Dem¨®cratas, es hora de ponerse en marcha
Donde el partido tiene v¨ªa libre para avanzar es en los temas de la covid-19 y la econom¨ªa, muy relacionados
Los dem¨®cratas est¨¢n haciendo mucho examen de conciencia desde las elecciones del martes en el Estado de Virginia. Buena parte de ese examen implica encontrar una forma mejor de responder al ataque a la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza: ese ataque fue claramente eficaz, aunque se tratara de una alusi¨®n velada envuelta en estafa. Sin embargo, no tengo nada interesante que decir acerca de c¨®mo abordar ese problema.
Donde el Partido Dem¨®...
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Los dem¨®cratas est¨¢n haciendo mucho examen de conciencia desde las elecciones del martes en el Estado de Virginia. Buena parte de ese examen implica encontrar una forma mejor de responder al ataque a la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza: ese ataque fue claramente eficaz, aunque se tratara de una alusi¨®n velada envuelta en estafa. Sin embargo, no tengo nada interesante que decir acerca de c¨®mo abordar ese problema.
Donde el Partido Dem¨®crata tiene v¨ªa libre para avanzar es en los temas de la covid-19 y la econom¨ªa, ¨ªntimamente relacionados. Lo crucial es que los dem¨®cratas no se tomen los reveses en las elecciones como se?al de que se han excedido, de que el presidente Biden deber¨ªa dar marcha atr¨¢s con la obligatoriedad de las vacunas o de que su programa econ¨®mico es demasiado de izquierdas. Lo que la ciudadan¨ªa percibe no es un partido que est¨¢ haciendo demasiado, sino un partido que hace demasiado poco, y Biden y sus aliados necesitan poner fin a esta sensaci¨®n de andar a la deriva.
No hay pruebas de que el electorado haya reaccionado contra las propuestas de gasto social de Biden. Es cierto que la mayor¨ªa no tiene la menor idea de en qu¨¦ consisten estas propuestas y todo lo que han o¨ªdo son las cifras puras y duras, a menudo sin contexto. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de eso, los sondeos por temas indican que los principales componentes de la gama de gastos propuestos obtienen una calificaci¨®n que var¨ªa de muy popular a extremadamente popular. Y por si sirve de algo, si los dem¨®cratas aprueban algo similar a lo que hemos estado oyendo, a los republicanos les va a resultar dif¨ªcil responder con una campa?a de miedo similar a la utilizada con el Obamacare. Lo intentar¨¢n, c¨®mo no, ?pero qu¨¦ parte de lo incluido en el proyecto Reconstruir Mejor puede interpretarse como comit¨¦s de la muerte?
El problema es que el Congreso todav¨ªa no ha aprobado nada. Es posible que los fan¨¢ticos de la pol¨ªtica est¨¦n siguiendo los avatares de las negociaciones entre progresistas, que han cedido much¨ªsimo terreno, y dem¨®cratas defensores de las grandes empresas. Pero todo lo que los ciudadanos en general saben es que no se ha aprobado ninguna ley; la mayor¨ªa tiene la impresi¨®n de que los dem¨®cratas no est¨¢n haciendo nada. Y esta sensaci¨®n de falta de rumbo se produce cuando la gente est¨¢ preocupada por la econom¨ªa.
?Por qu¨¦ est¨¢n descontentos los consumidores? Hay empleo en abundancia; los trabajadores est¨¢n dejando su trabajo a un ritmo r¨¦cord, lo que significa que conf¨ªan en encontrar otro nuevo. Pero la gente est¨¢ indignada con la subida de precios y, hasta cierto punto, con los problemas en la cadena de suministros, aunque el miedo a los estantes vac¨ªos en las tiendas parece haberse exagerado. Tampoco ayuda mucho el hecho de que la econom¨ªa alcanzara una especie de bolsa de aire en el tercer trimestre. El PIB real y el empleo total siguieron aumentando, pero no a un ritmo tan elevado como el que se esperaba.
Entonces, ?qu¨¦ pueden hacer el Gobierno de Biden y sus aliados para mejorar la percepci¨®n que los ciudadanos tienen de la econom¨ªa? Gran parte de lo que preocupa a la ciudadan¨ªa est¨¢ fuera del control de los legisladores estadounidenses, a pesar de que los votantes tiendan a culpar a quien se encuentre en la Casa Blanca. Los precios de los carburantes, por ejemplo, han subido por la evoluci¨®n de los mercados mundiales, no por nada que est¨¦ ocurriendo en EE UU. Y lo mismo es v¨¢lido para los precios en el sector de la alimentaci¨®n. Y los problemas en la cadena de suministros, que reflejan un af¨¢n por comprar bienes duraderos en un momento en el que la gente ten¨ªa miedo de consumir servicios en persona, est¨¢n golpeando a muchos pa¨ªses.
Sin embargo, la ralentizaci¨®n econ¨®mica de Estados Unidos en el tercer trimestre no tiene parang¨®n fuera. En el mismo periodo, por ejemplo, las econom¨ªas de la zona euro crecieron a una tasa anualizada cercana al 9% [Europa creci¨® un 2,2% en el tercer trimestre del a?o y EE UU un 0,5%].
No hay misterio acerca de por qu¨¦ nosotros sufrimos un par¨®n no igualado en Europa. Todo se ha debido a la oleada provocada por la variante delta, que fue mucho peor en este lado del Atl¨¢ntico. Esa oleada ahora est¨¢ retrocediendo. A medida que lo hace, los primeros indicadores, incluidas las solicitudes de prestaciones de desempleo y las encuestas efectuadas a gerentes de compras, indican que ya se ha iniciado un repunte de la econom¨ªa. Y a medida que los consumidores empiecen a sentirse m¨¢s seguros, es posible que tambi¨¦n dejen de demandar art¨ªculos y empiecen a demandar servicios, lo cual aliviar¨ªa en parte las presiones sobre la cadena de suministros.
De modo que el camino que deben seguir los dem¨®cratas parece bastante obvio. En primer lugar, aprobar algo. No tiene que ser perfecto; en concreto, teniendo en cuenta los costes de endeudamiento incre¨ªblemente bajos, da igual que las fuentes de ingreso propuestas paguen o no por completo el nuevo gasto. Lo crucial para la pol¨ªtica es que se apruebe algo significativo y que Biden salga despu¨¦s a venderlo. En segundo lugar, controlar la covid. En este momento hay pruebas abrumadoras de que la obligatoriedad de la vacunaci¨®n funciona y de que las amenazas de dimisi¨®n masiva de trabajadores obligados a vacunarse son en gran medida infundadas. Cuando se enfrentan a la perspectiva de perder realmente el empleo, los trabajadores se pliegan mayoritariamente a la exigencia.
El jueves, el Gobierno de Biden anunci¨® que el 4 de enero de 2022 ser¨¢ la fecha l¨ªmite para los dos principales sectores obligados a vacunarse: los sanitarios y los trabajadores de empresas con m¨¢s de 100 empleados. Deber¨ªa atenerse a ese plan y hacer caso omiso de los gritos de protesta. ?Podr¨¢n los dem¨®cratas mejorar los resultados si sacan adelante su programa y se mantienen firmes en el tema de las vacunas? No lo s¨¦. Pero lo que s¨ª es seguro es que fracasar¨¢n si responden a los reveses del martes enrosc¨¢ndose en una bola defensiva.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2021. Traducci¨®n de News Clips.