El peligro oculto de la Navidad: los juguetes falsificados

Durante la ¨¦poca navide?a, cuando los hogares se llenan de alegr¨ªa y regalos y los ni?os escriben sus cartas a los Reyes Magos, un problema oculto amenaza su seguridad: los juguetes falsificados. La campa?a navide?a, de octubre a diciembre, concentra el 60% de las ventas anuales de juguetes, pero no todos los productos adquiridos cumplen con las normativas de seguridad europeas. Estos art¨ªculos pueden poner en peligro a los ni?os. Sin ir m¨¢s lejos, hace unos a?os un menor perdi¨® la vida al utilizar un juguete no homologado, un caso que expuso los riesgos de adquirir productos ilegales, a menudo vendidos como aut¨¦nticos.

Los juguetes falsificados no solo representan riesgos para la seguridad infantil, sino tambi¨¦n un impacto econ¨®mico significativo. Seg¨²n un informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Uni¨®n Europea (Euipo) de 2023, estas pr¨¢cticas suponen una p¨¦rdida media del 8,7 % en el valor total de las ventas del sector a nivel europeo, equivalente a 1.000 millones de euros. En Espa?a, las p¨¦rdidas ascienden a 113 millones de euros, el 11 % de la facturaci¨®n del sector, y afectan al empleo, con una reducci¨®n estimada del 5% en los puestos de trabajo directos.

Los falsificadores se enfocan en los productos m¨¢s populares y demandados. Marta Salm¨®n, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), se?ala que ¡°los juguetes m¨¢s falsificados son los que est¨¢n de moda: peluches de personajes de ¨¦xito, juegos de construcci¨®n con licencias de pel¨ªculas o coleccionables populares en redes sociales¡±. En pocas semanas, el mercado se inunda de copias baratas e inseguras. La Polic¨ªa Nacional mantiene estos productos bajo vigilancia constante, reforzando controles durante la Navidad.

La falsificaci¨®n est¨¢ relacionada con varios delitos. Alberto Gallo, asociado del ¨¢rea de antipirater¨ªa de Elzaburu, explica: ¡°es una infracci¨®n contra la propiedad industrial e intelectual, con penas de hasta seis a?os de prisi¨®n¡±. Adem¨¢s, su fabricaci¨®n e importaci¨®n puede implicar estafa, contrabando e infracciones contra la salud y la Hacienda P¨²blica. Para protegerse, Gallo recomienda registrar las marcas de estos juegos adecuadamente y tomar medidas seg¨²n el caso: solicitar intervenciones aduaneras si los art¨ªculos est¨¢n en la frontera o presentar denuncias ante las autoridades si ya circulan en el mercado.

Jos¨¦ Luis G¨®mez, inspector jefe de la secci¨®n de delitos contra la propiedad intelectual e industrial, asegura que la vigilancia sobre la falsificaci¨®n de juguetes es una prioridad para la polic¨ªa: ¡°Siempre est¨¢ en nuestro radar, especialmente con el p¨²blico al que va dirigido, nuestros m¨¢s peque?os¡±. La Polic¨ªa Nacional realiza intervenciones continuas, intensificadas en Navidad. Por ejemplo, una que tuvo lugar el a?o pasado en el pol¨ªgono de Cobo Calleja en Fuenlabrada, en la que se detuvo a una pareja que vend¨ªa juguetes falsificados de marcas como Pok¨¦mon y Disney (un lote de cinco millones de euros). Tambi¨¦n participan en operativos internacionales como la operaci¨®n Ludus, coordinada por Europol y con la que colabora la AEFJ, que ha incautado juguetes falsos en Europa. En la operaci¨®n Pokezone trabajan con marcas, intermediarios y autoridades.

Los puntos tradicionales de entrada de estos productos en la Uni¨®n Europea son los puertos mar¨ªtimos. Seg¨²n la Euipo, China, Hong Kong y Turqu¨ªa son los principales pa¨ªses de procedencia. Los falsificadores utilizan diversas artima?as para eludir los controles. Alberto Gallo destaca el uso del sello China Export, similar al marcado CE (Conformidad Europea), pero sin cumplir los est¨¢ndares europeos. Otra estrategia es el env¨ªo de mercanc¨ªas en paquetes peque?os para dificultar la inspecci¨®n aduanera. Adem¨¢s, separan juguetes de etiquetas y embalajes, ensambl¨¢ndolos en la UE tras cruzar las fronteras. El aumento de incautaciones de cajas y etiquetas falsas detectado por la Euipo en los ¨²ltimos a?os es fruto de esta t¨¢ctica.

Al comprar juguetes, especialmente online, los consumidores deben estar atentos a indicadores de falsificaci¨®n. Seg¨²n Europol, los juguetes ilegales suelen carecer de informaci¨®n esencial como el marcado CE, la etiqueta de seguridad el¨¦ctrica, el rango de edad o la direcci¨®n de origen. Las etiquetas tambi¨¦n pueden presentar errores como nombres de marcas mal escritos, c¨®digos de barras m¨²ltiples o rangos de edad sobrevalorados. Marta Salm¨®n subraya que las r¨¦plicas ilegales son potencialmente peligrosas para la seguridad infantil, ya que los falsificadores ahorran en materiales y controles. El riesgo m¨¢s com¨²n (32%), seg¨²n la Euipo, es la exposici¨®n a sustancias qu¨ªmicas y toxinas peligrosas. Para evitar problemas, se recomienda comprar en sitios oficiales, revisar rese?as y desconfiar de precios excesivamente bajos.

Las plataformas no se pueden lavar las manos. Como explica Alberto Gallo, ¡°no son responsables si desconocen que ofrecen productos falsificados, pero s¨ª lo son si no act¨²an al ser notificadas¡±.

En caso de da?os causados por un juguete falsificado, es posible reclamar. Gallo recuerda que, seg¨²n el art¨ªculo 116.1 del C¨®digo Penal, ¡°toda persona criminalmente responsable de un delito lo es tambi¨¦n civilmente si del hecho se derivaren da?os o perjuicios¡±. Esto implica que los responsables enfrentan consecuencias penales y los afectados pueden exigir indemnizaciones. Sin embargo, identificar a los presuntos culpables es dif¨ªcil debido a la opacidad de las redes de distribuci¨®n ilegales, lo que complica el proceso legal para obtener compensaciones.

La demanda de productos baratos en fechas de alto consumo como las navide?as alimenta las imitaciones pese a los esfuerzos de marcas, especialistas y autoridades para retirarlos del mercado. Por ello, los expertos coinciden en la necesidad de educar al consumidor sobre las consecuencias de sus decisiones. Comprar falsificaciones no es un acto inocente: financia redes criminales, priva a la sociedad de impuestos necesarios para hospitales y escuelas y pone en peligro la seguridad de los ni?os.