Espa?a ante el bache econ¨®mico mundial
Las perspectivas dependen de la aceptaci¨®n por parte del BCE de la gradualidad de la desinflaci¨®n
Los escollos se han multiplicado a la vuelta del verano: nuevas tensiones en los mercados energ¨¦ticos; estallido de la burbuja de cr¨¦dito en China; inflaci¨®n estancada por encima del 5% en Europa y con un repunte en Espa?a (pese a la subida de los tipos de int...
Los escollos se han multiplicado a la vuelta del verano: nuevas tensiones en los mercados energ¨¦ticos; estallido de la burbuja de cr¨¦dito en China; inflaci¨®n estancada por encima del 5% en Europa y con un repunte en Espa?a (pese a la subida de los tipos de inter¨¦s), y pronunciada contracci¨®n de los nuevos pr¨¦stamos a particulares y empresas. Sin embargo, tambi¨¦n han aparecido algunas luces que deber¨ªan alejar los peores augurios.
En lo inmediato, los indicadores apuntan en una direcci¨®n contractiva, especialmente en la industria, que es el sector m¨¢s afectado por las turbulencias globales (el indicador PMI de agosto sigue en ca¨ªda libre, adentr¨¢ndose en terreno negativo). Los mercados internacionales se resienten de la sucesi¨®n de shocks, de las tensiones proteccionistas, y de la cuasi recesi¨®n de la demanda asi¨¢tica, de modo que dif¨ªcilmente podemos contar con el sector exterior para seguir tirando del crecimiento. En el periodo m¨¢s reciente nuestras ventas de mercanc¨ªas en el exterior se han debilitado, a¨²n ganando cuotas de mercado.
Frente a estas tendencias nada halag¨¹e?as, la demanda interna podr¨ªa jugar un papel estabilizador. Pese al repunte del IPC, los hogares recuperan algo de poder adquisitivo ¡ªun peque?o alivio tras el duro golpe asestado al bolsillo de los hogares en el pasado ejercicio¡ª. Los salarios pactados crecen a un ritmo superior al 3%, y un punto m¨¢s en el caso de los convenios firmados en lo que va de a?o, mientras que el IPC se mantiene por debajo de ese umbral. As¨ª se refleja en el factor confianza, a tenor de la mejora del indicador de expectativas de la Comisi¨®n Europea, con valores menos negativos para Espa?a que en el c¨¦nit del brote inflacionario.
Adem¨¢s, el mercado laboral acusa la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa, pero resiste. Seg¨²n el ¨²ltimo recuento de la afiliaci¨®n a la seguridad social, en la segunda quincena de agosto se crearon 1.269 empleos con respecto al mes anterior, en comparaci¨®n con los m¨¢s de 100.000 nuevos afiliados que se registraron en la primavera en base a la misma metodolog¨ªa (con datos desestacionalizados por el ministerio). Esta pauta obedece en parte a un fen¨®meno de anticipaci¨®n de la contrataci¨®n, ante el riesgo de no encontrar personal en plena temporada. En todo caso, el avance de las ventas minoristas apunta a una ligera recuperaci¨®n del consumo privado, fruto del buen comportamiento del mercado laboral.
Por otra parte, los banqueros centrales parecen estar incorporando los riesgos inherentes al ciclo monetario. Las ¨²ltimas declaraciones de Lagarde ya no prometen nuevas dosis restrictivas, prefiriendo considerar un escenario de mantenimiento de tipos de inter¨¦s elevados por m¨¢s tiempo de lo anticipado. La inflexi¨®n en la narrativa sugiere una pausa en los ajustes de tipos, tras la probable vuelta de tuerca de la pr¨®xima reuni¨®n del BCE. Este escenario de mayor previsibilidad es sin duda preferible para una econom¨ªa que necesita innovar e invertir para transitar hacia un modelo productivo m¨¢s sostenible.
Pero hay riesgos, como una nueva perturbaci¨®n energ¨¦tica o de otros recursos naturales. El anuncio de un conflicto laboral en el sector gas¨ªstico de Australia, el mayor exportador de hidrocarburo licuado del mundo, ha bastado para tensionar los mercados. El componente energ¨¦tico del IPC europeo se increment¨® un 3,2% el pasado mes. El precio de los alimentos m¨¢s afectados por la sequ¨ªa y las carencias de las pol¨ªticas de adaptaci¨®n ante el cambio clim¨¢tico tambi¨¦n dificultan la desinflaci¨®n. Todo ello, junto con el aumento de los m¨¢rgenes en los servicios, est¨¢ en el punto de mira del banco central.
En suma, el entorno internacional se complica, sin que de momento se vislumbre una recesi¨®n. La econom¨ªa espa?ola deber¨ªa entrar en una fase de crecimiento m¨¢s lento, pero positivo, y de descenso gradual de la inflaci¨®n subyacente, a¨²n con dientes de sierra. Eso si la pausa monetaria se materializa. Y si no se produce un nuevo shock externo.
Saldo externo
La balanza por cuenta corriente arrojó hasta junio un superávit de 19.000 millones de euros, frente a un ligero déficit durante el mismo periodo del año pasado (-2.000). Esta mejora obedece al fuerte incremento de las exportaciones netas de bienes y servicios no turísticos, y en menor medida a la entrada de ingresos en concepto de turismo. El excedente debería incrementarse durante el tercer trimestre, el más favorecido por el turismo. Todo ello, junto con el dinamismo de la inversión directa extranjera, debería redundar en un descenso notable de deuda externa para este año.
Raymond Torres es director de Coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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