EE UU sigue sufriendo una ¡®vibracesi¨®n¡¯

Si Donald Trump gana las elecciones, la raz¨®n principal ser¨¢ seguramente que la mayor¨ªa de los votantes cree que la econom¨ªa de Estados Unidos va mal. Y por mucho que se tema un segundo Gobierno de Trump, la derrota electoral de un presidente en ejercicio que se considera que preside una mala econom¨ªa es, al menos en un sentido, lo normal en pol¨ªtica. Sin embargo, seg¨²n los indicadores normales, la econom¨ªa estadounidense no va mal. ...

Si Donald Trump gana las elecciones, la raz¨®n principal ser¨¢ seguramente que la mayor¨ªa de los votantes cree que la econom¨ªa de Estados Unidos va mal. Y por mucho que se tema un segundo Gobierno de Trump, la derrota electoral de un presidente en ejercicio que se considera que preside una mala econom¨ªa es, al menos en un sentido, lo normal en pol¨ªtica. Sin embargo, seg¨²n los indicadores normales, la econom¨ªa estadounidense no va mal. De hecho, va bastante bien, mejor que la de casi todas las econom¨ªas mundiales. Da igual lo que digan las estad¨ªsticas oficiales, pensar¨¢n ustedes; si la gente cree que le va mal, cuando se trata de la econom¨ªa, el cliente siempre tiene raz¨®n.

Pero aqu¨ª est¨¢ el truco: cuando se les pregunta, la mayor¨ªa de los estadounidenses no dicen que les vaya mal. Al contrario, un sondeo tras otro revela que la mayor¨ªa de los votantes se sienten optimistas respecto a su situaci¨®n econ¨®mica personal, aunque insistan en que la econom¨ªa en general va fatal. Algunas encuestas tambi¨¦n hacen una pregunta intermedia: ?en qu¨¦ estado est¨¢ la econom¨ªa local? Y los entrevistados suelen mostrarse mucho m¨¢s optimistas respecto al estado de su econom¨ªa que respecto al del pa¨ªs en su conjunto. Perm¨ªtanme ser franco: no quer¨ªa volver a escribir sobre este tema. Llevo m¨¢s de dos a?os insistiendo en ¨¦l y ustedes me han aguantado. Pero, en conciencia, creo que debo decir algo sobre dos nuevas encuestas que parecen hacer a¨²n m¨¢s palmaria la paradoja de las mala percepciones econ¨®micas.

Antes de pasar a esas encuestas, d¨¦jenme que les diga que, en cierto modo, el debate sobre las causas del pesimismo econ¨®mico ha evolucionado sustancialmente con el tiempo. Cuando escrib¨ª por primera vez que exist¨ªa una desconexi¨®n entre las percepciones y la realidad econ¨®mica, creo que mucha gente rechaz¨® el argumento. Sin embargo, en el transcurso de 2023, a medida que la inflaci¨®n ca¨ªa r¨¢pidamente mientras la econom¨ªa desafiaba las predicciones de recesi¨®n, parec¨ªa que cada vez hab¨ªa menos analistas econ¨®micos insistiendo en que las cosas iban realmente mal, y m¨¢s reconociendo que algo extra?o estaba ocurriendo: una vibracesi¨®n.

Sin embargo, fuera del mundillo de los comentaristas econ¨®micos, a menudo tengo la sensaci¨®n de estar d¨¢ndome cabezazos contra la pared. Los di¨¢logos suelen transcurrir m¨¢s o menos as¨ª:

Yo: ¡°La gente afirma que la econom¨ªa es terrible, pero que su situaci¨®n financiera personal es buena. Es un poco extra?o¡±.

Detractor: ¡°Est¨¢ diciendo que la gente deber¨ªa sentirse bien porque las estad¨ªsticas oficiales son buenas, ignorando su experiencia vivida. Buena suerte con eso¡±.

Yo: ¡°No, eso no es para nada lo que estoy diciendo. Olv¨ªdese de las estad¨ªsticas oficiales. La cuesti¨®n es que si se pregunta a la gente sobre su propia situaci¨®n ¡ªes decir, por su experiencia vivida¡ª, se muestra bastante optimista. Pero sigue afirmando que la econom¨ªa, en general, va mal¡±.

Detractor: ¡°O sea, que lo que le est¨¢ diciendo a la gente es que las estad¨ªsticas t¨¦cnicas importan m¨¢s que su experiencia vivida¡±.

Suspiro.

Sobre esas encuestas recientes: el patr¨®n oro para evaluar las percepciones econ¨®micas es la encuesta anual de la Reserva Federal sobre el bienestar econ¨®mico de los hogares estadounidenses. Los resultados de la ¨²ltima, llevada a cabo en octubre, acaban de publicarse y, aunque hay mucha informaci¨®n en el documento ¡ªen particular, las familias con hijos parecen haberse visto muy afectadas por el fin de las ayudas financieras de la ¨¦poca de la pandemia¡ª, la principal conclusi¨®n no ha cambiado mucho. La mayor¨ªa de los estadounidenses siguen afirmando que les va bien econ¨®micamente, pero creen que la econom¨ªa nacional va mal, al tiempo que se muestran considerablemente m¨¢s optimistas respecto a la econom¨ªa local.

?Acaso no ha sido siempre as¨ª? No. Como se?ala el informe, ¡°la brecha entre las percepciones de las personas sobre su bienestar econ¨®mico y su percepci¨®n de la econom¨ªa nacional casi se ha duplicado desde 2019¡å. Y estos resultados coinciden con lo que nos dicen los entrevistadores. Por ejemplo, seg¨²n el ¨²ltimo sondeo de la Universidad de Quinnipiac llevado a cabo en Wisconsin, el 65% de los votantes registrados all¨ª afirman que la econom¨ªa nacional no va muy bien o va mal, mientras que el mismo porcentaje responde que su situaci¨®n econ¨®mica personal es buena o excelente.

Y luego est¨¢ la nueva encuesta de Harris Poll realizada para The Guardian. El titular es que el 56% de los estadounidenses creen que nuestra econom¨ªa ¡ªque crea cientos de miles de puestos de trabajo cada mes¡ª est¨¢ en recesi¨®n. Pero es posible que ¡°recesi¨®n¡± no signifique lo mismo para la mayor¨ªa de la gente que para los economistas. Lo que es m¨¢s dif¨ªcil de racionalizar es que aproximadamente la mitad de los entrevistados crea que el desempleo, que sigue estando cerca de su nivel m¨¢s bajo en 50 a?os, est¨¢ en su nivel m¨¢s alto en 50 a?os o, lo que resulta todav¨ªa m¨¢s sorprendente, que los precios de las acciones ¡ªque han batido r¨¦cords¡ª han estado cayendo. Seguramente esperar¨¢n de m¨ª una explicaci¨®n de lo que est¨¢ ocurriendo y una estrategia para que los dem¨®cratas den la vuelta a la situaci¨®n. Sin embargo, en estos momentos, resulta incre¨ªblemente dif¨ªcil precisar de d¨®nde proceden las opiniones negativas sobre la econom¨ªa. Y me guardar¨¦ los consejos pol¨ªticos para otra columna.

Por ahora, limit¨¦monos a decir que, aunque las percepciones negativas sobre la econom¨ªa son un problema importante para el presidente Biden, es un tipo de problema muy peculiar. En realidad, la econom¨ªa no va mal; de hecho, va extraordinariamente bien. Es m¨¢s, la mayor¨ªa de los estadounidenses (aunque, por supuesto, no todos) se sienten bastante satisfechos con sus finanzas personales. Pero, por alguna raz¨®n, la sensaci¨®n generalizada es que la econom¨ªa va mal, y esa sensaci¨®n ¡ªno la realidad econ¨®mica, ni siquiera la experiencia personal¡ª es lo que est¨¢ perjudicando a la campa?a de Biden.

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