?Por qu¨¦ tiene tantos enemigos el curr¨ªculum basado en competencias?
Esta idea de las competencias como eje, en lugar de las asignaturas de toda la vida, comenz¨® en el ¨¢mbito de la FP y ese es tal vez el pecado original del curr¨ªculum basado en competencias, su origen poco noble
Os preguntar¨¦is por qu¨¦ tanto ¨¦nfasis para ciencia tan prosaica, por qu¨¦ tanto ruido a prop¨®sito del arte de levantar el pie. ?No sab¨¦is que la dignidad en todas las cosas est¨¢ siempre en raz¨®n inversa a su utilidad? (Balzac, El arte de andar).
Las noticias sobre la reforma del curr¨ªculum escolar han provocado bastante ruido estas ¨²ltimas semanas, con relativamente poco debate riguroso y tal vez demasiado rasgado de vestiduras. Un d¨ªa cualquiera, usted abre el peri¨®dico por la secci¨®n de Opini¨®n y se encuentra un art¨ªculo en el que se auguran cat¨¢strofes inenarrables en la...
Os preguntar¨¦is por qu¨¦ tanto ¨¦nfasis para ciencia tan prosaica, por qu¨¦ tanto ruido a prop¨®sito del arte de levantar el pie. ?No sab¨¦is que la dignidad en todas las cosas est¨¢ siempre en raz¨®n inversa a su utilidad? (Balzac, El arte de andar).
Las noticias sobre la reforma del curr¨ªculum escolar han provocado bastante ruido estas ¨²ltimas semanas, con relativamente poco debate riguroso y tal vez demasiado rasgado de vestiduras. Un d¨ªa cualquiera, usted abre el peri¨®dico por la secci¨®n de Opini¨®n y se encuentra un art¨ªculo en el que se auguran cat¨¢strofes inenarrables en la pr¨®xima generaci¨®n de espa?oles como resultado de los cambios en la ense?anza de la historia, o de la supuesta desaparici¨®n de la filosof¨ªa. El autor se duele de la devaluaci¨®n imparable de nuestra educaci¨®n nacional, dado que las reformas del Gobierno pretenden regalar los aprobados y los diplomas, haciendo irrelevante el esfuerzo de los estudiantes, condenando algo tan imprescindible como la memoria y, de hecho, mandando a la sociedad el mensaje de que ya no habr¨¢ que esforzarse para aprobar. Despu¨¦s de leer esto, usted seguro que se apunta a las dos cosas en que parece haber consenso absoluto en este ¨¢mbito: una, que cada reforma legislativa de la educaci¨®n es peor que la anterior, siendo todas malas; y dos, que el colegio al que van sus hijos es bastante bueno, tirando a muy bueno.
?Qu¨¦ es exactamente lo que conviene aprender? Es la pregunta clave de la llamada pol¨ªtica curricular¡±
Pasando un par de p¨¢ginas, podr¨ªa encontrarse usted con un art¨ªculo analizando la desastrosa educaci¨®n espa?ola, pero en este caso usando los datos de PISA, la famosa prueba internacional, donde el foco est¨¢ en el conocimiento aplicado. Aqu¨ª el problema no es que nuestro sistema educativo apruebe a demasiada gente, sino justamente que suspende a m¨¢s de la cuenta, lo que nos lleva a tasas de repetici¨®n y abandono temprano que castigan terriblemente nuestra puntuaci¨®n en PISA y nos colocan en mitad de la tabla, un lugar ¡°mediocre¡± donde estar¨ªamos ¡°estancados¡±. Despu¨¦s de estos dos art¨ªculos, usted que es un lector inteligente empieza a preguntarse si esto de la buena educaci¨®n consiste en que suspendan muchos o m¨¢s bien en que aprueben muchos. ¡°No¡±, me dir¨¢, ¡°la cuesti¨®n es que aprendan muchos, pero ?qu¨¦ es exactamente lo que conviene aprender?¡± Y ah¨ª ha formulado la pregunta clave de la llamada pol¨ªtica curricular en cualquier sistema educativo.
Si tiene tiempo para m¨¢s lectura, en la secci¨®n de econom¨ªa del mismo peri¨®dico, se va a encontrar usted otro art¨ªculo, o tal vez una entrevista, en la que el joven consejero delegado de una startup de ¨¦xito, de un unicornio incluso, habla convencido y tajante de c¨®mo nuestro sistema educativo sigue anclado en ense?ar contenidos y habilidades in¨²tiles y trasnochados, y que, ante la extrema lentitud en la modernizaci¨®n de nuestra educaci¨®n, las empresas, sobre todo las m¨¢s innovadoras, se ven obligadas a hacer procesos de selecci¨®n de personal que les permitan elegir a los que de verdad saben, sin dar mucha importancia a sus diplomas y certificados acad¨¦micos. El empresario aprovechar¨¢ para recordarnos que casi todos los emprendedores de ¨¦xito abandonaron muy frustrados los estudios porque no ve¨ªan reconocida ni mucho menos fomentada su gran creatividad. En este punto me reconocer¨¢ usted que la cosa se complica: ?Hay que volver al Lat¨ªn y al Griego obligatorios, o ser¨ªa mejor ense?ar justo lo que mide PISA, o hay que tirarlo todo a la basura y que nos diga el joven l¨ªder empresarial qu¨¦ tienen que aprender los estudiantes en la escuela?
El curr¨ªculum alrededor de las asignaturas tradicionales tiende a ser inflacionario¡±
El curr¨ªculum escolar recoge y refleja un consenso nacional sobre qu¨¦ es imprescindible aprender, es decir, qu¨¦ es lo que ha de saber y saber hacer un graduado de la educaci¨®n b¨¢sica en nuestro pa¨ªs. Desde hace d¨¦cadas, la tendencia global es hacia un curr¨ªculum basado en competencias, es decir, donde prime el conocimiento aplicado ¨Dqu¨¦ sabe usted hacer con lo que sabe¨D sobre el conocimiento m¨¢s abstracto y logoc¨¦ntrico (sin abandonar este ¨²ltimo del todo). Esta idea de las competencias como eje, en lugar de las asignaturas de toda la vida, comenz¨® en el ¨¢mbito de la Formaci¨®n Profesional y ese es tal vez el pecado original del curr¨ªculum basado en competencias, su origen poco noble, por as¨ª decir. Para unos, es conocimiento de segunda categor¨ªa; y para otros, implica una subordinaci¨®n inaceptable a los dictados del mercado laboral, unicornios incluidos.
El curr¨ªculum alrededor de las asignaturas tradicionales tiende a ser inflacionario. Cada vez hay m¨¢s asignaturas, cada una con su grupo de inter¨¦s detr¨¢s, y todas querr¨ªan ser obligatorias y tener m¨¢s horas lectivas a la semana. La asignatura como unidad de medida del sistema escolar implica que, desde el Cine a la Econom¨ªa, de la Ciudadan¨ªa al Ajedrez, de la Digitalizaci¨®n al Bienestar Emocional, del Chino a la Rob¨®tica, la opci¨®n m¨¢s segura para sus promotores respectivos es que se cree una nueva asignatura, a ser posible con su cuerpo especializado de profesores y con un horario definido. Este proceso inflacionario es dif¨ªcil de sostener, tanto en los horarios lectivos, que son obviamente limitados, como en t¨¦rminos del peso de las mochilas escolares (porque tambi¨¦n hacen falta textos espec¨ªficos si es posible). Un curr¨ªculum competencial supone pues una medida anti-inflacionaria bastante radical, que busca enfoques interdisciplinares y dar prioridad a la aplicaci¨®n del contenido a problemas reales y cotidianos. Va, por tanto, en contra de los intereses de todos aquellos grupos que tienen ese fuerte incentivo para mantener su lugar reconocido en el curr¨ªculum y, si les es posible, hacerlo crecer. Este es el segundo pecado, en este caso dif¨ªcilmente expiable, del curr¨ªculum competencial. Se hab¨ªa hecho con no mucho coste pol¨ªtico en la primaria, pero al topar ahora con la secundaria, la dificultad es mucho mayor.
El catastrofismo que usted ha visto en el peri¨®dico no responde a lo que ocurre en nuestras escuelas e institutos¡±
Resumiendo: a una parte de la derecha, no le gusta el curr¨ªculum competencial porque, supuestamente, condena el esfuerzo y la memoria; a una parte de la Izquierda no le gusta porque, tambi¨¦n supuestamente, sacrifica la educaci¨®n a las necesidades del mercado laboral y de los empleadores; y a una parte del profesorado (o de quienes dicen representarles) tampoco le gusta porque percibe que pierde poder e identidad profesional. Sin embargo, son miles los centros educativos en Espa?a donde la reforma competencial del curr¨ªculum se aplica desde hace a?os, en muchos casos sin utilizar ese nombre. El catastrofismo que usted ha visto en el peri¨®dico no responde a lo que ocurre en nuestras escuelas e institutos. Puede que justo por eso el colegio de sus hijos le parezca m¨¢s que aceptable.
Aprender siempre supone y supondr¨¢ un esfuerzo. La memoria es al aprendizaje lo mismo que respirar es a vivir, condici¨®n sine qua non; pero al menos usted y yo hemos hecho algo m¨¢s que respirar en nuestras vidas, ?o no? El conocimiento aplicado ha tenido siempre menos prestigio entre las ¨¦lites que el conocimiento abstracto, pero mejor acceso al mercado laboral. A usted y a m¨ª nos ha venido bien tener trabajo y todav¨ªa mejor ver que nuestros hijos tambi¨¦n pueden conseguirlo, ?verdad? Y ya otro d¨ªa hablamos m¨¢s de educaci¨®n y menos de guerras culturales.
Juan Manuel Moreno es catedr¨¢tico de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la UNED.
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