El Gobierno estadounidense dejar¨¢ de usar c¨¢rceles privadas
La medida afecta a un tercio de los reos en instalaciones subcontratadas en el pa¨ªs con m¨¢s presos
El Gobierno estadounidense anunci¨® este jueves que dejar¨¢ de utilizar c¨¢rceles privadas porque considera que son menos efectivas y seguras que las instalaciones p¨²blicas. La decisi¨®n se aplicar¨¢ gradualmente y afectar¨¢ solo a las c¨¢rceles subcontratadas por el Gobierno federal, que acogen un tercio de los reos que hay en prisiones privadas en Estados Unidos. La medida supone un golpe al suculento negocio de la privatizaci¨®n carcelaria en el pa¨ªs con m¨¢s reos del mundo, llega en un momento de creciente debate sobre la severidad del modelo penitenciario y puede alentar a que algunos Estados sigan el paso dado por la Administraci¨®n de Barack Obama.
En un texto interno del Departamento de Justicia, la fiscal general adjunta, Sally Yates, insta a sus subordinados a que no renueven los contratos actuales cuando expiren o a reducir el alcance de los contratos antes de que expiren. El objetivo es ¡°reducir y finalmente terminar con nuestro uso de prisiones operadas de forma privada¡±, se?ala.
La decisi¨®n llega tras las crecientes quejas de irregularidades en prisiones privadas y tras la publicaci¨®n, la semana pasada, de una investigaci¨®n del Departamento de Justicia que concluye que las c¨¢rceles privadas son peores que las p¨²blicas: se registran m¨¢s peleas, robos y ataques. ¡°Simplemente no proporcionan el mismo nivel de servicios, programas y recursos correccionales; no suponen un ahorro sustantivo en costes¡±, argumenta Yates.
El impacto de la medida es limitado. En 2014, un 8,4% de los presos en EE UU estaban en c¨¢rceles privadas (131.261 sobre un total de 1,5 millones). De estos 131.261, 40.017 estaban en c¨¢rceles subcontratadas por el Gobierno federal (suponiendo un 19% del total de reos federales) y los 91.244 restantes en estatales (un 6,8% del total de reos estatales).
Pero la prohibici¨®n impulsa el debate, alimentado por la izquierda y grupos sociales, sobre la privatizaci¨®n carcelaria en un momento de descenso del n¨²mero de presos en EE UU por la aplicaci¨®n de penas menos severas.
La privatizaci¨®n de las c¨¢rceles se inici¨® en los a?os ochenta, pero su uso se dispar¨® en la ¨²ltima d¨¦cada en paralelo al auge de la poblaci¨®n penitenciaria. Entre 1999 y 2014, la poblaci¨®n en c¨¢rceles privadas creci¨® un 84% frente al 10% del conjunto de c¨¢rceles. En las prisiones privadas del Gobierno federal, el aumento fue astron¨®mico: del 945%. En los Estados, fue mucho menor: del 35%.
El incremento del n¨²mero de presos ha impulsado un creciente negocio econ¨®mico. En 2014, el sector de las c¨¢rceles privadas movi¨® 4.800 millones de d¨®lares en EE UU con beneficios de 629 millones, seg¨²n un an¨¢lisis de la consultora IBISWorld citado por la cadena NBC.
En plena sobrepoblaci¨®n de las instalaciones p¨²blicas, las prisiones privadas ofrec¨ªan a las autoridades federales y estatales el espacio y los funcionarios que les faltaban. Muchas de las empresas que operan las c¨¢rceles se garantizan unos ingresos m¨ªnimos (pactan con las autoridades alg¨²n tipo de garant¨ªa m¨ªnima de n¨²mero de reclusos o compensaci¨®n por camas vac¨ªas) y tratan de exprimir al m¨¢ximo la reducci¨®n de costes. Seg¨²n algunas organizaciones, el af¨¢n de ahorro ha propiciado incidentes en las c¨¢rceles por la falta de personal o de un mantenimiento adecuado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.