?La inteligencia artificial nos hace m¨¢s humanos?
M¨¢s all¨¢ de automatizar tareas y gestionar informaci¨®n, la IA tiene el potencial de ayudarnos a desarrollar las capacidades m¨¢s humanas. Pero esto no siempre sucede
Est¨¢ detr¨¢s de las fotos que tomas con el m¨®vil, de esa solicitud de cr¨¦dito que te denegaron autom¨¢ticamente, de las pel¨ªculas que ves en cualquier servicio de streaming o de las noticias que consultas en internet, porque la relaci¨®n del ser humano con la inteligencia artificial es ya tan ubicua como invisible. ¡°En la mayor¨ªa de los casos no sabemos que estamos interactuando con algoritmos de inteligencia artificial, pero son ellos los que predicen el tiempo; deciden qu¨¦ actualizaciones leemos de nuestros amigos; qu¨¦ pel¨ªculas vemos; qu¨¦ m¨²sica escuchamos; qu¨¦ libros compramos e incluso por d¨®nde vamos, porque los programas de mapas funcionan con IA. Si la mencionas, la mayor¨ªa piensa en ChatGPT, pero eso solo es la punta del iceberg¡±, explica Nuria Oliver, doctora por el MIT y directora cient¨ªfica y cofundadora de Ellis Alicante, una fundaci¨®n de investigaci¨®n en IA centrada en la humanidad.
En medio del fen¨®meno que representa el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial, son numerosas las voces que reivindican la importancia del humanismo, y de las capacidades m¨¢s intr¨ªnsecamente humanas, a la hora de dise?ar, emplear e interpretar todos esos nuevos recursos tecnol¨®gicos, as¨ª como la capacidad de esta tecnolog¨ªa para cultivar esas habilidades que nos hacen m¨¢s humanos. Pero ?cu¨¢les son esas caracter¨ªsticas? ?Ser¨ªa correcto afirmar que las m¨¢quinas nos hacen m¨¢s humanos?
¡°La llegada de la IA generativa representa un punto de inflexi¨®n revolucionario en nuestra relaci¨®n con la tecnolog¨ªa porque, parad¨®jicamente, mientras automatiza tareas y aumenta la eficiencia, nos exige ser m¨¢s humanos que nunca, aplicando pensamiento cr¨ªtico y potenciando la creatividad, la capacidad de contextualizar, la empat¨ªa o el aplicar un juicio ¨¦tico a la respuesta que la m¨¢quina da a lo que le solicitamos¡±, sostiene Pedro Enr¨ªquez de Salamanca, Furby, dise?ador e investigador creativo en Soulsight.
Inteligencia artificial y progreso
Esa relaci¨®n de causalidad, sin embargo, no parece estar tan clara, ya que nada obliga al usuario a aplicar esas competencias humanas al interactuar con una inteligencia artificial. Tal y como advierte Oliver, ¡°los sistemas actuales de IA no son perfectos; tienen una serie de limitaciones y, si queremos hacer un uso responsable de ellos, efectivamente necesitamos desarrollar una serie de habilidades como el pensamiento cr¨ªtico y la verificaci¨®n de fuentes, por ejemplo. Pero no es algo que vaya a suceder [de por s¨ª], ya que t¨² puedes usar una IA generativa cualquiera, creerte todo lo que te est¨¢ diciendo y actuar en consecuencia¡±. Un contexto en el que, reflexiona Enr¨ªquez, es necesario fortalecer conceptos como la confianza con el usuario, ¡°en un mundo repleto de simulaciones, m¨¢quinas que generan v¨ªdeos de mentira y fake news que nos indignan o confirman en nuestro sesgo¡±.
Oliver entonces se pregunta cu¨¢ntas personas realmente ejercen ese acercamiento cr¨ªtico al interactuar con la IA: ¡°Seguramente no muchas, porque los grandes modelos de lenguaje, los chatbots, tienen una capacidad verbal tan desarrollada y el texto que generan est¨¢ tan bien articulado que autom¨¢ticamente la mayor¨ªa pensamos que lo que dicen es verdad¡±. Otra cosa, recuerda, es que ese sistema de IA se desarrolle con eso en mente: ¡°En Ellis Alicante tenemos un proyecto espec¨ªfico para que la inteligencia artificial fomente el pensamiento cr¨ªtico, a trav¨¦s de un chatbot que no te responde a todo lo que te preguntas, sino que aplica el m¨¦todo socr¨¢tico para que seas t¨² quien encuentre las respuestas¡±.
Por eso, con casi toda certeza, la clave est¨¢ en la educaci¨®n, de manera que la sociedad ponga de su parte todo lo necesario para recuperar esas capacidades que parecen haber quedado relegadas. ¡°Que vuelva la Filosof¨ªa a los institutos, que el debate no sea un pasatiempo sino una realidad habitual, y que la capacidad de estructurar el pensamiento te diferencie y te permita explotar tu creatividad es un mundo donde se valora siempre m¨¢s la inmediatez y la eficiencia¡±, se?ala Enr¨ªquez.
La relaci¨®n con la IA generativa, a?ade, tiene que ser tan natural como lo es conversar, leer o pensar. ¡°ChatGPT, Dall-E, CoPilot, DeepSeek... necesitan que les contemos qu¨¦ queremos. Y en la necesidad de saber qu¨¦ pedir, cuantos m¨¢s conocimientos atesoremos, mejores preguntas nos haremos y m¨¢s cr¨ªticos seremos con las respuestas que nos de la m¨¢quina¡±.
En cualquier caso, ¡°no hay que confundir desarrollo tecnol¨®gico con progreso, entendi¨¦ndolo como la mejora de la calidad de vida de todas las personas¡±, sostiene Oliver. ¡°La pregunta deber¨ªa ser si el ser humano es capaz de desarrollar una inteligencia artificial que nos ayude a desarrollar nuestras capacidades y habilidades.... Porque, si lo piensas, hoy la situaci¨®n es casi la contraria: hace tiempo circulaba por internet un meme que dec¨ªa ¡°yo lo que quiero es que la IA planche, limpie la casa y vaya a la compra, para que yo pueda escribir o pintar. Pero lo que hay ahora es una inteligencia que escribe poemas o crea im¨¢genes y a nosotros es a quienes toca fregar la casa e ir al mercado¡±. Por eso, explica, ¡°no nos est¨¢ haciendo m¨¢s humanos, porque para las tareas que nos gustar¨ªa delegar no existe una tecnolog¨ªa con el nivel de competencia necesario¡±.
Ahora bien, ?qu¨¦ puede suceder si la inteligencia artificial no se desarrolla con esa perspectiva human¨ªstica? ¡°El principal riesgo es que el ser humano quede desplazado del centro del ¡°por qu¨¦¡± y del ¡°para qui¨¦n¡±. Una tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada pero que nos lleve a crear sociedades en las que los sesgos den lugar a situaciones de injusticia, o en las que no se respete la privacidad y la libertad de las personas¡±, afirma por su parte Catalina Tejero, decana de Humanidades en IE University. ¡°Nos llevar¨ªa a retroceder en muchas conquistas de derechos y garant¨ªas que d¨¢bamos ya por ganadas¡±.
Desaf¨ªos ¨¦ticos de la inteligencia artificial
Si hablamos de desarrollo tecnol¨®gico y progreso, tambi¨¦n deberemos hacerlo sobre el verdadero significado de la innovaci¨®n, se?alan los expertos. As¨ª, quiz¨¢, esta no radique en la perfecci¨®n t¨¦cnica, sino en la capacidad del ser humano para dirigir y dar sentido a la tecnolog¨ªa, frente a los numerosos desaf¨ªos ¨¦ticos que plantean los avances en inteligencia artificial. Retos entre los que Oliver destaca ocho:
- La violaci¨®n computacional de la privacidad de las personas, es decir, el poder inferir atributos muy personales (como la orientaci¨®n pol¨ªtica o sexual) a partir de datos no personales (como el patr¨®n de los ¡°me gusta¡± en una red social).
- El uso sin permiso de datos que contengan informaci¨®n personal para entrenar modelos de IA generativa.
- Falta de transparencia u opacidad.
- No hay garant¨ªa de veracidad en el contenido que est¨¢ siendo generado.
- Falta de diversidad, no solo en lo que respecta a los expertos en IA (de los que solo un 12 % a nivel mundial son mujeres), sino tambi¨¦n en los algoritmos, que tienden a encasillarnos en ciertos patrones y estereotipos. Una carencia que puede estar contribuyendo, en parte, a la polarizaci¨®n de la sociedad, porque se crean como universos paralelos donde no hay una realidad compartida. As¨ª, lo ¨²nico que ve cada persona son contenidos afines a su ideolog¨ªa, lo que genera aut¨¦nticas burbujas en la sociedad.
- Discriminaci¨®n. Cuando usamos algoritmos de IA para ayudarnos en la toma de decisiones, ¡°muchas veces no solo se est¨¢n replicando patrones de discriminaci¨®n que existen en la sociedad, sino que incluso los pueden magnificar o amplificar¡±.
- Otra limitaci¨®n tiene que ver con la huella de carbono, debido al inmenso consumo energ¨¦tico de la inteligencia artificial. ¡°Sabemos, por un lado, que la necesitamos para abordar el cambio clim¨¢tico, porque necesitamos modelos m¨¢s precisos del clima; pero, por otro, los modelos de IA son de todo menos neutros a nivel de la huella de carbono¡±, admite.
M¨¢s all¨¢ de los mencionados, otro reto significativo es el de la manipulaci¨®n subliminal del comportamiento humano, ¡°por esa invisibilidad de la inteligencia artificial, que interacciona con nosotros as¨ª como desde el fondo, sin nosotros saberlo, en muchos casos se puede estar influenciando o manipulando nuestro comportamiento¡±.
Oliver destaca la fina l¨ªnea que separa la persuasi¨®n de la manipulaci¨®n, ya que ¡°la mayor¨ªa de sistemas de IA del mundo digital lo que quieren al final es captar nuestra atenci¨®n. Y para ello nos muestran contenidos llamativos que sean capaces de atraparla, lo que en cierto sentido es una manera de manipularnos. Y si clicamos a¨²n mejor, porque hay m¨¢s probabilidad de que generemos ingresos¡±.
Carencia de investigaciones independientes
Con el fin de hacer frente a algunos de esos desaf¨ªos, Oliver llama la atenci¨®n sobre la falta de investigaci¨®n ¨¦tica e independiente en IA que estudie el impacto negativo de la IA en la sociedad. Una carencia que es necesario solventar por un motivo evidente, ya que la mayor parte de la investigaci¨®n actual la realizan las grandes empresas tecnol¨®gicas de China y EE UU, motivadas principalmente por intereses comerciales.
¡°Hay preguntas importantes sobre la inteligencia artificial que probablemente no se est¨¢n estudiando, y esto es as¨ª porque no les interesa a quienes han desarrollado esa tecnolog¨ªa. Por ejemplo: ?Cu¨¢l es el impacto en la salud mental de las plataformas o redes sociales plagadas de inteligencia artificial? ?Te has preguntado c¨®mo gana dinero Facebook? Pues a trav¨¦s de la publicidad personalizada. ?Y c¨®mo se maximizan esos ingresos? Maximizando la cantidad de tiempo que pasas en la plataforma. Y eso se consigue publicando contenidos que son poco probables, cosas estramb¨®ticas y sensacionalistas que muchas veces tienen un tamiz negativo. Ese es un sesgo cognitivo humano que los algoritmos de IA aprovechan¡±.
Es en este contexto en el que Oliver menciona uno de los proyectos desarrollados en Ellis Alicante, un trabajo pionero a nivel mundial que estudia el llamado ¡°sesgo del atractivo¡±, seg¨²n el cual los seres humanos percibimos a las personas m¨¢s atractivas tambi¨¦n como m¨¢s inteligentes, sociables, confiables y con menor probabilidad de ser criminales; tienen m¨¢s probabilidad de ser promocionadas en sus trabajos y reciben sentencias judiciales m¨¢s favorables. El estudio, que cont¨® con la participaci¨®n de 2.700 personas, concluy¨® que este sesgo act¨²a de forma opuesta en hombres y mujeres, para las que ser bella y atractiva llevaba en muchos casos a la asunci¨®n de que poseen un bajo nivel de inteligencia.
¡°Es esencial que los profesionales desarrollen un pensamiento cr¨ªtico que les capacite para cuestionar y evaluar implicaciones sociales, culturales y ¨¦ticas¡±, recuerda Tejero. ¡°Adem¨¢s, es clave estimular la creatividad y mantener una mentalidad abierta capaz de entablar di¨¢logos con otras disciplinas y sistemas de valores¡±.