Plan versus pol¨ªticas aplicadas
El d¨¦ficit de ejecuci¨®n de algunas de las principales medidas anunciadas entorpece la recuperaci¨®n
Una de las causas del retraso en nuestra recuperaci¨®n se encuentra en la brecha entre las medidas anunciadas en el BOE y su puesta en marcha. El plan de ayudas directas a las peque?as empresas ¡ªaprobado en marzo y parcialmente frustrado por todo tipo de trabas normativas y de implementaci¨®n en las diferentes comunidades aut¨®nomas¡ª es solo un ejemplo que contribuye a explicar la desaparici¨®n de empresas que hubieran podido sobrevivir, y posteriormente nutrir la expansi¨®n. Otro es ...
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Una de las causas del retraso en nuestra recuperaci¨®n se encuentra en la brecha entre las medidas anunciadas en el BOE y su puesta en marcha. El plan de ayudas directas a las peque?as empresas ¡ªaprobado en marzo y parcialmente frustrado por todo tipo de trabas normativas y de implementaci¨®n en las diferentes comunidades aut¨®nomas¡ª es solo un ejemplo que contribuye a explicar la desaparici¨®n de empresas que hubieran podido sobrevivir, y posteriormente nutrir la expansi¨®n. Otro es el Ingreso M¨ªnimo Vital, que solo percibe la mitad de los beneficiarios potenciales.
El Plan de recuperaci¨®n sigue el mismo camino de infrautilizaci¨®n. Seg¨²n un recuento estimativo a partir del portal oficial (la ¨²nica fuente de informaci¨®n disponible), las convocatorias cerradas o aprobadas no alcanzan 850 millones de euros, y si se a?aden las que est¨¢n en curso, el total es de apenas 5.700 millones. Por tanto, hay que reconocer que el porcentaje de ejecuci¨®n de los 27.000 millones presupuestados es bajo. Sin duda el retraso refleja todo tipo de cuellos de botella, tal la falta de personal para formular convocatorias y verificar la validez de los proyectos, o el car¨¢cter farragoso de algunos de los procedimientos. Tambi¨¦n se evidencia la necesidad de una entidad aut¨®noma de seguimiento del Plan.
El caso es que es el momento de emprender las inversiones m¨¢s transformadoras previstas en el Plan, para as¨ª suavizar la crisis energ¨¦tica y aliviar la escasez de suministros que est¨¢n restando fuelle al rebote de la econom¨ªa. Adem¨¢s, Espa?a es uno de los pa¨ªses con m¨¢s potencial natural de despliegue de las energ¨ªas renovables. Por tanto, una selecci¨®n inteligente de los proyectos de inversi¨®n no solo ayudar¨ªa a contener los precios y a aminorar el coste de la transici¨®n, sino que adem¨¢s abrir¨ªa nuevas perspectivas de crecimiento.
La audacia tiene recompensa, como lo avala el r¨¢pido despliegue del Plan de recuperaci¨®n de Italia. La imagen de par¨¢lisis del pa¨ªs est¨¢ cambiando: ese plan, junto con la aprobaci¨®n de reformas centradas en los problemas estructurales m¨¢s acuciantes (administraci¨®n, fiscalidad, competencia, en especial en el sector de la energ¨ªa) es una de las claves del despertar de la econom¨ªa transalpina, tras decenios de estancamiento. La Comisi¨®n anticipa un crecimiento de la inversi¨®n del 15,8% para este a?o, frente al 3,7% en Espa?a.
No hay que resignarse, porque disponemos de experiencias alentadoras. La m¨¢s palpable: una campa?a de vacunaci¨®n exitosa y que contrasta con la situaci¨®n de otros pa¨ªses como Alemania y Austria, abocados a nuevos confinamientos.
Asimismo, y parad¨®jicamente, la implementaci¨®n ha resultado ser m¨¢s efectiva durante el periodo m¨¢s agudo de crisis: el t¨¢ndem ERTE-cr¨¦ditos ICO evit¨® un desplome a¨²n mayor en 2020, y preserv¨® buena parte del aparato productivo. Esa experiencia tambi¨¦n evidencia que los dispositivos se pueden corregir a medida que se manifiestan ciertas insuficiencias (reforma de los incentivos a la vuelta al empleo, mejoras en los criterios de concesi¨®n de las ayudas). M¨¢s recientemente, el despegue del programa de cr¨¦ditos participativos y de capitalizaci¨®n de medianas empresas, pilotado por Cofides, tambi¨¦n muestra que los impedimentos se pueden vencer. En pocos meses se ha ejecutado m¨¢s del 50% del programa.
Nos asomamos a un escenario de costes energ¨¦ticos persistentemente altos, que amenaza con generar una nueva ronda de inflaci¨®n, derivada del impacto de esos costes en los precios internos. En principio, los efectos de segunda ronda deber¨ªan ser moderados, pero la depreciaci¨®n del euro frente al d¨®lar ¡ªla moneda de referencia para los intercambios de las principales materias primas importadas¡ª a?ade otro factor alcista. En este contexto, y teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de socios comunitarios est¨¢n a punto de recuperar el nivel de actividad precrisis (lo que no es nuestro caso), el BCE no tardar¨¢ en anunciar un repliegue gradual de sus est¨ªmulos. Ante este previsible giro, urge aplicar las medidas prometidas.
Deuda
El coste de la deuda empieza a incorporar el giro de las expectativas de inflaci¨®n de los mercados, encareciendo la financiaci¨®n del Estado. El rendimiento del bono a 10 a?os que se situaba en valores negativos o nulos a principios de a?o, roza el 0,5%. Tambi¨¦n se espera que el BCE anuncie una retirada del programa de compra de bonos p¨²blicos por razones de pandemia, aunque a un ritmo gradual en relaci¨®n con EE UU. El Panel de Funcas anticipa que los tipos seguir¨¢n increment¨¢ndose hasta el 0,8% a finales de 2002, un nivel todav¨ªa reducido.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_