Perdidos en el laberinto del paro
En Espa?a hay m¨¢s de 1,2 millones de desempleados de larga duraci¨®n y sus posibilidades de reincorporarse al mercado laboral caen en picado pasado el primer a?o
El paro es una losa que penaliza a los espa?oles desde tiempos inmemoriales. Aunque su evoluci¨®n ha sido descendente desde 2013 y el pasado junio baj¨® por primera vez desde 2008 de los tres millones de personas, duplica la media del 6% de la Uni¨®n Europea y refleja que el pa¨ªs es incapaz de absorber a los trabajadores que expulsa del mercado en las crisis aun cuando en las expansiones genere millones de puestos de trabajo. El desempleo se cronifica.
El denominado paro de larga duraci¨®n, aquel que se prolonga m¨¢s all¨¢ de un a?o, es el m¨¢ximo exponente de este enquistamiento. En Espa?a 1.256.600 personas, el 42% del total de desempleados, viven actualmente en esta situaci¨®n. Son el 30% del total en la Uni¨®n Europea. De ellos, 405.300 llevan entre uno y dos a?os buscando empleo y 851.300 han superado la barrera de los dos a?os, a veces por mucho. Unas cifras que, pese a que est¨¢n reduci¨¦ndose, vuelven a colocar a Espa?a a la cabeza de las naciones desarrolladas. ¡°Estamos muy por encima de la media del 28,4% de la OCDE en desempleo de larga duraci¨®n. Solo nos superan cinco pa¨ªses: Grecia, Italia, Eslovaquia, B¨¦lgica y Portugal¡±, describe Rafael Dom¨¦nech, responsable de An¨¢lisis Econ¨®mico de BBVA Research.
El handicap, asegura este doctor en Econom¨ªa por la Universidad de Valencia, es que cuanto m¨¢s tiempo se lleva sin trabajo, m¨¢s reducidas son las posibilidades de encontrarlo. Si la tasa de transici¨®n al empleo de los que est¨¢n parados menos de un a?o supera el 37%, la de los que permanecen entre dos y tres a?os es del 11% y entre quienes superan los cuatro a?os no llega al 7%, 5,5 veces menos. ¡°Es un colectivo que se queda tan fuera del mercado laboral que eso le genera unos da?os colaterales tremendos, hasta poner en riesgo su supervivencia. La mayor¨ªa se ven abocados a la exclusi¨®n social y a problemas de salud mental por esa p¨¦rdida de identidad que les produce el hecho de no ser productivos¡±, sostiene Cristina Est¨¦vez, secretaria de Pol¨ªtica Institucional y Pol¨ªticas Territoriales de UGT.
Espa?a lleva 13 a?os sin bajar de la barrera de un mill¨®n de personas desempleadas durante m¨¢s de un a?o, anota Javier Serrano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). En la cronificaci¨®n del desempleo confluyen varios problemas: la ineficacia de las pol¨ªticas activas de empleo p¨²blicas (a las que este a?o se destinar¨¢n 6.480 millones de euros) y las caracter¨ªsticas de los parados de larga duraci¨®n: su edad avanzada y su bajo nivel de cualificaci¨®n, explica Dom¨¦nech. El 52% de quienes llevan m¨¢s de un a?o en paro tienen m¨¢s de 40 a?os y tres de cada diez cuentan con entre 50 y 59, la franja de edad en que tiene mayor incidencia. Adem¨¢s, es un colectivo con sesgo de g¨¦nero, m¨¢s del 52% son mujeres, analiza Mari Cruz Vicente, secretaria de Acci¨®n Sindical de CC OO. Y el 76% del total ha completado, como mucho, la educaci¨®n secundaria.
¡°Es uno de los grandes problemas del mercado laboral que siempre est¨¢ ah¨ª y que genera grandes consecuencias psicosociales¡±, aprecia Miguel ?ngel Malo, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Salamanca. Y lo pone en perspectiva: el m¨¢ximo de paro de larga duraci¨®n se alcanz¨® durante la Gran Recesi¨®n, cuando lleg¨® al 63% del total de desempleados en 2013, y el m¨ªnimo, con un 21%, fue en 2008. ¡°Mejorar las pol¨ªticas activas de empleo (PAE) es una tarea pendiente desde hace muchos a?os, especialmente para los mayores de 45 y 50 a?os, que se han quedado desfasados independientemente de su nivel de estudios y necesitan actuaciones pensadas espec¨ªficamente para ellos. Pero tenemos las mismas pol¨ªticas que hace 25 a?os¡±, critica. ¡°Es preocupante¡±, expone Francisco Mesonero, director general de la Fundaci¨®n Adecco, ¡°cuando se pasa la franja de los dos a?os en paro, la situaci¨®n se cronifica si no se ponen en marcha planes de inserci¨®n debido a la desactualizaci¨®n de las personas y su baja autoestima. Y lo que los servicios p¨²blicos de empleo ofrecen es poco¡±.
La lecci¨®n que dej¨® la anterior crisis econ¨®mica fue la necesidad de la activaci¨®n temprana de este colectivo. ¡°Actuamos bien en la protecci¨®n social: dos a?os de prestaci¨®n por desempleo y subsidios ad hoc para ofrecer un m¨ªnimo de renta a los mayores de 45 a?os y colectivos vulnerables, pero donde fallamos es en la activaci¨®n de estas personas. Los servicios p¨²blicos de empleo act¨²an cuando se acaban las prestaciones y las pol¨ªticas activas brillan por su ausencia. No hemos aprendido nada de la Gran Recesi¨®n¡±, sostiene Marcel Jansen, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Fracaso p¨²blico
El tambi¨¦n investigador de Fedea critica que estos organismos p¨²blicos no se hayan modernizado en los ¨²ltimos 10 a?os para ser capaces de desplegar planes de inserci¨®n individualizados para unos parados estructurales que necesitan intervenciones m¨¢s duraderas que los dem¨¢s. Y ello a pesar de que Europa ha fijado la reforma de las PAE como una de las prioridades para acceder a los fondos Next Generation. ¡°De los dos proyectos de ley que ha presentado el Ministerio de Trabajo, ninguno avanza hacia la modernizaci¨®n de las PAE, y en algunos aspectos, como la financiaci¨®n por objetivos de las comunidades aut¨®nomas o el perfilado estad¨ªstico, hemos retrocedido. Se ha perdido una legislatura¡±, reprocha Jansen, ¡°no podemos limitar las pol¨ªticas a aumentar los derechos y los costes para el Estado sin actuar sobre las PAE¡±.
El departamento que dirige Yolanda D¨ªaz se?ala por correo electr¨®nico que los parados de larga duraci¨®n ¡°se consideran colectivos vulnerables de atenci¨®n prioritaria¡± en la futura legislaci¨®n, y que se va a abrir una mesa de di¨¢logo social espec¨ªfica de forma inminente. ¡°La renovaci¨®n de las PAE pretende, precisamente, acabar con ese elemento tan singular del desempleo en Espa?a que es el enquistamiento del paro durante mucho tiempo¡±.
Aunque tanto los empresarios como los sindicatos cuestionan la nueva Ley de Empleo y el anteproyecto de incentivos a la contrataci¨®n del Gobierno, a los que han presentado multitud de enmiendas. ¡°En Espa?a somos conocidos por tener las peores pol¨ªticas de empleo de Europa y por ser el pa¨ªs que menos se gasta en ellas. Aunque el presupuesto se va a incrementar, sabemos que va a ser dinero tirado a la basura porque de nada sirve el caf¨¦ para todos; hemos de garantizar como derecho la atenci¨®n individualizada a los desempleados, que se tome en serio la figura de los orientadores y se le d¨¦ autonom¨ªa, y tambi¨¦n que las transferencias a las comunidades aut¨®nomas tengan car¨¢cter finalista, es decir, que se destinen ¨²nicamente a este colectivo. Si la Ley de Empleo queda como est¨¢, no tendr¨¢ impacto en el desempleo de larga duraci¨®n¡±, anticipa Cristina Est¨¦vez.
Falta evaluaci¨®n de los resultados de estas intervenciones que despliegan el Gobierno, las comunidades aut¨®nomas y los organismos locales. En 2019 la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estudi¨® las pol¨ªticas activas de empleo para concluir que no se sabe exactamente el dinero que se destina a ellas y en qu¨¦ se gasta (entonces calculaba un presupuesto de entre 6.100 y 6.500 millones de euros); que la colaboraci¨®n entre el Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE) y las comunidades aut¨®nomas para desplegarlas es deficiente y que las ayudas a la formaci¨®n son cuestionables porque no tienen presentes las necesidades del mercado laboral. El estudio se?alaba que el 40% de los fondos se destina a ayudas a los empresarios para la contrataci¨®n. En definitiva, demostr¨® la ineficacia de este gasto p¨²blico. Hoy por hoy, sigue sin haber evaluaciones y los investigadores se quejan de que se les ha cerrado el grifo de los datos. UGT estima, no obstante, que el 94% de los parados de larga duraci¨®n jam¨¢s han recibido una oferta de trabajo de los servicios p¨²blicos de empleo, ¡°y esto es indignante¡±, seg¨²n Est¨¦vez.
Ana Herr¨¢ez, responsable del ?rea de Mercado Laboral en CEOE, considera que sin un estudio riguroso sobre el colectivo de parados, y especialmente de los que llevan m¨¢s tiempo en esta situaci¨®n, se corre el riesgo de que las PAE vuelvan a caer en saco roto. ¡°Se incluye un itinerario personalizado para la inserci¨®n laboral, pero no los fondos necesarios. Sin garant¨ªa presupuestaria es dif¨ªcil que progrese la nueva Ley de Empleo¡±, indica. Herr¨¢ez cree que los servicios p¨²blicos de empleo deber¨ªan trabajar con las agencias de colocaci¨®n y las empresas de trabajo temporal, con experiencia en el colectivo de parados de larga duraci¨®n, para impulsar su reincorporaci¨®n. Pero la ley solo vincula la colaboraci¨®n p¨²blico-privada al tercer sector y las entidades sin ¨¢nimo de lucro. ¡°Existe prevenci¨®n por parte del ministerio a esta colaboraci¨®n, cuando el SEPE solo intermedia el 3% de las colocaciones del pa¨ªs, un porcentaje que superan ampliamente las entidades privadas¡±, lamenta.
¡°Se ha demostrado que la colaboraci¨®n p¨²blico-privada da sus frutos, pero no se da el paso. El problema de un parado de larga duraci¨®n no es el mismo que el de quien lleva desempleado cuatro meses. Requiere un an¨¢lisis personalizado de la situaci¨®n de la persona, un itinerario laboral ad hoc, formaci¨®n individualizada y trabajar en la readaptaci¨®n al mercado laboral o en la reconversi¨®n hacia otro sector. Cuando lleva m¨¢s de cinco a?os en paro es un proceso largo, que dura de 6 a 12 meses¡±, explica Francisco Mesonero. ¡°No entiendo que la Administraci¨®n pague un a?o de desempleo cuando se puede ahorrar un 60% del coste con los programas de inserci¨®n de las empresas especializadas¡±, lanza.
No hay duda de que la acci¨®n p¨²blica debe centrarse en una orientaci¨®n y acompa?amiento individual de las personas que llevan m¨¢s de un a?o en el paro y a las que las empresas han cerrado el grifo de la contrataci¨®n si superan los 50 a?os. As¨ª lo demuestran las pol¨ªticas p¨²blicas de pa¨ªses como Dinamarca o Alemania. Tampoco la hay de la responsabilidad que tienen estas personas a la hora de evitar que su nivel formativo se deprecie o de mejorar su cualificaci¨®n. Aunque algunos expertos, como Javier Serrano, tambi¨¦n opinan que las ayudas p¨²blicas que proporciona Espa?a desincentivan la b¨²squeda de empleo por parte de estos parados. ¡°Cuando agotan la prestaci¨®n por desempleo, cobran un subsidio y lo pueden completar con rentas de inserci¨®n regionales o el ingreso m¨ªnimo vital. As¨ª su voluntad para buscar empleo es menor¡±, sostiene. Serrano asegura que la comunidad aut¨®noma donde m¨¢s tiempo llevan inactivos es en el Pa¨ªs Vasco, que es una de las que ofrecen rentas m¨¢s generosas (de unos 1.000 euros). Por ello propone que los subsidios sean cada vez m¨¢s estrictos, que no permitan, por ejemplo, rechazar m¨¢s de dos puestos de trabajo.
¡°No podemos paliar el paro de larga duraci¨®n con subsidios como el ingreso m¨ªnimo vital, necesitamos actuar para que estas personas encuentren trabajo. Para ello proponemos compatibilizar el cobro de esta ayuda con el empleo temporal o a tiempo parcial¡±, se?ala Cristina Est¨¦vez. Para que no se rechacen los empleos, CEOE tambi¨¦n aboga por la compatibilidad, pero en su caso de la prestaci¨®n del paro y el trabajo de corta duraci¨®n.
Combinar pol¨ªticas
¡°Es muy importante combinar las pol¨ªticas activas con las prestaciones, pero no tenemos que renunciar a que los desempleados de larga duraci¨®n encuentren trabajo. No podemos pensar que las pol¨ªticas pasivas sean un puente a la jubilaci¨®n. Ya que el empleo es algo m¨¢s que la obtenci¨®n de una renta salarial, el trabajo dignifica a las personas¡±, dice Dom¨¦nech, preocupado por los c¨ªrculos viciosos en que entran estos desempleados: depresiones, consumo de opi¨¢ceos¡, que se reflejan en una menor esperanza de vida. Cuidado porque en Espa?a ha dejado de aumentar, avisa.
¡°Ahora tenemos una oportunidad de mejorar las pol¨ªticas activas de empleo y la empleabilidad con los fondos europeos, que tienen como dos de sus tres objetivos prioritarios la sostenibilidad social y la digitalizaci¨®n, y con estas pol¨ªticas se incorporan¡±, agrega el experto. ¡°Esperemos que la Ley de Empleo no sea una oportunidad perdida¡±, zanja Miguel ?ngel Malo.
Natividad Hern¨¢ndez: ¡°No me gusta vivir de una prestaci¨®n. Quiero trabajar en lo que sea¡±
En 2016, despu¨¦s de separarse de su marido, Natividad Hern¨¢ndez comenz¨® su b¨²squeda de empleo. De raza gitana, se hab¨ªa dedicado hasta entonces a la venta ambulante junto a su familia. ¡°No ten¨ªa experiencia laboral porque mi vida ha sido la venta ambulante y tampoco formaci¨®n, solo los estudios b¨¢sicos¡±, reconoce. Un a?o despu¨¦s, ¡°di con la Fundaci¨®n Tranv¨ªa y empec¨¦ a formarme. Quer¨ªa emprender en venta ambulante de calzado y fui al banco a pedir un microcr¨¦dito para comprar una furgoneta que me aprobaron sin tener nada¡±, recuerda todav¨ªa sorprendida. Trabaj¨® as¨ª durante dos a?os hasta que tuvo un accidente laboral que le ha generado limitaciones de movilidad en un brazo. Se tom¨® un tiempo para recuperarse, lleg¨® la pandemia y decidi¨® empezar a buscar trabajo por cuenta ajena debido a la discapacidad que le provoc¨® el accidente. ¡°Cobro el ingreso m¨ªnimo vital, pero no me gusta vivir de una paga y estar sentada en el sof¨¢. Quiero trabajar de lo que sea¡±, afirma tajante a sus 51 a?os. Actualmente est¨¢ haciendo pr¨¢cticas en una tienda de la cadena Panishop en Zaragoza tras cursar una formaci¨®n de 280 horas de reposter¨ªa a trav¨¦s del programa Incorpora de la Fundaci¨®n La Caixa. ¡°Ojal¨¢ que me quede despu¨¦s de las pr¨¢cticas. Estoy muy ilusionada¡±, dice sonriente.
Victoria Mart¨ªnez: ¡°Es muy duro estar tanto tiempo sin empleo estable¡±
La vida de Victoria Mart¨ªnez dio un vuelco radical a partir de los 45 a?os. ¡°Sufr¨ª las consecuencias de la crisis tras un ERE en la empresa donde llevaba trabajando cuatro a?os y medio. Hasta los 45, cuando me quedaba sin empleo, siempre encontraba otro con celeridad. A partir de ah¨ª mi vida ha dado un giro de 180 grados. Es una angustia¡±, sostiene. A sus 52 a?os, esta licenciada en Derecho y con varios m¨¢steres de marketing y gesti¨®n comercial, as¨ª como con un certificado de profesionalidad en gesti¨®n contable, est¨¢ buscando trabajo activamente desde 2015. ¡°Hay una falsa creencia de que los parados de larga duraci¨®n no tenemos estudios superiores¡±, afirma. En los ¨²ltimos cuatro a?os apenas si ha podido trabajar en sustituciones el equivalente a un a?o. Pero no deja de formarse. ¡°Para m¨ª ha sido fundamental descubrir los programas de empleabilidad. No he parado de realizar cursos para estar actualizada¡±, comenta. Ahora hace uno con la Fundaci¨®n Adecco, que le ha proporcionado una sustituci¨®n de un mes. ¡°Es muy duro llevar tanto tiempo sin tener empleo estable. Consigo sobrevivir porque vivo con mis padres y tengo las necesidades b¨¢sicas cubiertas. Soy una privilegiada¡±. Su b¨²squeda de trabajo es una carrera de fondo. ¡°A veces est¨¢s motivada y otras no. Esto afecta mucho a la confianza y seguridad en uno mismo¡±, asegura. ¡°Busco puestos como administrativa, contable, comercial, teleoperadora, en atenci¨®n al cliente¡ Los parados de larga duraci¨®n necesitamos esa primera oportunidad para volver a integrarnos en el mercado. Hay que luchar contra el edadismo que practican las empresas¡±, defiende. ¡°Se me han acabado las ayudas y he tenido que ahorrar para poder mantener el coche, que piden en el 75% de las ofertas¡±.
Beni Garc¨ªa: ¡°En los ¨²ltimos 10 a?os he trabajado solo dos y medio¡±
Su salida de Telemadrid tras el brutal ERE de la televisi¨®n p¨²blica, en 2013, trunc¨® la vida laboral de Beni Garc¨ªa. Ya hab¨ªa rebasado la barrera de los 50 a?os cuando fue despedido de su puesto de ayudante de producci¨®n. ¡°Todos pens¨¢bamos que ¨ªbamos a estar toda la vida all¨ª y al principio no nos cre¨ªmos que el ERE fuera real y luchamos para que se anulase¡±. En los casi 10 a?os que han pasado desde entonces, asegura que apenas ha trabajado dos y medio si suma todas sus ocupaciones, y se ha enfrentado a ¡°aut¨¦nticas barbaridades, como que me ofrezcan el pago de tres euros por hora¡±. Tras el proceso judicial por el que los profesionales mejoraron su indemnizaci¨®n al declararse improcedente el despido, Garc¨ªa empez¨® a buscar trabajo, pero solo le sal¨ªan peque?os proyectos en productoras, ¡°y muy pocos¡±. El a?o de la pandemia lo pas¨® en blanco y en 2021 le llamaron de la bolsa de empleo de Telemadrid, ¡°acumul¨¦ cuatro meses de paro. Y este a?o tambi¨¦n¡±, dice contento a sus 60 a?os reci¨¦n cumplidos. ¡°Hago alguna cosilla, a veces en negro, y tengo un grupo de m¨²sica. Tengo la suerte de que mi pareja es fija y as¨ª vamos tirando. Tambi¨¦n con lo que me queda de la indemnizaci¨®n¡±. Sin ayudas, Garc¨ªa dice que lo ¨²nico que le han ofrecido los Servicios P¨²blicos de Empleo es un curso sobre c¨®mo hacer un curr¨ªculo y otro de c¨¢mara que tuvo que rechazar por exigir dedicaci¨®n completa sin posibilidad de trabajar.
Gabriel Gustavo Arispe: ¡°Recibo ayuda del Banco de Alimentos y la Iglesia¡±
Este uruguayo nacionalizado espa?ol de 54 a?os atraviesa momentos muy dif¨ªciles. Parado de larga duraci¨®n, como su esposa, ha trabajado en la limpieza, la log¨ªstica y en atenci¨®n al cliente desde que lleg¨® a Valencia, en 2003. Pero la Gran Recesi¨®n le expuls¨® del mercado laboral y en 2010 tuvo que recurrir al Banco de Alimentos y a la Iglesia para salir adelante. Se pas¨® cuatro a?os en paro con alg¨²n empleo espor¨¢dico. Pero aprovech¨® para homologar su grado medio de t¨¦cnico de gesti¨®n administrativa y hacer cursos. ¡°Mejor¨¦ mi competitividad, aunque la cualificaci¨®n que tra¨ªa de mi pa¨ªs no tiene peso en Espa?a¡±. Tambi¨¦n fue voluntario en el Ayuntamiento de Valencia. ¡°Despu¨¦s tuve una buena racha, encadenando trabajos temporales en Makro, Carrefour¡ hasta que lleg¨® la pandemia. Ahora llevo dos a?os sin trabajar¡±, cuenta. ¡°La edad es un problema porque el empresariado se vuelca hacia los j¨®venes. Y tambi¨¦n lo es su desconfianza en los conocimientos que pueda tener con mi titulaci¨®n¡±, opina. ¡°No recibo ayudas. Estoy en el rango de exclusi¨®n social¡±. Y aunque tiene pensado un autoempleo, sin recibir ayudas p¨²blicas, Arispe ha tenido que volver a recurrir a la Iglesia, al Banco de Alimentos y a su hermana. As¨ª logra pagar el alquiler. "En econom¨ªa de guerra, las ideas son fundamentales", asegura.
Carla Patricia Rivas: ¡°O emprendes o no hay salida, nadie te contrata¡±
Desde 2019, Carla Patricia Rivas, nicarag¨¹ense de 57 a?os, forma parte del colectivo de parados estructurales. Justo antes ten¨ªa un restaurante con tienda ecol¨®gica en Las Palmas junto a una socia, pero no funcion¨® y tuvo que cerrarlo. Acuciada por la deuda y sin trabajo, cay¨® en una depresi¨®n profunda, de la que se ha recuperado. Diplomada en Empresariales y con formaci¨®n en marketing, a la vista de que no acced¨ªa a un puesto de trabajo ni como contable, administrativa, secretaria, asistente de recursos humanos ni nada¡, ha decidido lanzarse a emprender. ¡°Por mucho que adaptes el curr¨ªculo te enfrentas a la realidad de que tienes la edad que tienes y, o saco adelante un proyecto, o ser¨¢ muy dif¨ªcil que me contraten¡±, afirma. ¡°Tengo experiencia en distintos sectores, he montado dos proyectos propios y durante todo este tiempo he estado form¨¢ndome¡±, explica. Acaba de finalizar un programa de marketing digital para parados de larga duraci¨®n en EOI, en el que ha desarrollado un plan de negocio destinado a emprender. Quiere montar una agencia de comunicaci¨®n que ofrezca creaci¨®n de p¨¢ginas web, gesti¨®n de redes sociales y estrategias de marketing. ¡°El handicap es conseguir la financiaci¨®n, que no es tan sencillo como lo pintan para los emprendedores¡±. Cobra la ayuda para mayores de 52 a?os y vive de la ayuda externa, ¡°de lo que mis hijos me aportan¡±.
As¨ª se planta cara al ¡®edadismo¡¯
El envejecimiento de la poblaci¨®n espa?ola es un hecho del que las empresas no parecen haberse dado cuenta, a tenor de las reestructuraciones que llevan a cabo que tanto afectan a los mayores de 50 a?os. Y que a menudo los llevan a engrosar la estad¨ªstica del desempleo de larga duraci¨®n y a abandonar la vida laboral. Aunque a la CEOE le parece una incongruencia que, por un lado, se eleve la edad de jubilaci¨®n y, por el otro, se despida a los veteranos, lo cierto es que tampoco asume su parte de responsabilidad.
¡°El edadismo es dif¨ªcil de demostrar, pero es una discriminaci¨®n silenciosa a la que no se ha prestado la debida atenci¨®n hasta ahora¡±, mantiene Rafael Dom¨¦nech, de BBVA Research. Pero que s¨ª que acusan quienes han rebasado los 50 y llevan a?os en paro: ¡°Las empresas te discriminan a partir de los 45¡å, afirma Victoria Mart¨ªnez. ¡°Quieren j¨®venes con experiencia o s¨¦nior con sueldo de j¨²nior¡±, a?ade Carla Patricia Rivas.
Para evitar esta lacra, ¡°proponemos un pacto de Estado contra el edadismo, por el que se desincentiven las prejubilaciones y se compatibilice el empleo con la pensi¨®n de jubilaci¨®n¡±, se?ala I?aki Ortega, autor del II mapa del talento s¨¦nior, presentado esta semana por la Fundaci¨®n Map?fre. De ¨¦l se desprende que Espa?a tiene el peor desempe?o de los pa¨ªses europeos analizados en paro (uno de cada tres desempleados es s¨¦nior y la mitad de ellos con m¨¢s de un a?o en el paro), las vidas laborales m¨¢s cortas (de 34 a?os) y tambi¨¦n las tasas de actividad y empleo m¨¢s bajas entre quienes superan los 55 a?os. De los 10 millones de veteranos que hay en el pa¨ªs, solo 4 trabajan, expone.
Instituciones sin ¨¢nimo de lucro se vuelcan en reinsertar a colectivos vulnerables (entre ellos los mayores y parados de larga duraci¨®n) en el mercado laboral. Por ejemplo, la Fundaci¨®n La Caixa coloc¨® a 38.131 personas el a?o pasado a trav¨¦s de su programa Incorpora, al que destina un presupuesto de 16,5 millones de euros, seg¨²n su responsable, Cristina Segura. La Fundaci¨®n Adecco logr¨® contratos para m¨¢s de 9.400 personas, el 94% desempleados de larga duraci¨®n. Otras como la Fundaci¨®n Endesa pretenden mejorar la empleabilidad de los s¨¦nior mediante su proyecto Generaci¨®n savia, por el que 39.000 personas se registraron en su plataforma y 10.000 han participado en sus talleres de formaci¨®n este a?o.
Pero lo que a¨²n est¨¢ pendiente es que sean las propias empresas las que apuesten mayoritariamente por este colectivo con experiencia, resiliencia y mucha capacidad para superar las crisis. ¡°Existe un enorme prejuicio contra las personas mayores. Se da por sentado que son caras, no digitalizables y poco flexibles. Y esto es un error, son m¨¢s leales a las empresas y tienen ganas de aprender¡±, afirma Benigno Lacort, consejero delegado de la compa?¨ªa de servicios de tele?asistencia Atenzia, que considera que expulsar a este grupo de edad del mercado laboral es la manera m¨¢s r¨¢pida de arreglar las cuentas de resultados de las empresas.
Con 800 empleados, Atenzia forma parte del peque?o ramillete de sociedades que ya se han puesto en marcha para frenar el edadismo. Ha lanzado un programa, Talento +45, por el que pretende que en tres a?os el 45% de su plantilla sea veterana. ¡°Necesitamos atenci¨®n profesional para nuestros usuarios y las personas m¨¢s formadas y con mayor experiencia funcionan mejor¡±, dice Lacort. La firma va a contratar y formar a mayores para ser un reflejo de sus clientes.
Leroy Merlin es otra compa?¨ªa preocupada por la igualdad de oportunidades de las personas de m¨¢s de 50 a?os, ¡°que sufren dificultades continuadas para acceder al mercado de trabajo; son un colectivo proscrito¡±, seg¨²n su director de recursos humanos, Eloy del Moral. En lo que va de 2022 ha contratado a 221 personas de este colectivo (el 5% del total), en su mayor¨ªa parados de larga duraci¨®n, con el objetivo de trabajar con ellos hasta el cierre de su vida profesional, dice el directivo. Para ello los forma, les ofrece programas de mentoring, un plan de compensaci¨®n y otro de bienestar. Actualmente los veteranos son poco m¨¢s del 11% de su plantilla, pero el objetivo para el a?o que viene es superar el 16%.
Otras empresas tambi¨¦n est¨¢n implementando medidas destinadas a los veteranos. Es el caso de Ikea o Naturgy, muy activas en el reciclaje de estos profesionales, destaca I?aki Ortega; el de Mapfre, enfocada en la promoci¨®n de los s¨¦niores a las posiciones directivas, o los de Talgo, Renfe, Endesa o Sacyr, dirigidos a mejorar sus habilidades y hacerlos m¨¢s competitivos (upskilling), indica Ortega. Tambi¨¦n el de Pikolin y Adolfo Dom¨ªnguez, a?ade, que con sus campa?as de publicidad han hecho que los s¨¦niores sean visibles.
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