Atrapados por la desafecci¨®n

La reacci¨®n es un¨¢nime. Ante la pregunta de qu¨¦ o qui¨¦n es incuestionable con la que est¨¢ cayendo, cuatro crisis (pol¨ªtica, econ¨®mica social y sanitaria) simult¨¢neas, en el hormiguero de personas que aguardan su turno para ser atendidas en el centro de salud de Abrantes, famoso en todo Madrid por sus colas, inacabables hasta donde raya la vista, surge una respuesta espont¨¢nea: ¡°La sanidad p¨²blica y sus profesionales¡±.

¡ª?Ah, y Rafa Nadal!

La aportaci¨®n de Fernando Garc¨ªa, trabajador ¡°de lo que surja¡±, 45 a?os y de Carabanchel, recibe de inmediato la aprobaci¨®n general. En cambio, los comentarios se vuelven ¨¢cidos y descre¨ªdos cuando la conversaci¨®n lleva al Congreso. La historia se repite en otras incursiones r¨¢pidas entre los usuarios de centros de salud de Villaverde o Puerta del ?ngel o los ambulatorios de localidades de mayor renta como Las Matas. Las filas son transversales: el coronavirus, y el malestar con los pol¨ªticos no distingue entre edades y condici¨®n laboral.

La desaz¨®n colectiva ha alcanzado unas cotas inquietantes: el mal comportamiento de los pol¨ªticos es el cuarto principal problema para el 20,7% en el ¨²ltimo bar¨®metro del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), solo por detr¨¢s de la crisis econ¨®mica, el coronavirus y el paro. Los problemas pol¨ªticos en general son el sexto problema (18,9%). El s¨¦ptimo, la inestabilidad por la falta de acuerdos, unidad y capacidad de colaboraci¨®n (11,8%). A continuaci¨®n, lo que hacen los partidos preocupa al 8,5%.

¡°Los del Congreso tendr¨ªan que venirse por aqu¨ª un par de horas. Les bastar¨ªa para ponerse de acuerdo de una vez en algo. Que la gente est¨¢ muy necesitada¡±, sentencia Carmen L¨®pez, jubilada, mientras reposa sobre su bast¨®n en el Paseo de Extremadura tras hacerse una revisi¨®n m¨¦dica. ¡°Luego que si la culpa es nuestra, que pasamos de todo y nos vamos de botell¨®n. Pero si la presidenta de Madrid [Isabel D¨ªaz Ayuso] dice unos datos y el Gobierno dice otros... ?A qui¨¦n nos creemos?¡±, tercia un grupo de adolescentes a la entrada del instituto de secundaria Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto, en Las Rozas.

Gema S¨¢nchez Medero, doctora en Ciencias Pol¨ªticas por la Universidad Complutense, alerta de que la pesadumbre que provoca el clima pol¨ªtico ya no es exclusiva de los m¨¢s j¨®venes. Se empieza a extrapolar a la franja de edad entre los 40 y 65 a?os: ¡°Los efectos econ¨®micos de la pandemia dificultan la supervivencia de much¨ªsimos negocios. Ya no son solo los j¨®venes los que no tienen grandes salidas profesionales. Le est¨¢ pasando a personas de edad media¡±.

La desafecci¨®n de los espa?oles se ha agravado, pero no es nueva. Se remonta a la Gran Recesi¨®n y el austericidio con el que respondi¨® la UE. ¡°La confianza en las instituciones ya sufri¨® un descenso muy acusado a partir de 2008 por la recesi¨®n y sobre todo por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y la percepci¨®n de que los pol¨ªticos no eran receptivos a las demandas sociales¡±, expone Mariano Torcal, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra. ¡°?Qu¨¦ sucede ahora? Que la crisis est¨¢ durando mucho m¨¢s de lo se preve¨ªa. Eso y la politizaci¨®n de la crisis deterioran la imagen que se tiene de las instituciones¡±, a?ade.

Salimos m¨¢s fuertes, el controvertido lema que el Gobierno lanz¨® en mayo, no se ha cumplido. Y el ambiente en el Parlamento, que durante las pr¨®rrogas del estado de alarma imitaba al de los espect¨¢culos de lucha libre, se ha enrarecido a¨²n m¨¢s. Un ejemplo: la portavoz del PP, Cuca Gamarra, acus¨® esta semana a Pedro S¨¢nchez de ¡°conductas dictatoriales¡± tras conocer la reforma del Poder Judicial impulsada por el PSOE y Unidas Podemos. ¡°Le est¨¢n haciendo el trabajo a la ultraderecha, ?con esa actitud saben lo que fomentan en los ciudadanos? (¡­) Van a traer la ruina en este pa¨ªs haciendo que los ciudadanos se desapeguen de la pol¨ªtica porque no les interesan para nada los debates que se puedan producir en esta C¨¢mara¡±, reproch¨® la ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, el mi¨¦rcoles a la bancada popular.

¡°Todav¨ªa no se ha cumplido un a?o de la legislatura y estamos inmersos en una campa?a electoral permanente. Los partidos est¨¢n instalados en el cortoplacismo, con una menci¨®n especial para el PP, que se pensaba que el Gobierno no iba a aguantar¡±, observa Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, doctor en Sociolog¨ªa y cofundador e investigador principal de Metroscopia. El 96% de los espa?oles se reconoce preocupado por los m¨²ltiples frentes abiertos, seg¨²n los datos de esta empresa demosc¨®pica a 29 de septiembre. El 31% se declaraban cansados y el 29% enfadados. El temor era la definici¨®n que mejor describ¨ªa el estado de ¨¢nimo del 23%. El 12% se sent¨ªa indiferente y solo hab¨ªa un 4% que no hab¨ªa perdido la ilusi¨®n. Los votantes de Vox y del PP se declaraban m¨¢s enfadados que cansados (54% y 34% respectivamente). ¡°La gente quiere certezas, pero el clima es de desvalimiento. Hasta se cuestionan los datos entre Administraciones. Eso a?ade m¨¢s incertidumbre y erosiona la confianza en las instituciones¡±, subraya Ferr¨¢ndiz.

¡°Vamos hacia una bipolarizaci¨®n mayor. Algo que parec¨ªa difuminado, los bloques izquierda-derecha, ha retomado impulso por la confrontaci¨®n pol¨ªtica¡±, pronostica la doctora en Ciencias Pol¨ªticas Gema S¨¢nchez Medero. ¡°La polarizaci¨®n es un fen¨®meno estructural de todas las democracias occidentales, pero los cambios en Espa?a han sido m¨¢s r¨¢pidos. En 2008, los dos grandes partidos concentraban el 82% de los votos y ahora apenas el 49%. Hemos tenido la proclamaci¨®n de independencia de Catalu?a en 2017, la moci¨®n de censura de 2018 y en 2019 el ciclo electoral m¨¢s largo e intenso en 40 a?os. Ni actores ni poblaci¨®n est¨¢n acostumbrados a esta din¨¢mica. Y cuanto m¨¢s vol¨¢til y m¨¢s inestable es la estructura de partidos, m¨¢s incentivos tienen los partidos a polarizar y a crispar¡±, concluye Pablo Sim¨®n, polit¨®logo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid.