Al ritmo de la oferta y la demanda
Estamos sujetos a un escenario de precios de materias primas excesivamente elevados para la fortaleza de la actividad
Este ha sido un a?o singular para las materias primas. Por una parte, la baja inversi¨®n en un contexto de aceleraci¨®n de la demanda condujo a una tendencia alcista en precios que se acentu¨® con el devenir de la invasi¨®n rusa de Ucrania. Poco m¨¢s tarde, entre especulaciones y preocupaciones, los mercados comenzaron a ver una inflaci¨®n sin techo que supuso marcadas respuestas de pol¨ªtica monetaria, con r¨¢pidos incrementos en los tipos de inter¨¦s ...
Este ha sido un a?o singular para las materias primas. Por una parte, la baja inversi¨®n en un contexto de aceleraci¨®n de la demanda condujo a una tendencia alcista en precios que se acentu¨® con el devenir de la invasi¨®n rusa de Ucrania. Poco m¨¢s tarde, entre especulaciones y preocupaciones, los mercados comenzaron a ver una inflaci¨®n sin techo que supuso marcadas respuestas de pol¨ªtica monetaria, con r¨¢pidos incrementos en los tipos de inter¨¦s no vistos en d¨¦cadas.
Esta combinaci¨®n de alta inflaci¨®n y subidas en el precio del dinero llev¨® a la especulaci¨®n, que poco a poco se convierte en realidad, de una importante desaceleraci¨®n econ¨®mica global, o incluso de una recesi¨®n en varios pa¨ªses del mundo: Europa quiz¨¢s sea la primera en entrar en ella por las complicaciones con el suministro de gas, pero tambi¨¦n EE UU hacia mediados del a?o pr¨®ximo. En este entorno, la mayor¨ªa de las materias primas han sufrido descensos importantes en sus precios, aunque est¨¢n todav¨ªa por encima de los de inicio del a?o.
Un ejemplo de la constante puja entre oferta y demanda es la evoluci¨®n del precio del petr¨®leo, que, despu¨¦s de caer fuertemente por expectativas de menor crecimiento, se ha elevado en la ¨²ltima semana tras la decisi¨®n de la OPEP de reducir la oferta de petr¨®leo en dos millones de barriles por d¨ªa, situaci¨®n que claramente lleva al precio a niveles que no son consistentes con la actividad econ¨®mica vigente y, por ende, tienden a lesionar a¨²n m¨¢s la actividad. En los alimentos tambi¨¦n observamos con preocupaci¨®n una demanda no satisfecha por los choques negativos de oferta (clima, geopol¨ªticas y factores log¨ªsticos). Por ¨²ltimo, los metales respiran a ritmos diferenciados. Por una parte, la menor demanda para temas de construcci¨®n produjo un repliegue de los precios de algunos metales como el cobre o el hierro. Pero por el otro, la tensi¨®n geopol¨ªtica que rodea el suministro de gas en Europa ha llevado a una aceleraci¨®n en la demanda de otros requeridos en bater¨ªas, como el litio y el n¨ªquel.
En definitiva, en medio de la tormenta, vemos un mundo que se desacelera en un contexto de alta inflaci¨®n, en parte producto de los altos precios de las materias primas. Una puja constante entre oferta y demanda de la que ninguna saldr¨¢ bien parada. Seguramente estemos sujetos a un escenario de precios de materias primas excesivamente elevados para la fortaleza intr¨ªnseca de la actividad global, lo que a la postre podr¨ªa prolongar la desaceleraci¨®n o incluso acercar al umbral de la recesi¨®n no solo a las econom¨ªas desarrolladas, sino tambi¨¦n en otras geograf¨ªas. Eso s¨ª, al final, las materias primas seguir¨¢n al ritmo de oferta y demanda, dentro de las cuales se va vislumbrando cada vez m¨¢s el efecto de las consideraciones ligadas al cambio clim¨¢tico.