Que no les enga?en, la econom¨ªa de EE UU es una extraordinaria historia de ¨¦xito
Los republicanos y los medios de comunicaci¨®n est¨¢n empe?ados en destrozar las pol¨ªticas de Joe Biden
En lo que respecta a las noticias econ¨®micas, hemos tenido tantas victorias que nos hemos cansado de ganar, o en todo caso, nos hemos despreocupado al respecto. La semana pasada, recibimos otro magn¨ªfico informe sobre el empleo ¡ªcrecimiento de la ocupaci¨®n durante 39 meses consecutivos¡ª y da la impresi¨®n de que casi nadie se ha dado cuenta. Concretamente, no est¨¢ claro si las buenas noticias har¨¢n mella en el todav¨ªa generalizado, pero falso, relato de la mala situaci¨®n de la econom¨ªa con el presidente Joe Biden.
Empecemos por los hechos: la creaci¨®n de puestos de trabajo durante el mandato de Biden ha sido asombrosa, especialmente si recordamos todos aquellos pron¨®sticos confiados, pero err¨®neos, de recesi¨®n. Hace cuatro a?os, la econom¨ªa sufri¨® un duro golpe a causa de la pandemia de la covid, pero nos hemos recuperado con creces. La tasa de paro ha estado por debajo del 4% durante 26 meses, la racha m¨¢s larga desde la d¨¦cada de 1960. La inflaci¨®n se dispar¨® en 2021-22, pero ya ha remitido en gran parte. Y los ingresos de la mayor¨ªa de los trabajadores han aumentado en t¨¦rminos reales. A lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os, los salarios de los trabajadores sin funciones de supervisi¨®n, que representan m¨¢s del 80% del empleo privado, han subido alrededor del 24%, mientras que los precios al consumo han subido menos, alrededor del 20%.
Entonces, ?por qu¨¦ tantos estadounidenses siguen diciendo a los entrevistadores que la econom¨ªa va mal? La mayor¨ªa de las veces, a cualquiera que sostenga que estamos en una ¡°vibracesi¨®n¡±, en la que las percepciones de los ciudadanos no concuerdan con la realidad econ¨®mica, se le tacha de elitista, de estar fuera de contacto con la experiencia de la vida real de la gente. Y hay todo un g¨¦nero de comentarios en el sentido de que, si se observan los datos detenidamente, estos muestran que la econom¨ªa es, en ¨²ltima instancia, realmente mala. Pero estos comentarios son un intento de explicar algo que no est¨¢ sucediendo. No cabe duda de que hay estadounidenses que lo est¨¢n pasando mal en el aspecto econ¨®mico; por desgracia, esto siempre es cierto en mayor o menor medida, especialmente si tenemos en cuenta la debilidad de la red de seguridad social de Estados Unidos. Pero, en general, los estadounidenses se muestran relativamente optimistas respecto a sus finanzas.
Hace poco escrib¨ª sobre un par de encuestas de Quinnipiac en las que se preguntaba a los votantes registrados sobre la econom¨ªa y sus finanzas personales. Tanto en Michigan como en Pensilvania m¨¢s del 60% de los entrevistados calificaban la econom¨ªa de no muy buena o mala; un porcentaje similar afirmaba que su situaci¨®n personal era excelente o buena. Los estadounidenses son optimistas no solo respecto a su situaci¨®n, sino tambi¨¦n respecto a su econom¨ªa local. Un sondeo reciente del The Wall Street Journal entre votantes de Estados indecisos revelaba que los electores tienen opiniones negativas sobre la econom¨ªa nacional, pero significativamente m¨¢s positivas sobre la econom¨ªa de su estado. Esto concuerda con el informe de la Reserva Federal sobre bienestar econ¨®mico para 2022 (publicado en 2023), que muestra que el porcentaje de estadounidenses que valoraba su econom¨ªa local como buena o excelente era mucho mayor que el porcentaje que afirmaba lo mismo sobre la econom¨ªa nacional. B¨¢sicamente, los estadounidenses dicen: ¡°Me va bien, a la gente que conozco le va bien, pero en alg¨²n sitio ah¨ª fuera est¨¢n pasando cosas malas¡±.
?Qu¨¦ explica esta desconexi¨®n? La inflaci¨®n contribuye sin duda a las malas sensaciones sobre la econom¨ªa. Un nuevo estudio de Stefanie Stantcheva, de la Universidad de Harvard, confirma una vieja idea: cuando suben los salarios y los precios, la gente tiende a creer que se ha ganado sus aumentos salariales, pero que la inflaci¨®n les ha quitado lo que tanto les ha costado ganar.
Sin embargo, la aversi¨®n a la inflaci¨®n no explica por qu¨¦ la gente cree que su estado va bien, pero el pa¨ªs es un desastre.
El elefante en la habitaci¨®n es el partidismo. Hoy en d¨ªa, las opiniones de los estadounidenses sobre la econom¨ªa tienden a estar determinadas por la afiliaci¨®n pol¨ªtica y no al rev¨¦s.
Esto es v¨¢lido para los simpatizantes de ambos partidos, pero el an¨¢lisis estad¨ªstico muestra que el efecto del partidismo en las percepciones econ¨®micas es mucho m¨¢s fuerte para los republicanos ¡ªque durante gran parte del a?o pasado se mostraron igual de pesimistas respecto a la econom¨ªa que tras la crisis financiera de 2008 y durante la estanflaci¨®n de 1980¡ª, por lo que el hecho de que un dem¨®crata sea presidente arrastra a la baja el sentimiento medio de los consumidores. Cualquier debate sobre las percepciones econ¨®micas que no tenga en cuenta este factor pasa por alto una gran parte del panorama.
No resulta dif¨ªcil ver de d¨®nde viene esta asimetr¨ªa. Los pol¨ªticos republicanos y los medios de comunicaci¨®n est¨¢n unidos a la hora de destrozar la econom¨ªa de Biden, de la que Donald Trump dice que est¨¢ ¡°hundi¨¦ndose en un pozo negro de ruina¡±, en el que ¡°las tiendas no est¨¢n abastecidas¡±, algo que sencillamente no es cierto. Los dem¨®cratas, por su parte, est¨¢n divididos, con algunos progresistas que hablan mal de la econom¨ªa porque temen que reconocer las buenas noticias pueda socavar los argumentos a favor de reforzar la d¨¦bil red de seguridad social.
Si me preguntan a m¨ª, m¨¢s progresistas deber¨ªan celebrar la econom¨ªa actual, no solo para ayudar a Biden a ser reelegido, sino porque el ¨¦xito econ¨®mico reivindica la visi¨®n progresista. Yo dir¨ªa que Biden merece algo de cr¨¦dito por las buenas noticias, pero lo m¨¢s importante es que pol¨ªticas como la ampliaci¨®n del Obamacare y el alivio de la deuda estudiantil no han lastrado a la econom¨ªa, en contra de las predicciones conservadoras, lo que significa que est¨¢ bien pedir m¨¢s. La verdad es que la econom¨ªa estadounidense es una extraordinaria historia de ¨¦xito. No dejen que nadie les diga lo contrario.
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