El caos se apodera del mercado del n¨ªquel y golpea al coche el¨¦ctrico
La invasi¨®n de Ucrania, la especulaci¨®n y los problemas t¨¦cnicos alientan la volatilidad en un metal clave para la fabricaci¨®n de bater¨ªas el¨¦ctricas
El barullo de gritos, se?as y llamadas telef¨®nicas del parqu¨¦ de la Bolsa de Metales de Londres, uno de los ¨²ltimos reductos donde los br¨®keres negocian a viva voz, tiene algo de romanticismo pret¨¦rito en una industria dominada por algoritmos y operaciones de alta frecuencia. Su ¨²ltimo problema, en cambio, bebe de los tiempos actuales, marcados por la ebullici¨®n del bitcoin y la volatilidad burs¨¢til: las subidas y bajadas de precios han adquirido una velocidad de v¨¦rtigo empujadas por la invasi¨®n rusa de Ucrania y la especulaci¨®n de algunos inversores.
Las alarmas saltaron definitivamente la semana pasada, cuando el precio del n¨ªquel super¨® los 100.000 d¨®lares por tonelada tras duplicar su valor en solo una sesi¨®n. Las sanciones internacionales a Rusia, el tercer mayor productor de este metal en todo el mundo tras Indonesia y Filipinas, amenazaban con dejar fuera de circulaci¨®n un 10% de la cuota global. Como dictan las leyes del mercado, a menos oferta, los precios suben, y ah¨ª es donde entr¨® en juego el segundo factor que dispar¨® la cotizaci¨®n del n¨ªquel: el magnate chino Xiang Guangda, fundador de la metal¨²rgica Tsingshan Holdings, hab¨ªa apostado por una ca¨ªda de su precio, por lo que cuando la tendencia empez¨® a ser la contraria azuzada por el p¨¢nico comprador que sigui¨® al castigo a Rusia, se le exigi¨® aportar m¨¢s efectivo para cubrir las p¨¦rdidas o recomprar su posici¨®n. Al decantarse por esa segunda v¨ªa para cortar el enorme descalabro de su cartera, provoc¨® una subida mete¨®rica del precio del n¨ªquel que llev¨® a la Bolsa de Metales de Londres a suspender su negociaci¨®n por una semana. Y a la de Shanghai a hacer lo mismo durante un d¨ªa.
Desde entonces, todo han sido complicaciones. Los gestores de la Bolsa de Londres impusieron en su reapertura este mi¨¦rcoles un l¨ªmite de ca¨ªdas y subidas del 5% para cortar de ra¨ªz la volatilidad. La cotizaci¨®n del n¨ªquel cay¨® justo ese 5%, iniciando as¨ª un largo camino de vuelta que a priori deber¨ªa devolverla a precios m¨¢s normales, pero un problema t¨¦cnico hizo que se ejecutaran ¨®rdenes incluso por debajo del rango indicado, poniendo en duda la capacidad de la instituci¨®n para manejar el mercado. Al d¨ªa siguiente, el rango se ampli¨® al 8%, y descendi¨® en esa misma proporci¨®n, pero otros operadores se quejaron de que sus ¨®rdenes no entraron por nuevos fallos t¨¦cnicos, y tuvieron que esperar para que fueran ejecutadas. Finalmente, este viernes el l¨ªmite se extendi¨® al 12%, justo el porcentaje en que se desplom¨®, aunque todav¨ªa sigue en niveles hist¨®ricamente altos, un 127% por encima del que ten¨ªa hace un a?o.
El analista Juan Ignacio Crespo cree que esos l¨ªmites de precios tienen sentido: ¡°Son medidas extraordinarias que suelen ayudar a recuperar el orden en mercados que se han vuelto ca¨®ticos. Medidas extraordinarias para momentos extraordinarios en los que el p¨¢nico amenaza con hacer quebrar a operadores solventes que tienen que aportar nuevas garant¨ªas desorbitadas de manera s¨²bita, sin que los bancos est¨¦n dispuestos con la rapidez necesaria a aportarles esa liquidez que necesitan de repente¡±.
Bater¨ªas el¨¦ctricas m¨¢s caras
?C¨®mo afectan estos bandazos a la econom¨ªa real? En primer lugar, Crespo explica que las empresas que se dedican al trading de materias primas pueden optar por reducir el riesgo que asumen al tomar posiciones compradoras en ellas, reduciendo de esa forma el fluir normal del tr¨¢fico comercial de materias primas que la econom¨ªa global necesita para seguir funcionando a su ritmo habitual. Y segundo, el encarecimiento del n¨ªquel puede golpear a los fabricantes del bater¨ªas el¨¦ctricas, que necesitan ese metal para producirlas. Seg¨²n estimaciones de Cantor Fitzgerald, la subida puede hacer que cada coche producido suba en m¨¢s de 1.500 euros, lo que ha llevado a compa?¨ªas como Volkswagen a tratar de negociar directamente con las mineras mejores precios, y a Tesla a utilizar bater¨ªas de hierro, menos eficientes, para algunos modelos.
La Asociaci¨®n Europea de Componentes de Autom¨®viles (Clepa) ha advertido de las consecuencias de un largo conflicto en Ucrania. ¡°En t¨¦rminos de materiales cr¨ªticos, los proveedores de autom¨®viles se est¨¢n preparando para la escasez de gas ne¨®n para microchips, paladio para convertidores catal¨ªticos y n¨ªquel para bater¨ªas de iones de litio¡±, enumeran. La p¨¦rdida de la producci¨®n rusa propiciar¨¢ que se busquen nuevos yacimientos en otras ubicaciones, pero hasta que est¨¦n operativas pueden pasar a?os o d¨¦cadas.
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