Un ciclo que no se detiene
La econom¨ªa norteamericana aborda una fase madura pero unos tipos reales relativamente bajos, la fortaleza de la demanda y un mercado laboral robusto continuar¨¢n manteniendo el pulso
Entramos en una nueva fase: la Reserva Federal acaba de iniciar la senda de recortes de tipos de inter¨¦s para tratar de compensar el encarecimiento de los costes de financiaci¨®n que afecta a la econom¨ªa. Aunque esta medida insuflar¨¢ liquidez al sistema, las rebajas de tipos suelen certificar la madurez de los ciclos y generalmente se asocian a que, en muchas ocasiones, los bancos centrales no llegan a tiempo de evitar las recesio...
Entramos en una nueva fase: la Reserva Federal acaba de iniciar la senda de recortes de tipos de inter¨¦s para tratar de compensar el encarecimiento de los costes de financiaci¨®n que afecta a la econom¨ªa. Aunque esta medida insuflar¨¢ liquidez al sistema, las rebajas de tipos suelen certificar la madurez de los ciclos y generalmente se asocian a que, en muchas ocasiones, los bancos centrales no llegan a tiempo de evitar las recesiones.
La econom¨ªa afronta una cuesta arriba y el objetivo es hacer todo lo posible para poder superarla. De todas formas, no es lo mismo subirla con un viejo 600 que con un Cybertruck, uno de los ¨²ltimos prodigios de la tecnolog¨ªa que, aunque pesa 5 toneladas, acelera de 0-100 km/h en 2,6 segundos, e incluso est¨¢ construido a prueba de balas.
No nos entiendan mal. Este ciclo no est¨¢ blindado frente a una recesi¨®n, pero s¨ª re¨²ne algunas peculiaridades que lo hacen menos vulnerable que otros y creemos que, el a?o que viene, el mundo ser¨¢ capaz de sumar un +3%, un crecimiento suave por debajo de la media hist¨®rica del +3,5%, fruto de una desaceleraci¨®n en China y EE.UU. y una discreta mejora de Europa.
Sus tres caracter¨ªsticas m¨¢s destacables son:
En primer lugar, los tipos de inter¨¦s reales no son muy elevados en t¨¦rminos hist¨®ricos, ya que esta vez han alcanzado un 2,7%, casi la mitad del promedio hist¨®rico del 5,3% al que comenzaron a recortarse los tipos en ciclos anteriores, factor que a?ade menos presi¨®n a la econom¨ªa.
En segundo lugar, el shock de inflaci¨®n que desencaden¨® las subidas de tipos hace m¨¢s de dos a?os se gener¨® por factores mixtos y no por alteraciones exclusivamente de oferta. Es importante considerar que, cuando en el pasado los ciclos fueron antecedidos por shocks de inflaci¨®n de oferta, concluyeron en recesiones. Sin embargo, cuando el shock vino por la demanda o fue mixto, como en esta ocasi¨®n, el de mediados de los 80 o el de 1995, la Reserva Federal fue capaz de articular un aterrizaje suave.
En este sentido, una inflaci¨®n pura de demanda, aunque negativa para la estabilidad de precios, es una buena se?al por el lado del crecimiento, pues significa que el consumo privado se mantiene saludable y que el ciclo tiende a ser m¨¢s resistente a la pol¨ªtica monetaria restrictiva.
El tercer aspecto especialmente caracter¨ªstico de este ciclo es que el mercado laboral se mantiene tendencialmente robusto ya que el desempleo es menor que la tasa natural de paro, lo que genera salarios reales m¨¢s elevados, que las empresas incrementen su inversi¨®n y una mayor productividad.
En definitiva, aunque ciertamente vamos hacia un crecimiento menor y ha llegado el momento de afrontar la cuesta arriba, hay que seguir poniendo el foco en el movimiento de este ciclo que, como el Cybertruck, no es f¨¢cil de detener. Ya saben aquello que dec¨ªa Confucio, no importa lo lento que vayas mientras no te detengas.