?Funcionar¨ªa el comunismo con la inteligencia artificial?
Hay un creciente monopolio en el sector tecnol¨®gico debido a que el control de los datos genera barreras de entrada
La obra m¨¢s conocida de Friedrich von Hayek fue la influyente y pol¨¦mica Camino de servidumbre, publicada en 1944; pero su escrito sobre econom¨ªa m¨¢s celebrado es El uso del conocimiento en la sociedad, un art¨ªculo bastante corto sobre la forma en que la sociedad obtiene y usa la informaci¨®n dispersa de las variables econ¨®micas fundamentales, como las preferencias, las prioridades y la productividad.
El art¨ªculo desarrolla una poderosa cr¨ªtica contra la planificaci¨®n central, en la que sostiene ...
La obra m¨¢s conocida de Friedrich von Hayek fue la influyente y pol¨¦mica Camino de servidumbre, publicada en 1944; pero su escrito sobre econom¨ªa m¨¢s celebrado es El uso del conocimiento en la sociedad, un art¨ªculo bastante corto sobre la forma en que la sociedad obtiene y usa la informaci¨®n dispersa de las variables econ¨®micas fundamentales, como las preferencias, las prioridades y la productividad.
El art¨ªculo desarrolla una poderosa cr¨ªtica contra la planificaci¨®n central, en la que sostiene que las autoridades centralizadas son incapaces de compilar y procesar adecuadamente los ¡°elementos dispersos de conocimiento incompleto y frecuentemente contradictorio en poder de los diferentes individuos¡±. Debido a que desconocen qu¨¦ prefiere cada persona entre millones de productos ¡ªni qu¨¦ hablar de sus ideas sobre d¨®nde aplicar su talento de manera m¨¢s productiva y creativa¡ª, los planificadores centrales est¨¢n destinados al fracaso.
Por el contrario, las econom¨ªas de mercado pueden procesar y agregar esa informaci¨®n de manera eficiente y eficaz: las se?ales de precios transmiten a la perfecci¨®n la informaci¨®n sobre las prioridades y preferencias de quienes participan en el mercado. Cuando escasea el esta?o, su precio aumenta, y, como explica Hayek, ¡°todo lo que los consumidores de esta?o necesitan saber es que una parte del esta?o que consum¨ªan est¨¢ siendo ahora empleado m¨¢s rentablemente en otro lugar y que, por consiguiente, deben economizar su uso¡±.
Tampoco se limita esto al procesamiento de los datos existentes. El sistema de mercado, sostiene Hayek, tambi¨¦n es mejor para descubrir ¡ªy hasta producir¡ª nuevas se?ales relevantes: ¡°Los datos referentes a toda la sociedad a partir de los cuales se origina el c¨¢lculo econ¨®mico no son nunca dados a una sola mente de modo que pueda deducir sus consecuencias y nunca, tampoco, pueden as¨ª ser dados¡±.
Aunque se lo glorifica por haber creado una cr¨ªtica basada en el conocimiento ( ¡°computacional¡±) de la planificaci¨®n, sus argumentos se entienden mejor como un llamamiento a la descentralizaci¨®n en t¨¦rminos m¨¢s amplios. Afirma que ¡°si aceptamos que el problema econ¨®mico de la sociedad es principalmente la adaptaci¨®n r¨¢pida al cambio [¡] Las decisiones finales deben quedar en manos de quienes est¨¢n familiarizados con esas circunstancias¡±. En ¨²ltima instancia, concluye Hayek, ¡°debemos solucionarlo mediante alg¨²n tipo de descentralizaci¨®n¡±, es decir, la econom¨ªa de mercado y el sistema de precios.
Durante d¨¦cadas, los argumentos de Hayek sirvieron para rechazar regulaciones de todo tipo. Si la regulaci¨®n de la actividad econ¨®mica (como las medidas que rigen el lanzamiento de nuevos productos) o de los precios (como los precios m¨¢ximos o los controles de precios) interfieren con el funcionamiento del sistema de precios, dificultar¨¢n el proceso descentralizado de adaptaci¨®n a un mundo en continuo cambio.
Pero ahora la inteligencia artificial ¡ªespecialmente los modelos de IA generativa que codifican, procesan y hacen uso (mediante cientos de miles de millones de par¨¢metros) de gigantescas cantidades de informaci¨®n preexistente¡ª presenta dos desaf¨ªos a ese argumento.
En primer lugar, dada la capacidad de la IA para absorber, organizar e interpretar datos a escala masiva, podr¨ªamos preguntarnos si ser¨ªa capaz de una mayor eficiencia a trav¨¦s de la planificaci¨®n central que de los sistemas de mercado actuales. Esa es la esperanza que sostiene el ¡°socialismo de IA¡± (o ¡°comunismo de lujo totalmente automatizado¡±): la IA dar¨¢ a los planificadores centrales los medios para definir asignaciones econ¨®micas ¨®ptimas y (supuestamente) ben¨¦volas.
Pero aunque el socialismo de IA es un interesante experimento mental, solo ofrece una cr¨ªtica superficial a Hayek. Incluso si la IA fuera capaz de hacer todos los c¨¢lculos y recopilaci¨®n de datos de los que ya se ocupa la econom¨ªa de mercado (y es un supuesto muy grande), la concentraci¨®n de poder en manos de la autoridad central ser¨ªa un gran motivo de preocupaci¨®n.
La hambruna por la que murieron cinco millones de ucranios a principios de la d¨¦cada de 1930 no se debi¨® a que Stalin fuera incapaz de calcular las asignaciones adecuadas. Por el contrario, ten¨ªa suficiente informaci¨®n y la us¨® para obtener todo el cereal posible de la regi¨®n (debido a motivaciones pol¨ªticas mayores y tal vez el deseo de devastar a Ucrania). Adem¨¢s, la cr¨ªtica de Hayek a la planificaci¨®n central va m¨¢s all¨¢ del uso de los datos existentes. Como vimos, se centra principalmente en la adaptaci¨®n al cambio y enfatiza por ello la creaci¨®n de informaci¨®n tanto como su uso. ¡°El tipo de conocimiento al que me he dedicado¡±, escribe Hayek, ¡°es el tipo que por su propia naturaleza no puede formar parte de la estad¨ªstica¡±. Esto implica que ni siquiera un modelo grande de lenguaje (MGL, por sus siglas en ingl¨¦s) todopoderoso podr¨ªa lidiar con la verdadera naturaleza de la informaci¨®n dispersa.
Pero la IA presenta otro desaf¨ªo, m¨¢s profundo, a los argumentos de Hayek: en la era de las IA generativas como ChatGPT-4, ?podemos siquiera suponer que los mercados facilitar¨¢n el uso descentralizado de la informaci¨®n? Alphabet (Google) y Microsoft lideran el desarrollo de esta tecnolog¨ªa, son dos gigantescas corporaciones dedicadas en gran medida a centralizar la informaci¨®n. Incluso si otras empresas logran competir contra este duopolio, los MGL, debido a su naturaleza, pueden requerir un elevado grado de centralizaci¨®n. Cuesta poco imaginar un escenario en el que una gran parte de la humanidad obtenga su informaci¨®n gracias al mismo modelo.
Por supuesto, el control de la informaci¨®n de Google y Microsoft es diferente al del Partido Comunista de China, pero, como sostenemos con Simon Johnson en nuestro nuevo libro Power and Progress: Our Thousand-Year Struggle over Technology and Prosperity (Poder y progreso: mil a?os de dificultades frente a la tecnolog¨ªa y la prosperidad), incluso las formas de descentralizaci¨®n aparentemente benignas conllevan una mir¨ªada de costes econ¨®micos y pol¨ªticos que dependen de qui¨¦n tenga el control en ¨²ltima instancia. En Estados Unidos, esos costes incluyen la creciente monopolizaci¨®n del sector tecnol¨®gico, debido a que el control de los datos genera barreras a la entrada, y el desarrollo de modelos de negocio basados en la participaci¨®n continua online y los anuncios digitales personalizados, que engendran ultrajes emocionales, extremismo y c¨¢maras de resonancia digitales, con efectos perjudiciales para la participaci¨®n democr¨¢tica.
La descentralizaci¨®n sigue siendo, por tanto, deseable, pero para promoverla en la era de la IA es posible que debamos invertir completamente los argumentos de Hayek ¡ªo, al menos, cambiarlos en parte¡ª abrazando la regulaci¨®n en vez de centrarnos solamente en sus costes potenciales.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal