Un a?o de crisis clim¨¢tica sin fin
La extraordinaria ola de calor que golpea a gran parte de Espa?a y Europa llega en mitad de una emergencia planetaria causada por los combustibles f¨®siles y en la que los fen¨®menos extremos se han incrementado
Gran parte de Espa?a y media Europa se abrasan en mitad de una extraordinaria ola de calor que en muchos casos est¨¢ desembocando en terribles incendios forestales, como los que golpean a Monfrag¨¹e, las Hurdes, Mijas... Que haga calor en verano en el hemisferio norte es normal. Incluso que se den olas de calor. El problema es que a la variabilidad clim¨¢tica natural se le suma una gran crisis de fondo que convierte estos eventos en m¨¢s duros y frecuentes: la emergencia generada por el calentamiento global. ¡°El cambio clim¨¢tico inducido por el hombre ya est¨¢ afectando a muchos fen¨®menos meteorol¨®gicos y clim¨¢ticos extremos en todas las regiones¡±, concluye en su ¨²ltimo gran informe el IPCC, el grupo de cient¨ªficos internacionales que se encarga de sentar las bases sobre el conocimiento sobre esta crisis desde hace tres d¨¦cadas.
Si levantamos un poco m¨¢s el foco, vemos que la actual ola de calor se extiende tambi¨¦n por el norte de ?frica, Oriente Pr¨®ximo y llega hasta Asia. ¡°Esta gran ¨¢rea de calor extremo (y sin precedentes) es otro indicador claro de que las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad humana est¨¢n causando extremos clim¨¢ticos que afectan nuestras condiciones de vida¡±, sosten¨ªa el viernes en un art¨ªculo Steven Pawson, uno de los responsables del laboratorio de investigaci¨®n Goddard de la NASA.
En la anterior gran revisi¨®n que hizo el IPCC en 2014 se avisaba de que los fen¨®menos extremos se podr¨ªan volver m¨¢s habituales y duros. Seis a?os despu¨¦s, constatan que lo que pod¨ªa pasar est¨¢ ya ocurriendo. Las olas de calor extremas se han vuelto ¡°m¨¢s frecuentes e intensas en la mayor¨ªa de las regiones terrestres desde la d¨¦cada de 1950, mientras que los extremos fr¨ªos (incluidas las olas de fr¨ªo) se han vuelto menos frecuentes y menos graves¡±, pone como ejemplo este grupo vinculado a la ONU. Adem¨¢s, ha aumentado ¡°la frecuencia y la intensidad de los eventos de precipitaciones intensas¡±.
Una buena forma de entenderlo es imaginar un caldero hirviendo, un ejemplo que suele utilizar la f¨ªsica y portavoz de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa), Beatriz Hervella. Los eventos extremos habituales se dan ahora en un contexto de un planeta que es 1,1 grados Celsius m¨¢s caliente que antes de la Revoluci¨®n Industrial. El caldero cada vez est¨¢ m¨¢s caliente, con lo que las olas de calor o las precipitaciones pueden alcanzar m¨¢s potencia. ¡°Las emisiones de gases de efecto invernadero, procedentes de la quema de combustibles f¨®siles como el carb¨®n, el gas y el petr¨®leo, est¨¢n haciendo que las olas de calor sean m¨¢s calientes, duraderas y frecuentes¡±, insist¨ªa esta semana Friederike Otto, del Instituto Grantham del Imperial College de Londres. ¡°Olas de calor que sol¨ªan ser raras son ahora comunes; olas de calor que sol¨ªan ser imposibles est¨¢n ocurriendo ahora y matando gente¡±, a?ad¨ªa.
Otto es la codirectora del World Weather Attribution (WWA), un grupo de cient¨ªficos nacido en 2014 que se ha especializado en responder de forma r¨¢pida a una pregunta ante un fen¨®meno extremo: ?es culpa del cambio clim¨¢tico? B¨¢sicamente, lo que hacen es utilizar modelos clim¨¢ticos para tratar de determinar c¨®mo de probable es que un evento concreto se hubiera producido si no existiera el calentamiento global que ha desencadenado el hombre con sus gases de efecto invernadero desde la Revoluci¨®n Industrial.
Sus trabajos y los de otros investigadores en el campo de la atribuci¨®n permiten comprobar que la dura ola de calor que sufre Europa, con los fuegos y muertes colaterales, es solo la guinda de esta crisis. Basta echar la vista atr¨¢s 12 meses para encontrar un panorama dominado por los extremos en un planeta cada vez m¨¢s c¨¢lido debido principalmente a los combustibles f¨®siles.
Anomal¨ªa de
temperaturas
Vancouver
Canad¨¢
+15°
Lyton
49,5°
Seattle
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Estados Unidos
-15°
1.000 km
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A finales de junio y principios de julio del pasado a?o, una tremenda e inusual ola de calor golpe¨® la costa del Pac¨ªfico de Norteam¨¦rica. Varios cientos de personas fallecieron y se registr¨® una oleada de graves incendios forestales. La zona cero fue un peque?o pueblo canadiense llamado Lytton, de unos 250 habitantes. En esta localidad, ubicada en una latitud similar a la de Berl¨ªn, se registraron 49,6 grados. Para hacerse una idea de lo que supone, el r¨¦cord de Espa?a data de agosto de 2021 en Montoro (C¨®rdoba) y son 47,4 grados.
El WWA realiz¨® un an¨¢lisis de atribuci¨®n de este evento a las pocas semanas. Y concluy¨® que una ola de calor de ese calibre habr¨ªa sido ¡°casi imposible¡± si el planeta no estuviera inmerso en un proceso de cambio clim¨¢tico alimentado por los gases de efecto invernadero que expulsa el ser humano. ¡°Las temperaturas observadas fueron tan extremas que se encuentran muy lejos del rango de temperaturas observadas hist¨®ricamente¡±, se?alaban. Estos expertos concluyeron que aquella ola fue unos dos grados m¨¢s c¨¢lida de lo que habr¨ªa sido si hubiera ocurrido al principio de la Revoluci¨®n Industrial.
15 de julio de 2021
Un a?o despu¨¦s
15 de julio de 2021
Un a?o despu¨¦s
15 de julio de 2021
Un a?o despu¨¦s
15 de julio de 2021
Un a?o despu¨¦s
Entre el 12 y el 15 de julio de 2021, unas fuertes lluvias causaron unas tremendas inundaciones en varias regiones de Alemania, B¨¦lgica, Luxemburgo y Pa¨ªses Bajos. Murieron 222 personas y hubo importantes impactos en infraestructuras. Adem¨¢s, el evento se produjo unos meses antes de las elecciones generales en Alemania, cuya campa?a estuvo marcada en parte por el debate sobre c¨®mo actuar frente al cambio clim¨¢tico. Los Verdes lograron el mejor resultado de su historia con casi un 15% de los votos.
El IPCC apunta en su ¨²ltimo informe sobre las bases f¨ªsicas del calentamiento, publicado en agosto de 2021, que ¡°el cambio clim¨¢tico est¨¢ intensificando el ciclo hidrol¨®gico¡± en muchas regiones del mundo, lo que se traduce en ¡°una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas¡±. El cambio clim¨¢tico hace que la atm¨®sfera sea m¨¢s c¨¢lida, lo que lleva a su vez hace que retenga m¨¢s humedad y, por lo tanto, hay m¨¢s combustible para las tormentas. En el caso concreto de las inundaciones de Alemania y B¨¦lgica, el informe de atribuci¨®n del WWA apuntaba que en Europa occidental la probabilidad de que hoy ocurra un evento de lluvias extremas en comparaci¨®n con un mundo sin calentamiento ¡°ha aumentado en un factor de entre 1,2 y 9¡±. Y, si la temperatura global sigue su escalada, todav¨ªa ser¨¢ m¨¢s probable en el futuro.
El 13 de julio del a?o pasado un incendio forestal se inici¨® en los alrededores de ca?¨®n del r¨ªo Feather, en el norte de California. Dixie, el nombre que le pusieron las autoridades, no se dio por extinguido completamente hasta finales de octubre, m¨¢s de tres meses despu¨¦s. Fue el segundo mayor incendio registrado en California, como recordaba a finales del pasado a?o la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial. Afect¨® a casi 390.000 hect¨¢reas, una superficie algo mayor a la de la isla de Mallorca.
CALIFORNIA
389.837
hect¨¢reas
110 km
El problema es que este megaincendio, que lleg¨® precedido de varios meses de sequ¨ªa y calor, no se puede considerar una excepci¨®n: 14 de los 20 incendios m¨¢s grandes de California se han producido en la ¨²ltima d¨¦cada. Es complicado atribuir un fuego concreto al cambio clim¨¢tico porque son cat¨¢strofes en las que influyen m¨²ltiples factores locales, desde c¨®mo se inician las llamas al viento a la cantidad de combustible vegetal que se acumula en las zonas forestales. En el caso de Dixie no hay un informe de atribuci¨®n, pero la WWA explicaba hace unos meses que ¡°a lo largo de la costa oeste de Norteam¨¦rica, desde Alaska hasta California, los incendios forestales recientes fueron m¨¢s probables y las zonas incendiadas aumentaron¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Entre 1984 y 2015, m¨¢s de cuatro millones de hect¨¢reas de zona incendiada en el oeste de Norteam¨¦rica han estado directamente atribuidas al cambio clim¨¢tico¡±.
Durante las inundaciones
EE UU
Lynden
R¨ªo Noonsack
Ferndale
Zona
inundada
Bellingham
20 km
En 2022
EE UU
Lynden
R¨ªo Noonsack
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Durante las inundaciones
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Zona
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En 2022
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Durante las inundaciones
En 2022
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Lynden
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Durante las inundaciones
En 2022
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Lynden
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R¨ªo Noonsack
R¨ªo Noonsack
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inundada
Bellingham
Bellingham
20 km
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En noviembre de 2021, el sur de la regi¨®n canadiense de la Columbia Brit¨¢nica padeci¨® unas lluvias hist¨®ricas que dejaron cinco muertos y da?os por valor de cientos de millones de euros. Los dos d¨ªas de intensas lluvias desencadenaron inundaciones y deslizamientos de tierra, que aislaron a la ciudad de Vancouver del resto del pa¨ªs por carretera y ferrocarril. Fue el desastre natural m¨¢s costoso en la historia de esta provincia.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Victoria elabor¨® un informe de atribuci¨®n. Concluyeron que este tipo de eventos en esa zona se han vuelto al menos ¡°un 60% m¨¢s probables debido a los efectos del cambio clim¨¢tico¡±. El IPCC en su ¨²ltimo informe inclu¨ªa las ¡°fuertes precipitaciones¡± en el listado de fen¨®menos afectados por el calentamiento. La intensificaci¨®n de estos eventos se ha producido en un contexto en el que el calentamiento est¨¢ ahora en 1,1 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales. Si la humanidad no da un giro radical y sigue enganchada a los combustibles f¨®siles, el panorama ser¨¢ mucho peor. Por ejemplo, los impactos debidos a las inundaciones se multiplicar¨¢n hasta por 3,9 veces si se llega hasta los 3 grados respecto a lo que ocurrir¨ªa en un escenario de 1,5, el nivel de seguridad que ha fijado la ciencia y el Acuerdo de Par¨ªs.
A principios de este a?o, Madagascar, Mozambique, Malawi y otros pa¨ªses del sureste africano sufrieron unas graves inundaciones provocadas por una serie de tormentas tropicales, incluidos tres ciclones. En enero y febrero, dos tormentas ¡ªbautizada como Ana y Batsirai¡ª golpearon esta regi¨®n. Los especialistas del WWA, en colaboraci¨®n con investigadores locales, elaboraron un informe de atribuci¨®n. Concluyeron, al analizar los ciclones Ana y Batsirai, que ¡°el cambio clim¨¢tico aument¨® la probabilidad y la intensidad de las lluvias¡± asociadas a ambas. En su estudio, se reconoc¨ªa que la falta de datos hist¨®ricos dificulta estos trabajos de atribuci¨®n. Es una conclusi¨®n similar a la que llegaba el IPCC: ¡°los estudios de atribuci¨®n de eventos y la comprensi¨®n f¨ªsica indican que el cambio clim¨¢tico inducido por el hombre aumenta las fuertes precipitaciones asociadas con los ciclones tropicales, pero las limitaciones de los datos inhiben la detecci¨®n clara de tendencias pasadas a escala mundial¡±.
La falta de datos, no solo referida a los ciclones, sino a la mayor¨ªa de eventos extremos, en el sur global es mucho mayor. Y, parad¨®jicamente, sus habitantes son los que m¨¢s sufren las consecuencias del calentamiento. Los efectos negativos se aprecian ¡°en todos los sectores y regiones¡±, seg¨²n el IPCC, pero los que menos tienen se ven mucho m¨¢s perjudicados: entre 3.300 y 3.600 millones de personas ¡ªcerca de la mitad de la poblaci¨®n mundial¡ª viven ahora en contextos considerados ¡°altamente vulnerables¡±, ya sea por su ubicaci¨®n geogr¨¢fica, por su mala situaci¨®n socioecon¨®mica o por una combinaci¨®n de ambas.
30 de enero de 2022
ANT?RTIDA
Isla
Bowman
Glaciar
Conger
20 km
Norte
21 de marzo de 2022
Isla
Bowman
30 de enero de 2022
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30 de enero de 2022
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Glaciar
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30 de enero de 2022
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Glaciar
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En marzo de este a?o, casi de forma paralela, dos olas de calor en la Ant¨¢rtida y el ?rtico llevaron a ambos extremos del planeta a alcanzar temperaturas muy por encima de lo normal. Unos d¨ªas despu¨¦s de este episodio, una gigantesca plataforma de hielo marino milenario de unos 1.200 kil¨®metros cuadrados se desplom¨® en el glaciar Conger desintegr¨¢ndose en miles de icebergs que se perdieron en el oc¨¦ano.
En estos dos casos no existen informes de atribuci¨®n directa de las olas, pero s¨ª hay una importante cantidad de estudios cient¨ªficos que ayudan a contextualizarlos. Por un lado, en el hemisferio norte, el ?rtico se considera un punto rojo de la crisis clim¨¢tica: se ha calendado dos veces m¨¢s que la media global. No ocurre lo mismo en la Ant¨¢rtida, donde el calentamiento est¨¢ algo por debajo de la media. Pero en ambos casos lo que s¨ª est¨¢ establecido es que la cantidad de hielo sigue disminuyendo y est¨¢ en m¨ªnimos hist¨®ricos debido al cambio clim¨¢tico. Y esa p¨¦rdida en algunos casos ser¨¢ irreversible durante cientos o miles de a?os, advierte el IPCC.
Temperatura m¨¢xima a¨¦rea
0°
10°
20°
40°
30°
Dheli
43,8°
Lucknow
44,6°
Pakist¨¢n
India
Prayagraj
45,0º
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Entre marzo y mayo del pasado a?o, la India y Pakist¨¢n sufrieron unas temperaturas mucho m¨¢s c¨¢lidas de lo habitual para esas fechas, a lo que se uni¨® unas precipitaciones tambi¨¦n por debajo de lo normal. Murieron al menos 90 personas y sus efectos se pudieron notar en todo el mundo, porque el calor registrado y la sequ¨ªa en la regi¨®n hizo que se redujera la cosecha de trigo y el Gobierno de la India vetase las exportaciones de este cereal.
De nuevo, los expertos del WWA realizaron un an¨¢lisis en el que concluyeron que el calentamiento global hizo aproximadamente 30 veces m¨¢s probable que sucediera algo as¨ª de extremo en esa ¨¦poca del a?o. Esto se traduce en que un fen¨®meno as¨ª ¡°habr¨ªa sido extraordinariamente raro sin los efectos del cambio clim¨¢tico inducido por el hombre¡±.
A finales de mayo y principios de junio, el noreste de Brasil sufri¨® unas fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra tras unas lluvias excepcionalmente intensas. En el estado de Pernambuco fallecieron 133 personas y otras 25.000 fueron desplazadas de sus hogares. El informe que ha realizado la WWA, aunque reconoce importantes incertidumbres respecto a los datos disponibles, concluye que ¡°el cambio clim¨¢tico causado por el hombre es, al menos en parte, responsable de los aumentos observados en la probabilidad y la intensidad de los eventos de lluvias torrenciales observados en mayo¡±.
15 jun
2022
5 d¨ªas
35
40
Temperatura m¨¢xima
por ola de calor
Jun.
11 jun. 1981
39°
6 d¨ªas
27 jun. 2015
38°
26 d¨ªas
Jul.
Ago.
Sep.
1980
1990
2000
2010
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1995
2000
2005
2010
2015
2022
Hace un mes, a mediados de junio, la pen¨ªnsula Ib¨¦rica vivi¨® la primera ola de calor cuando ni siquiera hab¨ªa empezado oficialmente el verano. Fue extraordinaria por lo temprana y por las temperaturas tan altas que se alcanzaron, m¨¢s de 40 grados. En este caso no existe todav¨ªa un informe de atribuci¨®n. Pero, como explica Eunice Lo, de la Universidad de Bristol, ya se ha constatado que ¡°las olas de calor son cada vez m¨¢s frecuentes e intensas a medida que el planeta se calienta¡±. En el futuro ¡°podemos esperar m¨¢s olas de calor y m¨¢s calientes¡±.
El IPCC no solo hace un balance del pasado, tambi¨¦n apunta en sus informes hacia lo que puede ocurrir en el futuro. En la ¨²ltima revisi¨®n se incluy¨® por primera vez un atlas interactivo en el que se muestran los posibles futuros en funci¨®n del nivel de calentamiento al que se llegue durante este siglo, algo que depende en buena parte de los gases que la humanidad expulse en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Si se sigue con el ritmo actual de emisiones, a finales de siglo se convertir¨¢ en algo habitual que se sobrepasen los 40 grados en junio en amplias zonas del pa¨ªs como los valles del Guadalquivir, del Guadiana e, incluso, del Ebro.
Los extremos de calor se desplazaron desde la pen¨ªnsula Ib¨¦rica hasta el noreste de Italia a principios de julio, cuando el desprendimiento de un pedazo del glaciar de las Marmoladas mat¨® a 11 excursionistas. Paralelamente, el norte del pa¨ªs entr¨® en emergencia por sequ¨ªa tras un a?o con lluvias por debajo de lo normal.
En este caso tampoco existe todav¨ªa un informe de atribuci¨®n directa. Pero de nuevo el IPCC ofrece datos esclarecedores sobre lo que ha ocurrido ya. Los glaciares est¨¢n siendo especialmente golpeados por el calentamiento global. En todo el mundo est¨¢n viviendo un ¡°retroceso¡± desde los cincuenta. Un proceso as¨ª, ¡°con casi todos los glaciares del mundo retrocediendo a la vez, no tiene precedentes en al menos los ¨²ltimos 2.000 a?os¡±, asegura el IPCC. Y, seg¨²n apuntan muchos especialistas, al retroceder se vuelven m¨¢s inestables y pueden causar los desprendimientos.
En el caso de las sequ¨ªas, no se ha encontrado un patr¨®n claro de relaci¨®n entre el cambio clim¨¢tico y la disminuci¨®n de precipitaciones. Pero el aumento de la temperatura global s¨ª puede afectar al recurso disponible, porque la demanda de agua de la atm¨®sfera y la vegetaci¨®n aumenta con el calor. Por eso, en el informe del IPCC se apunta a que ya se ha observado un incremento de ¡°las sequ¨ªas hidrol¨®gicas y agr¨ªcolas¡±, es decir, las que afectan al agua embalsada y a la tierra en la que est¨¢n plantados los cultivos.
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