ se necesita para trabajar en un pueblo?

El fen¨®meno de los traslados ha sacado a la luz los problemas que arrastraban las ¨¢reas rurales ¡ªo zonas de baja densidad como las denomina la Uni¨®n Europea, cuando tienen menos de 12,5 habitantes por kil¨®metro cuadrado¡ª. ¡°Al envejecimiento y la despoblaci¨®n se le suman los problemas derivados de la falta de conectividad¡±, detalla Molina.

Actualmente, el 99,8% de la poblaci¨®n tiene acceso a 4G ¡ªque es la tecnolog¨ªa que viaja en ondas a trav¨¦s del aire y que permite que los m¨®viles tengan internet¡ª de acuerdo con los datos del Ministerio de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital, publicados en el informe Cobertura de banda ancha en Espa?a en el a?o 2019. Mientras, el 88% dispone de fibra ¨®ptica, que va por debajo de la tierra. Este ¨²ltimo sistema, sin embargo, solo llega al 71% en las zonas rurales. Las cifras en el despliegue de redes, aseguran desde la Secretar¨ªa de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, no implican que los habitantes ya tengan el servicio, sino que la infraestructura est¨¢ disponible. Para activarla, deber¨¢n contratar una operadora.

?Qu¨¦ velocidad de conexi¨®n a internet se necesita?

Adem¨¢s de la extensi¨®n de las redes, el teletrabajador debe tener en cuenta la velocidad a la que llegan los datos. De acuerdo con la Secretar¨ªa de Estado, para trabajar en remoto es necesario alcanzar, como m¨ªnimo, los 30 megabits por segundo. Con esta cantidad es posible conectar varios dispositivos a la vez: mientras dos adultos trabajan, un ni?o puede jugar a la videoconsola en l¨ªnea, por ejemplo.

En 2019, esta velocidad estaba disponible para el 86,6% de los habitantes de zonas rurales, mientras que la superior, que viaja a 100 megabits por segundo y que es habitual en las ciudades, llegaba solo al 49,8%. El plan del Estado tiene como objetivo llegar al 100% de la poblaci¨®n nacional con esta velocidad en 2025.

El problema, sin embargo, radica en que hay zonas de escasa densidad en las que a¨²n no existe la infraestructura o la que hay ofrece velocidades muy lentas. La fibra ¨®ptica lleg¨® por primera vez en enero de 2021 a Nieva de Cameros en La Rioja, con 83 habitantes censados, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). ¡°Lo hemos logrado despu¨¦s de insistir mucho. Ahora queremos que alcance a nuestra aldea, Montemediano, y al resto de municipios de la comarca de Cameros¡±, comenta su alcaldesa, Inmaculada S¨¢enz, independiente, portavoz de la Coordinadora de la Espa?a Vaciada, que agrupa a 140 asociaciones y plataformas de ciudadanos de ¨¢reas poco habitadas.

La fibra ¨®ptica llega solo al 1,6% de los hogares de poblaciones de menos de 100 habitantes, que suponen 1.380 de los 8.131 municipios que hay en Espa?a, y a la mitad de los que tienen entre 2.000 y 5.000 vecinos. El mapa de la conectividad por fibra muestra grandes vac¨ªos en zonas de Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja y Navarra, pero especialmente en Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Arag¨®n y Extremadura. ¡°Aunque queda mucho por hacer, se ha avanzado. La conectividad en el medio rural en 2017 estaba en torno a la mitad de ahora¡±, relata Molina.

La tecnolog¨ªa 5G, que permite velocidades muy altas y mayor capacidad para transmitir la informaci¨®n, promete beneficiar a las zonas rurales y aisladas de Espa?a, de acuerdo con la secretar¨ªa. A finales de 2020, las operadoras comenzaron el despliegue de las redes, que todav¨ªa tienen muchas limitaciones. El Fondo de Recuperaci¨®n Europeo, tambi¨¦n conocido como Next Generation EU, cuenta con una partida destinada a mejorar la conectividad del conjunto del pa¨ªs, para potenciar el avance de la banda ancha y del 5G. ¡°Con esta nueva tecnolog¨ªa encontraremos centros de coworking en municipios peque?os, lo que va a permitir crear equipos con profesionales situados en cualquier parte¡±, defiende Francisco Morcillo, experto en innovaci¨®n y territorios y ciudades inteligentes.

El otro reto: conseguir una vivienda

Lograr una vivienda en n¨²cleos peque?os, ya sea en alquiler o en propiedad, no es tan f¨¢cil como en las ciudades. ¡°No existe un mercado robusto¡±, apunta Mariano Garc¨ªa Sardi?a, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Badajoz. El problema, se?ala Lidia D¨ªaz, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra la Despoblaci¨®n (AECD), que pone en marcha actividades para atraer gente al medio rural, es que la mayor¨ªa de las viviendas no se alquilan porque sus due?os las ocupan en vacaciones. Y las que quedan libres, apunta, est¨¢n en mal estado.

Esta situaci¨®n complica la b¨²squeda para los urbanitas que no tienen relaci¨®n con el pueblo. ¡°Tenemos un par de familias con hijos que buscan mudarse, pero no hemos logrado encontrarles casa¡±, admite S¨¢enz, la alcaldesa de Nieva de Cameros. Su Ayuntamiento plantea la posibilidad de crear un parque de alquiler que incluya los inmuebles cuyos due?os solo los usan unas semanas al a?o. ¡°Queremos proponer un modelo por el que una familia viva all¨ª y comparta la vivienda con los propietarios el tiempo que est¨¦n de vacaciones¡±, argumenta la alcaldesa.

Garc¨ªa Sardi?a opina que la rehabilitaci¨®n es necesaria para ampliar el parque. Las comunidades aut¨®nomas cuentan con planes que pretenden ayudar a los habitantes a reparar inmuebles rurales, tanto para los pobladores actuales como para atraer a nuevos. El Gobierno planea dedicar, adem¨¢s, una partida del Fondo de Recuperaci¨®n Europeo a la restauraci¨®n de edificios y a mejorar su eficiencia energ¨¦tica. Adem¨¢s, ha ampliado hasta 2022 el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 para ayudar econ¨®micamente a menores de 35 a?os a alquilar o adquirir una vivienda en municipios de menos de 5.000 habitantes.

Un periodo de prueba para asegurarse de la elecci¨®n

Patricia Garc¨ªa, propietaria de dos hoteles rurales reconvertidos en casa de hu¨¦spedes en Villarr¨ªn de Campos, en Zamora, de 404 habitantes, recomienda probar un tiempo la experiencia rural antes de comprar. Esta empresaria ofrece habitaciones dobles con aseo por 900 euros al mes (sin comidas) y un espacio en el que teletrabajar sin interrupciones ni ruidos, un estilo de vida que quiere fomentar a trav¨¦s de la Asociaci¨®n Nacional de Coliving y Coworking, de la que es presidenta.

¡°Servimos de puente hacia el pueblo. Si ya es dif¨ªcil encontrar una vivienda, ?c¨®mo vas a adquirir una sin pensarlo bien, si adem¨¢s luego tienes que rehabilitarla?¡±, se pregunta. ¡°Nosotros damos ese alquiler flexible en el que el hu¨¦sped decide cu¨¢nto tiempo quiere estar¡±.

Darse una vuelta por los pueblos en los que se est¨¢ interesado y preguntar a los vecinos es otra manera de acertar. ¡°Mucha gente en el campo prefiere conocer a los inquilinos en persona¡±, aconseja el periodista Ram¨®n Pradera, fundador de la iniciativa Vente a vivir a un pueblo, una plataforma web que sirve de escaparate a los peque?os municipios espa?oles para atraer a urbanitas que buscan cambiar de entorno.

¡°No se ha vivido un momento tan importante en la historia para repoblar los pueblos¡±, argumenta Pradera. Para aparecer en la p¨¢gina, las poblaciones, en torno a 100 municipios ahora mismo, pagan una cuota para cubrir los gastos de producci¨®n de un v¨ªdeo sobre sus encantos que se sube a la web. Los usuarios, adem¨¢s, pueden acotar la b¨²squeda a partir de criterios como la conectividad, la disponibilidad de viviendas de alquiler y de compra o la existencia de escuelas, centros m¨¦dicos e instalaciones deportivas.

Internet, casa¡­ pero tambi¨¦n colegio y hospital

Los servicios educativos y de salud son la tercera pata sobre la que se asienta la decisi¨®n de los teletrabajadores para elegir destino rural. ¡°Conviene que averig¨¹en los que tiene esa regi¨®n, porque cada persona tiene sus necesidades¡±, reconoce D¨ªaz, de la Asociaci¨®n Contra la Despoblaci¨®n. No es lo mismo una familia con ni?os, que necesitan escolarizaci¨®n, que una pareja que espera un beb¨¦ o una persona que padece una dolencia cr¨®nica y debe trasladarse al hospital con regularidad. Para S¨¢enz, la alcaldesa, que tambi¨¦n es monitora en el autob¨²s escolar que transporta a dos de los tres ni?os que habitan en Nieva de Cameros a la escuela de Ortigosa, a casi siete kil¨®metros, vivir en el pueblo no es tan id¨ªlico como parece. ¡°Es otra vida, llena de bondades, aqu¨ª respiramos aire limpio, pero tambi¨¦n tiene sus inconvenientes¡±, concluye.