Urge una transformaci¨®n en la recualificaci¨®n
La formaci¨®n con compromiso de contrataci¨®n en los temas solicitados por las empresas est¨¢ dando buenos resultados
En el primer trimestre de 2023 Espa?a ha batido un r¨¦cord de personas empleadas, superando los 21 millones, y sobrepasando en m¨¢s de un mill¨®n el n¨²mero de personas empleadas del mismo trimestre de 2019, a?o de referencia por el alto nivel de actividad y empleo alcanzado tras la crisis de 2008. Sin duda, este dato supone una buena noticia pues el empleo, en particular el buen empleo, es un catalizador del biene...
En el primer trimestre de 2023 Espa?a ha batido un r¨¦cord de personas empleadas, superando los 21 millones, y sobrepasando en m¨¢s de un mill¨®n el n¨²mero de personas empleadas del mismo trimestre de 2019, a?o de referencia por el alto nivel de actividad y empleo alcanzado tras la crisis de 2008. Sin duda, este dato supone una buena noticia pues el empleo, en particular el buen empleo, es un catalizador del bienestar de una sociedad.
Sin embargo, al observar los datos de empleo/desempleo por edad, los n¨²meros no son tan positivos, pues el colectivo de mayores de 50 a?os representa el 45% del total de personas que llevan desempleadas m¨¢s de un a?o. Esta proporci¨®n supera con creces la proporci¨®n de este colectivo en el total de empleados, que no supera el 33%, lo que nos revela una clara sobrerrepresentaci¨®n de este grupo de edad en el colectivo de desempleados, en particular entre los de larga duraci¨®n.
La pregunta que hemos de hacernos es qu¨¦ es lo que provoca que este colectivo est¨¦ tan afectado por el desempleo de larga duraci¨®n. Entre sus causas, se ha de mirar tanto al lado de la oferta como el de la demanda del mercado laboral. Por parte de la oferta laboral, es decir, del colectivo de trabajadores, las personas mayores afectadas por el desempleo presentan, en media, unos niveles educativos claramente inferiores a los de la media poblacional, lo cual es l¨®gico si tenemos en cuenta el importante impulso educativo que la poblaci¨®n espa?ola ha experimentado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Por otra parte, los perfiles que presentan est¨¢n en general menos alineados con capacidades digitales, que son requeridas en muchas de las ofertas de empleo, pues la revoluci¨®n tecnol¨®gica est¨¢ avanzando a pasos de gigante y la adecuaci¨®n a esos perfiles requiere de una formaci¨®n espec¨ªfica que no siempre se lleva a cabo desde el puesto de trabajo y que, consecuentemente, gran parte de este colectivo adolece.
Si bien la falta de adecuaci¨®n de las capacidades de este colectivo puede explicar parte del por qu¨¦ de su alt¨ªsima cronicidad en el desempleo, ¨¦ste no contiene toda la explicaci¨®n, pues es necesario mirar tambi¨¦n hacia el lado de la demanda de empleo, hacia las empresas.
Desde ISEAK hemos constatado recientemente en un estudio que existe discriminaci¨®n por edad a la hora de contratar personas de m¨¢s edad. Hoy el colectivo de mayores de 50 a?os representa el 42% de la poblaci¨®n espa?ola, pero sin duda esta proporci¨®n va a aumentar notablemente en los pr¨®ximos 20 a?os por el envejecimiento tan importante al que la poblaci¨®n espa?ola se enfrenta. Ante este cambio en la composici¨®n por edades de la poblaci¨®n, nuestro pa¨ªs no puede permitirse el lujo de dejar que las personas de cierta edad que caen al desempleo se cronifiquen en ¨¦l. Actualmente, suponen pr¨¢cticamente un mill¨®n de personas, pero si no se toman medidas contundentes, este n¨²mero crecer¨¢, lo cual es sin duda un drama para quien lo sufre, pero tambi¨¦n para nuestra sociedad, que sufrir¨¢ de una escasez clara de personas para trabajar.
La cuesti¨®n est¨¢ por tanto en c¨®mo abordar esta problem¨¢tica, y parte de la respuesta sin duda debe partir de la colaboraci¨®n entre quienes son responsables de las pol¨ªticas de activar a las personas para el empleo, y las empresas, que son al fin y al cabo quienes contratan y, por tanto, crean empleo. Hasta ahora, las decisiones sobre formaci¨®n/adecuaci¨®n/recualificaci¨®n de las personas sin empleo, llevadas a cabo desde los sistemas p¨²blicos de empleo, no han partido de las necesidades de las empresas, y es esta necesaria transformaci¨®n la que ha de tener lugar a gran escala para que nadie, ni tampoco el colectivo de mayor edad, se cronifique en el desempleo.
Las acciones de formaci¨®n en ¨¢mbitos solicitados por las empresas y con compromiso de contrataci¨®n est¨¢n dando resultados muy positivos en cuanto a inserci¨®n laboral de las personas sin empleo, pues es un m¨¦todo muy eficaz para emparejar la oferta de personas que demandan un empleo con la demanda que las empresas solicitan.
Para que una transformaci¨®n integral en este sentido se lleve a cabo, hacen falta al menos tres ingredientes: en primer lugar, una plataforma que permita integrar un registro completo de las personas que buscan un empleo, con informaci¨®n precisa sobre sus perfiles y capacidades, con las demandas de las empresas, expresadas mediante vacantes, en las que se detallan los perfiles requeridos. Las nuevas tecnolog¨ªas sin duda permiten la existencia de plataformas de este tipo, que ser¨¢n de utilidad siempre y cuando se les alimente adecuadamente con el m¨¢ximo n¨²mero posible de perfiles ofrecidos y demandados. Esto permite conocer con precisi¨®n d¨®nde est¨¢n los gaps entre las capacidades requeridas y las existentes.
En segundo lugar, es necesario que desde los Servicios P¨²blicos de Empleo existan orientadores profesionales con gran conocimiento siempre actualizado sobre d¨®nde y cu¨¢les son los perfiles solicitados, de manera que puedan ofrecer diferentes posibilidades de formaci¨®n/recualificaci¨®n a cada una de las personas que acuden a ellos en b¨²squeda de salidas laborales. Y en tercer lugar, es imprescindible que las empresas internalicen que los Servicios P¨²blicos de Empleo pueden ser de gran utilidad para recualificar a personas de manera que alcancen las capacidades que las empresas solicitan y que no encuentran en el mercado.
Una transformaci¨®n integral como esta mejorar¨ªa sin duda los perfiles laborales de las personas desempleadas para su vuelta a un empleo digno. Para las personas desempleadas de m¨¢s edad, sin embargo, dada la existencia de discriminaci¨®n por edad en la contrataci¨®n, hace falta tomar medidas adicionales. Para ello, es necesario recabar m¨¢s informaci¨®n del por qu¨¦ de este comportamiento discriminatorio por parte de las empresas. Si bien nos falta constataci¨®n cient¨ªfica, es muy posible que ¨¦ste se deba a la llamada discriminaci¨®n estad¨ªstica, por la cual las empresas atribuyen al colectivo de personas mayores unas creencias ¡ª menor productividad laboral, menor adaptaci¨®n ante posibles cambios, exigencias de mejores condiciones laborales, ¡¡ª, que no ayudan para su contrataci¨®n. Estas creencias, sin embargo, no son necesariamente ciertas, por lo cual ser¨¢ necesario romper con estereotipos de este estilo que tanto perjudican a este colectivo. Estos estereotipos se rompen recabando m¨¢s informaci¨®n de cada posible candidato, y dando a conocer experiencias positivas en la contrataci¨®n de personas mayores, que sin duda las hay.
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