Las prisiones privadas se frotan las manos (y la cartera) ante el plan de deportaciones de Trump
Las acciones de Geo Group y CoreCivic, los dos grandes grupos carcelarios estadounidenses cotizados en Bolsa, suben con fuerza ante la perspectiva de un aumento de la poblaci¨®n reclusa y los migrantes detenidos bajo la Administraci¨®n republicana
Si hubo una industria especialmente pendiente del resultado electoral en Estados Unidos, esa fue la de las prisiones privadas. Los efectos econ¨®micos de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ser¨¢n generalizados, pero en el caso de este sector, que vive de los contratos p¨²blicos para acoger los excedentes de poblaci¨®n carcelaria, y espera con ans¨ªa convertirse en punto de detenci¨®n de los millones d...
Si hubo una industria especialmente pendiente del resultado electoral en Estados Unidos, esa fue la de las prisiones privadas. Los efectos econ¨®micos de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ser¨¢n generalizados, pero en el caso de este sector, que vive de los contratos p¨²blicos para acoger los excedentes de poblaci¨®n carcelaria, y espera con ans¨ªa convertirse en punto de detenci¨®n de los millones de inmigrantes indocumentados que Trump ha prometido deportar, la diferencia entre un triunfo dem¨®crata y uno republicano era algo similar a la distancia entre sobrevivir con dificultades y abrazarse a la abundancia.
As¨ª lo han interpretado los inversores: en verano, cuando se produjo el intento de asesinato de Trump, los dos principales grupos estadounidenses, Geo Group y CoreCivic, revivieron en Bolsa porque se entend¨ªa que el disparo reforzaba a Trump y lo acercaba a la victoria. Una vez cerradas las urnas, conforme el recuento avanzaba cargado de buenas noticias para los republicanos, lleg¨® la explosi¨®n: sus acciones se dispararon hasta cerrar la primera sesi¨®n postelectoral con ganancias de un 42% y un 29% respectivamente.
Esos n¨²meros, muy poco usuales para una sola jornada, han tenido continuidad en los d¨ªas posteriores. Y han desatado algo parecido a la euforia entre sus altos ejecutivos, que hablan de aumentar su capacidad a millones de reclusos si fuera necesario. ¡°Geo Group se cre¨® para este momento ¨²nico en la historia de nuestro pa¨ªs y las oportunidades que traer¨¢¡±, dijo George Zoley, consejero delegado de la firma, a modo de ofrecimiento a Trump.
Seg¨²n un informe de la ONG The Sentencing Project publicado en verano del a?o pasado, la poblaci¨®n carcelaria en prisiones privadas en EE UU ronda el 8% del total. Esto es, casi 100.000 reclusos habitan celdas de prisiones con ¨¢nimo de lucro. La cifra sale de sumar los detenidos bajo jurisdicci¨®n federal con los de otros 27 estados, mientras que en los restantes 23 estados no se utilizan prisiones privadas para albergar a presos. A ese n¨²mero habr¨ªa que sumar otros 16.000 detenidos por los servicios de inmigraci¨®n.
El viraje es total. La tendencia creciente era que los grupos de prisiones privados fueran, cada vez m¨¢s, repudiados. En 2019, la presi¨®n de las organizaciones humanitarias en su contra surti¨® efecto, y los ocho mayores bancos estadounidenses acordaron cerrarles el grifo de la financiaci¨®n por razones ¨¦ticas, aumentando as¨ª su coste de pedir prestado. Poco despu¨¦s, la mala marcha del negocio por la ca¨ªda de detenciones durante los confinamientos de la pandemia, y la ingente deuda que acumulan, les oblig¨® a suspender el elevado dividendo que repart¨ªan, uno de sus grandes atractivos para atraer nuevos accionistas, lo que produjo un desplome en Bolsa. Para rematar la ristra de malas noticias, el presidente Joe Biden firm¨® en 2021 una orden ejecutiva en la que prohib¨ªa renovar los contratos de las c¨¢rceles privadas con la Administraci¨®n federal, lo que cortaba una de las patas de su negocio y les dejaba a expensas de sus tratos con los Estados.
Geo Group y CoreCivic no se tomaron la afrenta dem¨®crata nada bien. La primera advirti¨® de que el veto federal pod¨ªa suponer cientos de despidos y un da?o a las comunidades donde se asientan sus instalaciones. Y la segunda defendi¨® que la alta tasa de encarcelados por centro, una de las acusaciones recurrentes, no era culpa suya. Mientras tanto, Biden, seg¨²n sus propias palabras, trataba de acabar con los beneficios econ¨®micos de unas corporaciones a las que acus¨® de promover un encarcelamiento ¡°menos humano y seguro¡±.
No se trataba de una cruzada personal nacida de la nada. Las criticas a ese modelo vienen de lejos: a las continuas denuncias por parte de ONGs se sum¨® en 2016 una investigaci¨®n del Departamento de Justicia en la que se recog¨ªa que las c¨¢rceles privadas registran tasas m¨¢s altas de agresiones, incidentes m¨¢s comunes por un uso desmedido de la fuerza, y confinamientos m¨¢s frecuentes. El organismo tambi¨¦n inst¨®, ya en aquel a?o, a no renovar los contratos cuando expirasen o a reducir el alcance de los contratos antes de que expiren.
Las perspectivas con Trump a los mandos son muy diferentes. En una vuelta al pasado que pocos esperaban, las c¨¢rceles privadas han pasado a ser objeto de deseo de los mercados, con una revalorizaci¨®n que, en el caso de Geo Group, roza el 90% en un mes, y en el de CoreCivic el 60%. La capitalizaci¨®n burs¨¢til de la primera roza ya los 4.000 millones de d¨®lares, y la de su rival los 2.500 millones. Ese avance vertiginoso, acentuado desde las elecciones, las ha hecho aparecer, junto al bitcoin, el d¨®lar, las petroleras, o la Tesla de Elon Musk, en las listas de grandes ganadoras de un Gobierno republicano.
¡°Una gran oportunidad¡±
El tono de sus directivos durante la reciente presentaci¨®n de resultados es una muestra clara de c¨®mo de alineados parecen estar los intereses del sector con los del nuevo presidente. ¡°Para nosotros, esta es una oportunidad sin precedentes de ayudar al gobierno federal y a la administraci¨®n entrante de Trump a lograr una pol¨ªtica de inmigraci¨®n mucho m¨¢s agresiva en la aplicaci¨®n de la ley, tanto en el interior como en las fronteras, as¨ª como la expulsi¨®n de extranjeros criminales¡±, afirm¨® el consejero delegado de Geo Group, Brian Robert Evans.
No parece que la falta de espacio f¨ªsico vaya a suponer un problema. Aprobar la construcci¨®n de nuevas c¨¢rceles implica una burocracia m¨¢s farragosa, pero no sucede lo mismo con a?adir nuevos edificios a las instalaciones ya existentes, que como han recordado estos d¨ªas sus due?os, se asientan sobre enormes parcelas de terreno.
Uno de los negocios que m¨¢s conf¨ªan en ver crecer es el ligado a los migrantes. El Servicio de Inmigraci¨®n y Aduanas de EE.UU (ICE) es un importante cliente de las dos empresas, y GEO asegura contar con unas 31.000 camas de capacidad para este segmento, ampliables a cientos de miles ¡°y hasta varios millones de participantes¡±, seg¨²n se?ala la empresa utilizando un eufemismo.
Las personas arrestadas por el ICE no cumplen condena por delitos, sino que est¨¢n retenidas mientras un juez de inmigraci¨®n decide si deben ser deportadas. Los niveles de detenci¨®n alcanzaron un m¨¢ximo de m¨¢s de 55.000 bajo la administraci¨®n Trump y cayeron en 2021, en medio de la pandemia, a un m¨ªnimo de 13.000, con el objetivo de permitir que hubiera m¨¢s distancia social entre reclusos y evitar as¨ª contagios. La propia instituci¨®n reconoce que durante la covid-19 ¡°ajust¨® temporalmente su postura de aplicaci¨®n de la ley para centrarse estrictamente en los extranjeros delincuentes y las amenazas a la seguridad p¨²blica¡±.
Estos acuerdos suponen una parte fundamental de la facturaci¨®n de las prisiones privadas. En 2022, Geo Group obtuvo 1.050 millones de d¨®lares en ingresos solo gracias a los contratos del ICE, lo que supuso un 43,9% de sus ingresos totales, de 2.400 millones de d¨®lares. Fuera de las fronteras estadounidenses, su presencia es m¨¢s residual, pero tambi¨¦n brinda sus servicios puntualmente a gobiernos en el Reino Unido, Australia y Sud¨¢frica. En estos dos ¨²ltimos pa¨ªses opera sendos correccionales con m¨¢s de 3.000 camas cada uno, mientras que en el Reino Unido se dedica a la custodia y escolta de prisioneros en su flota de m¨¢s de 400 veh¨ªculos.
M¨¢s all¨¢ de esas ramificaciones internacionales, su negocio dom¨¦stico es, con diferencia, el que reporta m¨¢s ingresos al sector. Y esperan que con Trump se multiplique. El republicano hizo menciones frecuentes a la inseguridad durante su campa?a electoral, y busc¨® transmitir una imagen de mano dura con la delincuencia frente a la supuesta laxitud de los dem¨®cratas. ¡°No se puede cruzar la calle para comprar una barra de pan. Te disparan, te asaltan, te violan¡±, dijo recientemente el expresidente en un evento de campa?a al norte de Detroit. ¡°Eso simplemente no es cierto¡±, le respondi¨® el jefe de polic¨ªa de Detroit, James White.