Renault y Nissan vuelven a mirarse como iguales
La renovada alianza entre los fabricantes de coches busca explotar todas las sinergias posibles y, al mismo tiempo, dar libertad a cada grupo
Una de las primeras cosas que hizo Makoto Uchida cuando tom¨® las riendas de Nissan en diciembre de 2019 fue vender un avi¨®n corporativo y cerrar un comedor para altos ejecutivos en la sede de la compa?¨ªa automovil¨ªstica. Se trataba de casi un acto de contrici¨®n en una empresa entonces todav¨ªa traumatizada por el escandaloso arresto de su jefe Carlos Ghosn y sumida en una crisis de estrategia que le llev¨® en el ejercicio posterior a declarar unas p¨¦rdidas hist¨®ricas de 5.670 millones...
Una de las primeras cosas que hizo Makoto Uchida cuando tom¨® las riendas de Nissan en diciembre de 2019 fue vender un avi¨®n corporativo y cerrar un comedor para altos ejecutivos en la sede de la compa?¨ªa automovil¨ªstica. Se trataba de casi un acto de contrici¨®n en una empresa entonces todav¨ªa traumatizada por el escandaloso arresto de su jefe Carlos Ghosn y sumida en una crisis de estrategia que le llev¨® en el ejercicio posterior a declarar unas p¨¦rdidas hist¨®ricas de 5.670 millones de euros. La llegada de Luca de Meo a Renault se produjo unos meses m¨¢s tarde, pero no fue mucho mejor. Abandon¨® su c¨®modo contrato acabado de renovar en Seat para dirigir el grupo franc¨¦s que, tambi¨¦n centrado hasta entonces en vender a cualquier precio, hab¨ªa perdido el norte, aflorado unos n¨²meros rojos de 8.000 millones en 2020 y necesitado cr¨¦ditos del Estado franc¨¦s ante el riesgo de ¡°desaparecer¡±.
Desde entonces, las perspectivas de Uchida y de De Meo han mejorado. Han cambiado la estrategia de sus compa?¨ªas, ahora centradas en vender menos pero con m¨¢s rentabilidad, lo que ha supuesto deshacerse de algunas f¨¢bricas, como la de Nissan en Barcelona, o reducir la capacidad de otras factor¨ªas mientras encarrilan el camino de la electrificaci¨®n. Aunque hace un a?o anunciaron un esfuerzo conjunto, junto a Mitsubishi, de 23.000 millones para impulsar su lanzamiento de veh¨ªculos el¨¦ctricos, ambos ejecutivos eran conscientes de que les quedaba por cerrar otro frente de mayor calado: matar las desconfianzas mutuas, equiparar poderes y volver a poner en solfa la alianza creada en 1999, cuando la maltrecha situaci¨®n econ¨®mica de Nissan necesitaba de capitalizaci¨®n y confiaban en afianzar su posici¨®n en el mercado del autom¨®vil a golpe de volumen.
Ese acuerdo lo han acabado de oficializar este mes de febrero. Su plan persigue un dif¨ªcil juego de equilibrios consistente en conseguir todas las sinergias posibles y a la vez dotar de toda la libertad a cada grupo. Solo as¨ª se explica que Nissan haya logrado librarse de la presi¨®n que supon¨ªa que el grupo franc¨¦s (que a su vez est¨¢ participado por la Administraci¨®n gala) controlara el 43% de su accionariado, lo que le dotaba de ese peso tanto en lo econ¨®mico (dividendos) como en lo pol¨ªtico (las decisiones del consejo), mientras su 15% en la francesa no contaba con derechos de votos. A partir de ahora, ambas empresas se tratar¨¢n de t¨² a t¨² a trav¨¦s de participaciones cruzadas del 15% con el correspondiente poder de decisi¨®n. Se trata de un acuerdo de refundaci¨®n que nace con una vocaci¨®n a 15 a?os vista y que permite a Nissan zafarse, al menos por el momento, de los deseos de una integraci¨®n pura a la que aspiraban desde Par¨ªs, seg¨²n ha publicado Financial Times.
A la expectativa
Las casas de an¨¢lisis est¨¢n a la expectativa. Un d¨ªa despu¨¦s de la presentaci¨®n social del acuerdo, Fitch publicaba una nota en la que reconoc¨ªa ¡°no tener detalles sobre el potencial impacto en rentabilidad de la hoja de ruta conjunta¡±. Y la reacci¨®n de las Bolsas ha sido dispar: han premiado a Nissan (con un repunte del 11,8% desde el 6 de febrero), han dado aire a Renault (4,4%) y han sido casi indiferente con Mitsubishi (1,4%).
¡°No es una elecci¨®n, sino una necesidad¡±, dijo Uchida el 6 de febrero, sobre ¡°el siguiente nivel¡± de colaboraci¨®n en la alianza. No hab¨ªa muchas alternativas en una industria que, de una forma u otra, busca concentraciones para aligerar el peso de las inversiones que tendr¨¢n que realizar en el futuro para acomodar sus f¨¢bricas y sus centros de dise?o al futuro coche el¨¦ctrico y a la digitalizaci¨®n. Renault estuvo en la terna de candidatos para unirse con FCA (el grupo italoestadounidense con marcas como Fiat y Chrysler) antes de que este cerrara su fusi¨®n son Peugeot (PSA) para crear Stellantis, el cuarto grupo mundial. La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, incapaz de reducir el nombre para no olvidar a ninguno de sus miembros, es actualmente el tercer mayor vendedor de veh¨ªculos del mundo si se tienen en cuenta todas las marcas que la integran, por detr¨¢s de las ense?as de Toyota y de Grupo Volkswagen.
Fuentes de una de las compa?¨ªas dicen que la renovaci¨®n de la alianza supone ahondar en proyectos de back office, sobre todo tecnol¨®gicos, con el desarrollo conjunto de nuevos productos. El objetivo es que el 80% de los modelos de las tres marcas compartan la misma plataforma en 2026. La triada franco-nipona ser¨¢ m¨¢s visible de puertas a fuera porque se van a ensamblar veh¨ªculos de otras marcas en las f¨¢bricas. Pero, por el momento, las tres marcas solo han mostrado las l¨ªneas generales de sus planes de futuro en Latinoam¨¦rica, Europa e India, donde ya cuentan con producciones compartidas, que se ir¨¢n desarrollando durante los pr¨®ximos meses, y sus proyectos de fabricar veh¨ªculos de forma conjunta. ¡°Lo m¨¢s importante para m¨ª es que reactivamos la base de los negocios, como en el inicio de la alianza¡±, afirm¨® De Meo, quien asegur¨® que desde Renault ser¨¢n ¡°generosos y justos¡± con la alianza.
Renault es aparentemente la compa?¨ªa que m¨¢s se ha movido para adaptarse a lo que le demandaban y a los planes de futuro que tiene para la reconfiguraci¨®n del negocio ideada por De Meo. Por un lado renuncia a su capacidad de influencia en el consejo de Nissan y deshar¨¢ posiciones en el capital de Renault cuando m¨¢s le convenga por el precio de la acci¨®n (por el momento trasladar¨¢ el 28% de sus acciones, paquete valorado en 3.800 millones, a un fideicomiso). Pero tambi¨¦n se asegura tener a sus socios en su nueva configuraci¨®n del grupo, lo que dota de mayores garant¨ªas de ¨¦xito a la divisi¨®n de sus negocios.
Nissan se ha comprometido a cubrir el 15% de la salida a Bolsa de Ampere (Mitsubishi solo ha planteado que estudiar¨¢ la inversi¨®n), la nueva sociedad en la que el grupo franc¨¦s concentrar¨¢ su negocio en coches el¨¦ctricos y software, de la que se desconoce todav¨ªa su valor. Y, por el otro lado, se asegura que las dos sociedades japonesas le compren motores a Horse, la otra compa?¨ªa que se constituir¨¢ para especializarse en motores h¨ªbridos y t¨¦rmicos de alta eficiencia y que estar¨¢ controlada en un 50% por un fabricante ajeno a la alianza, el chino Gely.
Una sombra alargada
El gran interrogante es si la relación igualitaria Nissan-Renault solventará los problemas de gobernanza que ha caracterizado a la alianza en los últimos cuatro años. Dos franceses, Jean-Dominique Senard (presidente de Renault) y Véronique Sarlat-Depotte, siguen al frente mientras Luca De Meo y Makoto Uchida tratan de tapar de forma definitiva la sombra de Carlos Ghosn, el padre de la criatura. El expresidente de Nissan-Renault está acusado de canalizar millones de dólares de fondos de Renault a través de un distribuidor de automóviles de Omán, Suhail Bahwan Automobiles, para su uso personal. Ghosn fue detenido por primera vez en noviembre de 2018 en Japón, más tarde se le concedió la libertad bajo fianza, pero terminó huyendo a Líbano.
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