En Argentina sobran billetes, pero los argentinos no son ricos

En Argentina circulan 11.859 millones de billetes. Un c¨¢lculo r¨¢pido da una idea de lo que supone eso: cada argentino, y aqu¨ª contamos incluso a los ni?os, podr¨ªa tener en su bolsillo 258 papeles de distinta denominaci¨®n. Un c¨¢lculo similar da como resultado 68 billetes por habitante en Chile y 35 en Brasil. Eso no hace, sin embargo, m¨¢s ricos a los argentinos. Sucede que el billete de m¨¢s alta denominaci¨®n en Argentina ...

En Argentina circulan 11.859 millones de billetes. Un c¨¢lculo r¨¢pido da una idea de lo que supone eso: cada argentino, y aqu¨ª contamos incluso a los ni?os, podr¨ªa tener en su bolsillo 258 papeles de distinta denominaci¨®n. Un c¨¢lculo similar da como resultado 68 billetes por habitante en Chile y 35 en Brasil. Eso no hace, sin embargo, m¨¢s ricos a los argentinos. Sucede que el billete de m¨¢s alta denominaci¨®n en Argentina es de 10.000 pesos. Lleva solo cuatro meses en la calle y su valor equivale a 10,2 d¨®lares al cambio oficial (9,2 euros) y 7,7 d¨®lares en el mercado negro. Hallarlos es tarea de detectives. Abundan, en cambio, los de 1.000 pesos, disponibles desde 2017. Hay 6.212 millones, m¨¢s de la mitad del circulante, de esos billetes anaranjados que llevan el rostro del libertador Jos¨¦ de San Mart¨ªn. Su valor es de apenas 76 centavos de d¨®lar en el mercado negro y de 97 centavos en la cotizaci¨®n regulada por el Gobierno.

Argentina no es un pa¨ªs barato en d¨®lares, como podr¨ªa suponerse. Para pagar un caf¨¦ en un bar se necesitar¨¢n, seg¨²n el sitio, tres billetes de mil pesos, unos tres d¨®lares al cambio oficial (los hay m¨¢s caros). Para una cena para dos personas, en un lugar de precios moderados, habr¨¢ que procurarse unos 40 billetes. La cosa se complica, por ejemplo, si hay que hacer la compra del supermercado: all¨ª se van 150.000 pesos como si nada ?Un m¨®vil nuevo? Habr¨¢ que gastar entre 300.000 y 1,5 millones de pesos. Al precio de un coche de segunda mano se le sumar¨¢ el de la maleta para llevar el dinero: un dos puertas de gama baja y cinco a?os de antig¨¹edad cuesta 15 millones de pesos, es decir 15.000 billetes de mil.

La mayor parte de esas operaciones, por supuesto, se pueden hacer con una billetera virtual, una forma de pago que se dispar¨® tras la pandemia hasta alcanzar al 65% de la poblaci¨®n. Pero no hay que confiarse: a medida que la crisis econ¨®mica se agrava, son cada vez m¨¢s los comercios que ofrecen descuentos por pago en efectivo o que directamente no aceptan tarjetas para evitar las comisiones de bancos y operadores. Para las transacciones de alto valor, como un coche o un piso, lo mejor ser¨¢ comprar d¨®lares. Como rigen dur¨ªsimas restricciones cambiarias habr¨¢ que hacerlo en el mercado negro, a raz¨®n de 1.300 pesos cada uno, y en efectivo, por supuesto. La maleta llena de billetes ser¨¢ inevitable.

La ra¨ªz del problemas est¨¢ en la inflaci¨®n que devasta la econom¨ªa argentina. Entre 2014 y 2021, el promedio anual fue del 50%. En 2022, la situaci¨®n comenz¨® a salirse de control y el IPC trep¨® hasta el 94,8%. El a?o 2023 termin¨® en diciembre con un 221% de inflaci¨®n y el primer semestre de 2024 ya registra una subida del 87%. La inflaci¨®n es la cara visible de la p¨¦rdida de valor de la moneda. Para disimular que las cosas no iban bien, los distintos Gobiernos siempre demoraron la impresi¨®n de moneda de m¨¢s alta denominaci¨®n. Y as¨ª llegamos a que el billete de mayor circulaci¨®n en Argentina hoy no alcance ni para comprar un caramelo, cuando hace solo siete a?os equival¨ªa a 58 d¨®lares.

Un mill¨®n de pesos

El problema no es nuevo. Los argentinos a¨²n recuerdan que a finales de los a?os 70 los militares imprimieron billetes de un mill¨®n de pesos. Quitar ceros ya se hab¨ªa vuelto una pr¨¢ctica habitual para evitar el colapso de los balances de bancos y empresas. Pero tambi¨¦n, y aqu¨ª est¨¢ el punto, por el impacto psicol¨®gico que supone, por ejemplo, que ese billete de 10.000 australes que Carlos Menem hered¨® de Ra¨²l Alfons¨ªn se convirtiese en 1992, como por arte de magia, en un peso, y que ese peso ahora alcanzase para comprar un d¨®lar. Entre 1969 y 1992, la moneda argentina perdi¨® 23 ceros, y con cada poda, un poco de su dignidad.

El Gobierno del ultraderechista Javier Milei prometi¨® que en octubre circular¨¢n billetes de 20.000 pesos, equivalentes a unos 20 d¨®lares al cambio oficial y poco m¨¢s de 15 d¨®lares en el mercado negro. Ser¨¢ un alivio, por supuesto, aunque claramente insuficiente.

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