Huella de carbono: esto es lo que contamina su casa (antes incluso de construirse)
Si Europa quiere alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050, tendr¨¢ que lograr que se reduzcan las emisiones que genera la edificaci¨®n de viviendas de principio a fin
La emergencia clim¨¢tica toca a la puerta del sector de la construcci¨®n. El ahorro energ¨¦tico en los edificios es crucial, como ha evidenciado la guerra de Ucrania, pero revertir la grave crisis que azota el planeta exige amplitud de miras. ?Cu¨¢ntos recursos naturales se han empleado para construir su edificio y su casa? ?cu¨¢l es la huella de carbono ¡ªcantidad de emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atm¨®sfera¡ª que ha generado la edificaci¨®n de su vivienda...
La emergencia clim¨¢tica toca a la puerta del sector de la construcci¨®n. El ahorro energ¨¦tico en los edificios es crucial, como ha evidenciado la guerra de Ucrania, pero revertir la grave crisis que azota el planeta exige amplitud de miras. ?Cu¨¢ntos recursos naturales se han empleado para construir su edificio y su casa? ?cu¨¢l es la huella de carbono ¡ªcantidad de emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atm¨®sfera¡ª que ha generado la edificaci¨®n de su vivienda antes incluso de poner la primera piedra? ?conoce la huella ecol¨®gica ¡ªimpacto sobre el planeta¡ª que ha supuesto levantar su urbanizaci¨®n?
La actividad constructora es la que m¨¢s recursos naturales consume, seg¨²n el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Y una de las m¨¢s contaminantes. ¡°La construcci¨®n en general, no solo la edificaci¨®n de viviendas, es responsable de entre el 30% y el 40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero¡±, afirma Daniel Cuervo, secretario general de la patronal APCEspa?a.
Su impacto empieza antes siquiera del movimiento de tierras. Arranca con la extracci¨®n de recursos (¨¢ridos, metales, piedras, madera, fibras...) que son transportados a las f¨¢bricas donde son procesados, lo cual exige una gran cantidad de energ¨ªa. Luego son nuevamente transportados (puede ser a otra ciudad o a otro pa¨ªs) hasta llegar a los suelos en los que se va a edificar. La construcci¨®n de las viviendas, que tarda entre 12 y 18 meses, es responsable durante todo ese tiempo de la generaci¨®n de contaminantes, de un ingente uso de agua y electricidad, y de la generaci¨®n de residuos. Luego, durante la vida ¨²til del edificio sigue contaminando a trav¨¦s del consumo energ¨¦tico de sus habitantes. Al final, el edificio se demuele o rehabilita y el proceso vuelve a comenzar.
Levantar una promoci¨®n, desde la extracci¨®n de los materiales hasta la finalizaci¨®n del edificio, conlleva la emisi¨®n de 6.809 toneladas de di¨®xido de carbono (CO?, el principal gas de efecto invernadero causante de la crisis clim¨¢tica), el equivalente a las emisiones que genera un autom¨®vil al dar 4.400 vueltas a la Tierra. Es la conclusi¨®n de un estudio de 2020 impulsado por V¨ªa C¨¦lere, la Universidad Aut¨®noma de Madrid y la Fundaci¨®n de la UAM, en base a una promoci¨®n de 98 pisos y cerca de 15.500 metros cuadrados en Villaverde (Madrid). El estudio concluye que el 70% de las emisiones fueron consecuencia de los procesos de extracci¨®n y fabricaci¨®n del acero y el cemento. Por su parte, el propio proceso constructivo gener¨® el 4,4% del total. El consumo total de agua de la construcci¨®n de esa promoci¨®n ascendi¨® a unos 88.500 metros c¨²bicos.
Europa se ha comprometido a conseguir la neutralidad clim¨¢tica en 2050: reducir al m¨¢ximo las emisiones y conseguir que las restantes sean compensadas, por ejemplo con la reforestaci¨®n de montes incendiados. Esta exigencia de neutralidad impacta de lleno en el sector de la edificaci¨®n de casas, que se enfrenta a un proceso de transformaci¨®n que llevar¨¢ a?os.
Materiales y transporte
Ya existe normativa europea que obliga a calcular y reducir las emisiones de carbono operativas, es decir, el consumo energ¨¦tico que tienen los edificios durante su uso (calefacci¨®n...). De momento, no es obligatorio el c¨¢lculo del carbono embebido (incorporado en los materiales, generado en su trasporte y en los trabajos de construcci¨®n). Pero para conseguir su reto en 2050, Europa no tendr¨¢ m¨¢s remedio que regular la huella de carbono de todo el ciclo de vida de un edificio. Esto significa reducir el carbono que se emite durante la fabricaci¨®n de materiales, y que representa el 11% de las emisiones del sector, seg¨²n la asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Green Building Council Espa?a (GBCe).
Los datos son esclarecedores. ¡°El carbono embebido supone m¨¢s del 50% de las emisiones acumuladas por el sector durante los pr¨®ximos 30 a?os¡±, explica Dolores Huerta, directora general de GBCe. Pone un ejemplo: en un edificio residencial construido entre 1980 y 2006 con hormig¨®n y ladrillo, las emisiones embebidas suponen 650 kilos de CO2 equivalente por metro cuadrado al a?o y entre 1.000 y 1.200 kilos las emisiones operativas. Sin embargo, un edificio que cumpla la normativa actual, con bajo o nulo consumo de energ¨ªa, es responsable de los mismos 650 kilos (embebidas) pero baja hasta los 500 kilos de emisiones operativas. Huertas est¨¢ convencida de que el siguiente paso de Bruselas ser¨¢ aprobar una directiva que exija calcular y limitar la huella de carbono durante todo el ciclo de vida del edificio.
El sector dice ser consciente del reto. ¡°Estamos concienciados del impacto que tiene la actividad, de las emisiones que produce; nos queda trabajo por hacer para reducirlas de forma significativa, pero no puede ser de un d¨ªa para otro¡±, indica Daniel Cuervo. El punto de partida, dice, es que fabricantes y proveedores fijen la trazabilidad de cada material, para poder identificar el origen de la materia prima, el transporte empleado, los qu¨ªmicos usados¡
Paola Villoria, profesora de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, tambi¨¦n cree que el sector de la construcci¨®n est¨¢ tomando conciencia de su impacto negativo en el medio ambiente y ¡°buscando nuevos caminos para reducir su huella¡±, sobre todo las grandes constructoras. No obstante, ¡°todav¨ªa falta que la gran mayor¨ªa de las empresas, peque?as y medianas, adopten esta tendencia¡±.
La asociaci¨®n GBCe ha elaborado una hoja de ruta para la descarbonizaci¨®n de la edificaci¨®n en todo su ciclo de vida. Entre las medidas propuestas est¨¢n usar materiales locales o de bajo contenido en carbono, como la madera. ¡°Hemos abandonado ciertos materiales y hemos renunciado a su industrializaci¨®n, pero es algo que est¨¢ por hacer¡±, considera Huertas. ¡°Utilizando materiales bajos en carbono como la madera u otros de origen natural, el carbono embebido puede reducirse a 350 kilos de CO2 equivalente por metro cuadrado y a?o¡±. Mireya Reguart, arquitecta y secretaria general de la Asociaci¨®n Sostenibilidad y Arquitectura (ASA), insiste: ¡°La madera cada vez es m¨¢s popular en el norte de Europa y de Espa?a (Pa¨ªs Vasco, Navarra y Catalu?a), donde es una opci¨®n clara, y la vivienda p¨²blica se est¨¢ licitando con estos sistemas¡±.
Una medida importante es la circularidad de las soluciones, es decir, que los materiales sean reutilizables. ¡°A pesar de que existe normativa que ayuda a promover una econom¨ªa circular en el sector, las empresas a¨²n tienen que cambiar y modificar la manera de hacer las cosas para poder lograr una econom¨ªa circular real en las obras¡±, sostiene Villoria. Esto, a?ade, implica ¡°aplicar estrategias para prevenir la generaci¨®n de residuos, fundamentalmente en fase de dise?o del edificio a trav¨¦s de buenas pr¨¢cticas como por ejemplo: la definici¨®n de un plan de deconstrucci¨®n del edificio ya desde la fase de dise?o, o el dise?o de edificios adaptables, di¨¢fanos que permitan una flexibilidad en cuanto a su uso, el uso de materiales m¨¢s durables, biol¨®gicos, prefabricados y regenerativos¡±. Los residuos que no pueden ser evitados, deber¨¢n gestionarse siempre a trav¨¦s de gestores autorizados y aplicar estrategias para su recuperaci¨®n y reciclaje, como por ejemplo fomentando el uso de materiales con alto contenido de materiales recuperados. En cuanto a las demoliciones, dice la profesora, deben realizarse de manera selectiva, es decir, planificar las actividades de demolici¨®n de modo que sea posible separar y clasificar los residuos generados. La ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una econom¨ªa circular establece que la cantidad de residuos no peligrosos de construcci¨®n y demolici¨®n destinados a la preparaci¨®n para la reutilizaci¨®n, el reciclado y otra valorizaci¨®n de materiales, incluidas las operaciones de relleno, deber¨¢ alcanzar como m¨ªnimo el 70% en peso de los residuos producidos.
La arquitecta Mireya Reguart concluye se?alando el peso inevitable que tendr¨¢ la construcci¨®n industrializada, sin la cual parece dif¨ªcil llegar a 2050 libres de emisiones.
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