Bruselas se reivindica como la capital de la cerveza

El Palacio de la Bolsa de Bruselas, cerrado y en obras desde hace a?os, ya no acoger¨¢ el parqu¨¦ del mercado de valores. Este mes, el edificio ecl¨¦ctico, construido para albergar una de las primeras Bolsas del mundo, ha vuelto a abrir tras un lavado de cara a fondo. Y lo ha hecho para albergar una zona para exposiciones temporales, conciertos y eventos, un espacio de coworking, un restaurante y un gran museo de...

El Palacio de la Bolsa de Bruselas, cerrado y en obras desde hace a?os, ya no acoger¨¢ el parqu¨¦ del mercado de valores. Este mes, el edificio ecl¨¦ctico, construido para albergar una de las primeras Bolsas del mundo, ha vuelto a abrir tras un lavado de cara a fondo. Y lo ha hecho para albergar una zona para exposiciones temporales, conciertos y eventos, un espacio de coworking, un restaurante y un gran museo de la cerveza belga, su proyecto estrella. El lugar, que espera recibir unos 300.000 visitantes en 2024 y el doble al a?o en tres o cuatro a?os, reivindica a Bruselas como capital de la cerveza.

La renovaci¨®n del Palacio de la Bolsa y el museo cervecero ha costado 90 millones de euros ¡ªentre ellos, una parte de fondos europeos¡ª, lo que supone un sobrecoste del doble de lo previsto, como casi todo en Bruselas. Y ha tardado m¨¢s de lo previsto, como casi todo en la capital comunitaria. ¡°Ha sido largo y complejo¡±, ha reconocido el alcalde de Bruselas, Philippe Close. Las arcas de la ciudad ¡ªtambi¨¦n ha puesto dinero el Gobierno regional, el federal y los cerveceros¡ª esperan recuperar pronto fondos gracias a las entradas al museo, a 17 euros. Con el pago para la visita a ese espacio (el acceso al edificio es gratuito), que dura hora y media entre partes m¨¢s acad¨¦micas e hist¨®ricas y otras m¨¢s inmersivas, se incluye la degustaci¨®n de una cerveza entre una selecci¨®n de 48 variedades de barril y 98 de botella.

B¨¦lgica, donde tambi¨¦n se cre¨® la primera Bolsa, en Brujas en 1409, cuenta con una de las mayores colecciones de cerveza del mundo. Y aunque su exportaci¨®n fuera de la UE ha bajado desde la pandemia, dentro de la Uni¨®n ha subido un 3%, seg¨²n datos recientes de la asociaci¨®n de cerveceros belgas. La cerveza, desde Stella Artois o Jupiler a las trapenses, es un activo tur¨ªstico. Y as¨ª se ha colocado en el centro de Bruselas, en el reconvertido emblem¨¢tico edificio de la Bolsa, que empez¨® a construirse en 1868 en el solar de lo que fue el mercado de la mantequilla. Otro s¨ªmbolo m¨¢s del cambio de los tiempos, de la digitalizaci¨®n de los mercados, del intento de recuperaci¨®n de los espacios para la ciudadan¨ªa, pero tambi¨¦n de la turistificaci¨®n del centro de Bruselas, contra la que protesta recurrentemente una plataforma ciudadana.

Borracheras y esculturas

Hace unos d¨ªas, cuando casi acaban de descubrir la fachada del palacio, revestido de esculturas de grandes artistas, entre ellos Auguste Rodin, sufri¨® el primer percance: un turista borracho se encaram¨® a una de las esculturas junto a las puertas y rompi¨® un gran pedazo. La reparaci¨®n va a costar casi 20.000 euros, que la ciudad aspira a cargar al turista, que fue detenido poco despu¨¦s, en una cadena de fast food cercana. El hombre, irland¨¦s, asegur¨® que no se hab¨ªa percatado del da?o. Las escaleras de la Bolsa han sido punto de reuni¨®n y cita en el centro de la ciudad que acoge las instituciones comunitarias. Son testigo de la celebraci¨®n de victorias deportivas y reivindicaciones. Tras los atentados de Bruselas, en 2016, fueron tambi¨¦n un memorial improvisado ¡ªsembrado de fotograf¨ªas, regalos y flores¡ª en homenaje a las v¨ªctimas.

La nueva apertura del palacio, que adem¨¢s sirve de pasarela hacia la Grand Place y las galer¨ªas comerciales, forma parte del plan de peatonalizaci¨®n de casi toda la zona ¡ªincluido el bulevar Anspach, la columna vertebral de la ciudad¡ª. El barrio ha experimentado un cambio oce¨¢nico desde que hace 10 a?os un grupo de personas, espoleadas entre otros por el fil¨®sofo Philippe Van Parijs, empezaron a tomar las calzadas los domingos para celebrar p¨ªcnics, sentados en medio de la calle, para reivindicar ese espacio, como se hab¨ªa hecho para lograr peatonalizar la Grand Place en 1991.

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