Operaci¨®n salvar al yen
El Banco de Jap¨®n se ha visto obligado a realizar la primera intervenci¨®n en el mercado de divisas para frenar la depreciaci¨®n de su moneda. Pero puede que no sea suficiente
El Gobierno japon¨¦s ha reaccionado con pocas ganas, casi por obligaci¨®n, al ciclo de subidas de la Reserva Federal, actuando para apuntalar el tambaleante yen, la primera intervenci¨®n de este tipo desde 1998. La ¡°acci¨®n decisiva¡±, en palabras del viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, Masato Kanda, hizo que la moneda subiera hasta los 140 yenes por...
El Gobierno japon¨¦s ha reaccionado con pocas ganas, casi por obligaci¨®n, al ciclo de subidas de la Reserva Federal, actuando para apuntalar el tambaleante yen, la primera intervenci¨®n de este tipo desde 1998. La ¡°acci¨®n decisiva¡±, en palabras del viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, Masato Kanda, hizo que la moneda subiera hasta los 140 yenes por d¨®lar. Pero las perspectivas econ¨®micas del pa¨ªs hacen improbable que la intervenci¨®n vaya a funcionar.
El gobernador del Banco de Jap¨®n, Haruhiko Kuroda, debe de ser un hombre frustrado. No hay ninguna raz¨®n para que suba los tipos de inter¨¦s en su pa¨ªs; la inflaci¨®n est¨¢ ligeramente por encima de su objetivo del 2%, pero por las razones equivocadas, o sea, la guerra en Europa y el exceso de est¨ªmulo en Estados Unidos. El crecimiento japon¨¦s, del 2,2% en el ¨²ltimo trimestre, es poco inspirador. El Banco de Jap¨®n prefiere esperar al resultado de las negociaciones salariales anuales de las empresas el a?o que viene antes de extraer conclusiones para su pol¨ªtica monetaria.
Y sin embargo, la inflaci¨®n galopante en Estados Unidos ha cogido desprevenida a la Reserva Federal estadounidense, por lo que su presidente, Jerome Powell, se ha visto obligado a subir los tipos de forma agresiva, incluso cuando el jueves Kuroda prolong¨® la pol¨ªtica monetaria ultralaxa de Jap¨®n. Eso ampl¨ªa a¨²n m¨¢s la brecha entre las rentabilidades de los bonos de referencia estadounidenses y japoneses, que ya supera ampliamente los tres puntos porcentuales, lo cual perjudica a¨²n m¨¢s al yen. La divisa japonesa ha perdido un 29% desde el m¨¢ximo alcanzado en diciembre de 2020, la mayor parte desde el pasado mes de marzo. Incluso los exportadores japoneses que se benefician de la debilidad de la moneda est¨¢n preocupados por su volatilidad: saben que todo lo que baja puede repuntar con la misma rapidez.
Esta es la raz¨®n por la que Tokio ha decidido utilizar parte de sus 1,3 billones de d¨®lares de reservas para frenar la ca¨ªda. Sin embargo, la divergencia econ¨®mica de Jap¨®n con respecto a sus pares occidentales significa que lo m¨¢ximo a lo que puede aspirar el Gobierno es a moderar la pendiente de la ca¨ªda del yen.
Sin embargo, hay un escenario todav¨ªa peor. Los inversores en bonos ya han expresado su escepticismo respecto al compromiso del Banco de Jap¨®n de mantener la rentabilidad de los bonos soberanos a 10 a?os por debajo del 0,25%. En junio, y de nuevo esta semana, hicieron que la rentabilidad superara ese l¨ªmite, seg¨²n datos de Refinitiv. La comunidad financiera de Tokio est¨¢ inundada de rumores de que los fondos de cobertura extranjeros han estado vendiendo en¨¦rgicamente el yen en las horas de negociaci¨®n de Nueva York y Londres. Eso puede explicar la decisi¨®n del Gobierno de intervenir. Pero si no funciona, y el historial de las intervenciones unilaterales no es muy bueno, la credibilidad de las autoridades japonesas sufrir¨¢ un duro golpe. Eso dificultar¨ªa a¨²n m¨¢s el trabajo del Banco de Jap¨®n.
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