Despoblaci¨®n, servicios p¨²blicos y confianza en las instituciones
Los poderes p¨²blicos deben promover una distribuci¨®n econ¨®mica y de servicios eficiente en el territorio
Un reciente art¨ªculo publicado en este mismo peri¨®dico recoge impresiones de personas que decidieron votar por Vox en las pasadas elecciones celebradas en Castilla y Le¨®n. Aunque los motivos son diversos, hay un denominador com¨²n en muchos de los testimonios: la ¡°sensaci¨®n de abandono, de que nadie se ocupa de ellos, de vivir en una tierra olvidada¡±. ?Es posible que la despoblaci¨®n sea un detonante del voto a opciones pol¨ªticas en los extremos del espectro...
Un reciente art¨ªculo publicado en este mismo peri¨®dico recoge impresiones de personas que decidieron votar por Vox en las pasadas elecciones celebradas en Castilla y Le¨®n. Aunque los motivos son diversos, hay un denominador com¨²n en muchos de los testimonios: la ¡°sensaci¨®n de abandono, de que nadie se ocupa de ellos, de vivir en una tierra olvidada¡±. ?Es posible que la despoblaci¨®n sea un detonante del voto a opciones pol¨ªticas en los extremos del espectro pol¨ªtico?
Que las zonas que experimentan desaceleraci¨®n econ¨®mica tienden a aumentar su apoyo por partidos extremistas no es un fen¨®meno nuevo. En los ¨²ltimos a?os la literatura acad¨¦mica ha demostrado que fen¨®menos como la globalizaci¨®n y automatizaci¨®n han diezmado empleos y han dado alas a partidos populistas en algunas regiones. Por ejemplo, David Autor y coautores mostraron que las zonas de Estados Unidos con estructuras industriales vulnerables a la competici¨®n de importaciones chinas votaron en mayor medida por Donald Trump en 2016. Colantone y coautores encontraron efectos similares para Europa occidental en relaci¨®n con el voto a partidos de extrema derecha.
Sin embargo, esta literatura es menos concluyente en lo que a los mecanismos se refiere. ?Qu¨¦ determina que un votante que reside en una zona deprimida vote a este tipo de partidos? Los estudios en ciencia econ¨®mica tienden a enfatizar el aumento de la inseguridad econ¨®mica como detonante de la p¨¦rdida de confianza en instituciones y partidos pol¨ªticos tradicionales. Esta sensaci¨®n de vulnerabilidad econ¨®mica puede hacer m¨¢s atractivos a l¨ªderes pol¨ªticos que proponen soluciones simplistas a los problemas econ¨®micos, como por ejemplo, cerrar fronteras o poner aranceles al comercio. En cambio, la literatura en ciencia pol¨ªtica a menudo apunta a factores culturales. Influyentes polit¨®logas, como Norris o Mutz, argumentan que la sensaci¨®n de p¨¦rdida de valores tradicionales y la tendencia hacia el multiculturalismo es percibida por algunas personas como una amenaza a su identidad y sus tradiciones. En periodos de crisis econ¨®mica estas amenazas identitarias se hacen m¨¢s latentes, lo que hace posible que partidos de corte populista se abran hueco entre el electorado.
Un tercer tipo de mecanismo, algo menos estudiado, plantea que la falta de una adecuada respuesta pol¨ªtica a la dif¨ªcil realidad de algunos ciudadanos pueda estar detr¨¢s de los procesos de desafecci¨®n. Por ejemplo, Fetzer muestra que las personas que m¨¢s hab¨ªan sufrido la pol¨ªtica de austeridad y recortes en el Reino Unido a principios de los 2010 votaron en mayor medida a favor del Brexit. Dal B¨® y coautores muestran que recortes de similar naturaleza en Suecia dieron alas al partido de extrema derecha Dem¨®cratas de Suecia. Estos estudios apuntan a que la p¨¦rdida de prestaciones y ayudas p¨²blicas puede ser un detonante de los procesos de desafecci¨®n institucional de los ciudadanos y de espacio para opciones pol¨ªticas populistas. Es probable que estos procesos se acrecienten en situaciones de vulnerabilidad como aquellas generadas por la ralentizaci¨®n econ¨®mica.
Otra manera de estudiar el efecto de la calidad de los servicios p¨²blicos en los procesos de desapego pol¨ªtico surge de la realizaci¨®n de experimentos aleatorios controlados. En un estudio reciente que he realizado junto con Carlos Sanz (Banco de Espa?a), tratamos de evaluar c¨®mo la calidad de la gesti¨®n p¨²blica en la lucha contra la pandemia de la covid-19 afecta a la confianza de los ciudadanos en las instituciones pol¨ªticas. Con este fin, en noviembre de 2020 realizamos una encuesta a 5.000 personas residentes en Espa?a. A un subconjunto de estas personas que fueron seleccionadas aleatoriamente les proporcionamos informaci¨®n sobre el n¨²mero de rastreadores para la covid-19 de los que dispon¨ªa su comunidad aut¨®noma. Al resto de personas no le proporcionamos esta informaci¨®n. Comparando las respuestas de ambos grupos podemos estimar el efecto causal de la informaci¨®n en sus opiniones pol¨ªticas. Para la gran mayor¨ªa de encuestados el n¨²mero real de rastreadores es inferior a lo que esperaban. Por lo tanto, la informaci¨®n proporcionada son malas noticias sobre la calidad de la gesti¨®n de la pandemia en su regi¨®n. Cuando les proporcionamos esta informaci¨®n los encuestados desarrollan una visi¨®n m¨¢s negativa de la calidad de las instituciones pol¨ªticas del pa¨ªs. La p¨¦rdida de confianza no se restringe s¨®lo a su gobierno auton¨®mico, sino que tambi¨¦n afecta a otras instituciones como el gobierno central, el sistema de salud y el sistema judicial.
Dada la creciente evidencia de que la p¨¦rdida de calidad de los servicios p¨²blicos es un detonante del desapego, cabr¨ªa esperar que la despoblaci¨®n sea un caldo de cultivo propicio para generar desconfianza institucional y apoyo a partidos populistas. El proceso de despoblaci¨®n a menudo conlleva simult¨¢neamente un proceso de desaceleraci¨®n econ¨®mica y tambi¨¦n una p¨¦rdida de servicios p¨²blicos. Un reciente estudio realizado por Dancygier, Laitin y coautores proporciona evidencia emp¨ªrica en este sentido. Usando datos de 11 pa¨ªses europeos muestran que aquellas regiones que perdieron mayor poblaci¨®n experimentaron un aumento mayor del voto a partidos de extrema derecha. La novedad de este art¨ªculo reside en demostrar que, incluso cuando se controla por el nivel de actividad econ¨®mica, la despoblaci¨®n sigue teniendo un efecto en el apoyo a estas opciones pol¨ªticas. Aunque el an¨¢lisis de los mecanismos es todav¨ªa preliminar, una posible hip¨®tesis es que la p¨¦rdida de servicios p¨²blicos, como centros de salud o escuelas, tenga un efecto negativo en el grado de confianza de las personas en su sistema pol¨ªtico.
?Ser¨ªa deseable revertir la tendencia de p¨¦rdida de servicios p¨²blicos y sobrecompensar a las regiones que pierden poblaci¨®n con una mayor inversi¨®n p¨²blica en servicios e infraestructuras? Esta opci¨®n ser¨ªa coherente con el papel del Estado del bienestar como mecanismo compensatorio ante situaciones de vulnerabilidad econ¨®mica. Sin embargo, esta estrategia ir¨ªa en contraposici¨®n a la tendencia de promover el desarrollo de las grandes urbes como foco de innovaci¨®n y creaci¨®n de industrias de alto valor a?adido. Tambi¨¦n en el marco de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, algunas voces promueven la concentraci¨®n de la poblaci¨®n en las ciudades debido al menor consumo de CO2 per c¨¢pita que conlleva residir en viviendas m¨¢s peque?as y utilizar en mayor medida el transporte p¨²blico. Los poderes p¨²blicos deber¨ªan hacer una reflexi¨®n para desarrollar unas pol¨ªticas p¨²blicas que promuevan una distribuci¨®n de la actividad econ¨®mica y de los servicios p¨²blicos en el territorio que sea eficiente y que a su vez proteja a los ciudadanos de la sensaci¨®n de abandono institucional.
M¨®nica Mart¨ªnez Bravo es profesora de Econom¨ªa en CEMFI y reciente ganadora del premio del Banco Sabadell a la mejor economista menor de 40 a?os en Espa?a. En Twitter: @Mmbravo_es