La falta de habilidades digitales de las familias se ceba con los alumnos de los colegios m¨¢s desfavorecidos y lastra su aprendizaje
Un estudio muestra que la escasa participaci¨®n de las familias en las plataformas educativas en l¨ªnea por no saber c¨®mo funcionan afecta al rendimiento de los alumnos de los centros de dif¨ªcil desempe?o
Antes de la llegada de la pandemia, los soci¨®logos ya coincid¨ªan en que la brecha digital era una nueva forma de exclusi¨®n. Cuando estall¨® la covid-19 y los colegios se vieron obligados a cerrar sus puertas para contener el contagio, salieron a la luz las grietas tecnol¨®gicas de los hogares espa?oles: el 14% de los 8,2 millones de estudiantes de ense?anzas no universitarias no dispon¨ªa de internet en casa o de dispositivos digitales suficientes. Tiempo despu¨¦s se emp...
Antes de la llegada de la pandemia, los soci¨®logos ya coincid¨ªan en que la brecha digital era una nueva forma de exclusi¨®n. Cuando estall¨® la covid-19 y los colegios se vieron obligados a cerrar sus puertas para contener el contagio, salieron a la luz las grietas tecnol¨®gicas de los hogares espa?oles: el 14% de los 8,2 millones de estudiantes de ense?anzas no universitarias no dispon¨ªa de internet en casa o de dispositivos digitales suficientes. Tiempo despu¨¦s se empez¨® a hablar de la segunda brecha digital, aquellos que pese a tener conexi¨®n quedaban fuera del sistema por no tener las habilidades para manejarse en la Red. Un nuevo estudio de la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n (FAD, ONG cuya presidenta de honor es la reina Letizia) y la Fundaci¨®n BBVA pone el foco en este punto y en c¨®mo la escasez de conocimientos digitales de las familias lastra el aprendizaje de sus hijos, especialmente en los llamados centros de dif¨ªcil desempe?o (uno de cada 10 centros p¨²blicos en Espa?a lo son), aquellos en los que m¨¢s del 50% de los alumnos tienen bajos recursos socioecon¨®micos.
El estudio Mapeo de centros de dif¨ªcil desempe?o y an¨¢lisis de competencias digitales de las familias en situaci¨®n de vulnerabilidad, publicado el pasado julio, se basa en entrevistas a 195 docentes de ese tipo de centros, tambi¨¦n conocidos como colegios gueto, de los que el 53% asegur¨® que el nivel de competencia digital de las familias es muy bajo, mientras que el 10% lo calific¨® de ¡°nulo¡±. Preguntados por la habilidad de sus alumnos a la hora de organizar y almacenar la informaci¨®n que buscan en internet y de manejar herramientas como Drive o Google Classroom, el 35% lo calific¨® de ¡°muy bajo¡±. Las respuestas de los docentes constataron notables carencias en el alumnado en funciones b¨¢sicas de comunicaci¨®n, normas de conducta o autoprotecci¨®n, en especial para fines educativos, sobre todo entre los de familias con menos recursos.
Asunci¨®n Gallardo, directora del colegio p¨²blico de dif¨ªcil desempe?o Gabriel Vallseca de Palma de Mallorca, fue una de las participantes en el estudio. ¡°De los 500 alumnos que tenemos en el centro, apenas 10 familias son capaces de hacer gestiones por internet... Es m¨¢s necesario que nunca tomar conciencia de la importancia de formar a las familias en competencias digitales porque ellas son el principal acompa?amiento acad¨¦mico para sus hijos¡±, explica por tel¨¦fono esta maestra de 52 a?os. El hecho de que el progenitor no sepa acceder a plataformas de ense?anza como Google Classroom supone que no podr¨¢ ayudar a su hijo y eso tendr¨¢ un impacto negativo en ¨¦l.
En los nuevos protocolos de seguridad dise?ados por las comunidades aut¨®nomas para la vuelta escolar en septiembre, como el de la Comunidad Valenciana, se establece que se priorizar¨¢ la comunicaci¨®n con las familias mediante tel¨¦fono, correo electr¨®nico, mensajes o correo ordinario y se facilitar¨¢n las gestiones telem¨¢ticas. Las familias podr¨¢n entrar al edificio escolar en caso de que el profesorado o el equipo directivo as¨ª lo considere, en ning¨²n caso si presentan cualquier s¨ªntoma compatible con la covid-19. ¡°Con la pandemia se ha visto que la igualdad en educaci¨®n no es tan real como nos la hab¨ªan contado y por ello hay que alertar a la Administraci¨®n de la necesidad de formar a las familias, va a seguir siendo necesaria la comunicaci¨®n por medios digitales¡±, contin¨²a Gallardo. En su centro, asegura, se organizan talleres formativos para madres y padres desde hace a?os por el tipo de perfil de los alumnos, la mayor¨ªa residentes en barrios de pocos recursos.
Fernando Trujillo, investigador de la Universidad de Granada y autor del estudio The school year 2020-2021 in Spain during the pandemic, financiado por el Joint Research Centre de la Comisi¨®n Europea, cree que hablar solo de la escasez de dispositivos digitales es simplificar el problema. ¡°Hay un fuerte componente cultural arraigado en las familias ligado a las competencias. En los a?os setenta se detect¨® en la habilidad lectora, c¨®mo se transmit¨ªa de padres a hijos; ahora se ha trasladado a lo digital¡±. Trujillo ha constatado en diferentes investigaciones c¨®mo ese capital cultural est¨¢ correlacionado con unos mejores o peores resultados acad¨¦micos.
En su ¨²ltimo estudio, este investigador hizo una comparativa sobre los efectos de la pandemia en los centros educativos en pa¨ªses europeos como Dinamarca, Estonia y Espa?a. ¡°Entre el profesorado espa?ol de secundaria hab¨ªa unanimidad en valorar negativamente la semipresencialidad de las clases... No tenemos una cultura de lo digital consolidada y se detectaron problemas en los alumnos a la hora de generar contenidos en las plataformas online desde casa o en el trabajo en grupo, tambi¨¦n falta de rutina y ansiedad¡±, un diagn¨®stico que no se registr¨® en pa¨ªses del norte de Europa.
¡°Veo en los alumnos una confusi¨®n en la competencia digital. Saben utilizar el m¨®vil, chatear, ver porno, usar apps, pero existe un desconocimiento sobre c¨®mo usarlo como herramientas de trabajo. Las familias saben acceder a Facebook, pero descargar un archivo para ver las notas es otra cosa¡±, describe un profesor que prefiere no dar su nombre en el estudio de FAD, que pone de manifiesto c¨®mo los confinamientos domiciliarios han desvelado las carencias digitales de las familias m¨¢s vulnerables, con grandes dificultades para comunicarse con la escuela a trav¨¦s de dispositivos.
Jos¨¦ Luis P¨¦rez, jefe de estudios del colegio p¨²blico rural Gloria Fuertes, en Fuente del Arco (Badajoz), se vio obligado a cambiar una comunicaci¨®n diaria y personal con los progenitores de sus alumnos por mensajes a trav¨¦s de Rayuela, la plataforma de la Junta de Extremadura para conectar a los centros educativos con las familias. ¡°Se usa para mandar mensajes privados, para programar las actividades de los ni?os y requiere unas nociones b¨¢sicas. Pronto vimos que a algunas familias les costaba y que otras ni hac¨ªan el esfuerzo de entrar, as¨ª que lo tuvimos que sustituir por llamadas telef¨®nicas o videollamadas por Whatsapp¡±. Si las familias no ponen inter¨¦s en aprender, eso tiene un reflejo en sus hijos, explica P¨¦rez, y al final repercute en el rendimiento acad¨¦mico.
El informe tambi¨¦n habla de las posibles repercusiones de la segunda brecha digital en la vida adulta de los chavales. No aprender desde peque?os a interaccionar de esta forma tiene un efecto: no podr¨¢n ejercer poder a la hora de influir en los dem¨¢s, ya que muchos asuntos en el ¨¢mbito laboral se dirimen de forma colaborativa en plataformas online.
En la ley educativa se define la competencia digital como aquella que implica un uso creativo, cr¨ªtico y seguro de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n para alcanzar objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, y la participaci¨®n en la sociedad. Tambi¨¦n se asocia a la adquisici¨®n de autonom¨ªa, participaci¨®n social, motivaci¨®n o curiosidad y manejo de dispositivos de forma responsable. En este sentido, el estudio habla de la ¡°vulnerabilidad digital¡± como desigualdad en la adquisici¨®n de competencias digitales: ¡°Son las combinaciones de cosas que una persona puede hacer en t¨¦rminos de buscar, encontrar y organizar informaci¨®n y aplicar de forma sabia el conocimiento¡±. Sin esas capacidades, la inserci¨®n en el mercado laboral ser¨¢ desigual.
El informe tambi¨¦n pone de relieve que los alumnos de este tipo de centros son, en su mayor¨ªa, consumidores pasivos de la informaci¨®n y que presentan poca creatividad a la hora de crear sus contenidos educativos. ¡°Hay un gran trabajo por hacer sobre el conocimiento que tienen las familias sobre los mecanismos de control y las consecuencias del comportamiento de sus hijos¡±, zanjan los autores.
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