El retraso en aprobar el gran cambio en la ense?anza dispara la preocupaci¨®n en los centros: ¡°No podemos avanzar casi nada¡±
Los alumnos, a tres meses de acabar el curso, no saben qu¨¦ tipos de Bachillerato podr¨¢n elegir en su instituto. Los directores temen que la tardanza en aprobar el curr¨ªculo aumente el rechazo del profesorado hacia el nuevo sistema de aprendizaje
A tres meses del final de curso, los centros educativos desconocen la mayor¨ªa de los detalles del gran cambio en la forma de ense?ar, evaluar y organizar los cursos que empezar¨¢n a aplicar en septiembre. El retraso en la aprobaci¨®n de las normas que deben regular la transformaci¨®n (los nuevos curr¨ªculos) por parte del Gobierno y las comunidades aut¨®nomas est¨¢ haciendo crecer la preocupaci¨®n en colegios e institutos, que tienen problemas para organizarse. Los alumnos no saben qu¨¦ tipos de Bachillerato podr¨¢n elegir en sus centros el curso que viene. Y los directores temen que la tardanza, que dificulta formar al profesorado en el nuevo modelo de aprendizaje, alimente la desafecci¨®n de los docentes hacia el cambio.
A la directora Carmen Peris se le acelera la voz al hablar del tema. ¡°Tenemos paralizado el plan de transici¨®n de los alumnos que vendr¨¢n de primaria, la previsi¨®n de optativas que habr¨¢ en secundaria, las clases que dar¨¢ una parte del profesorado¡ ni siquiera sabemos qu¨¦ ramas de Bachillerato tendremos. Todo esto supone una reestructuraci¨®n del centro importante, pero de momento no podemos avanzar casi nada¡±.
Peris dirige el instituto p¨²blico de Albal, un centro grande (1.200 alumnos), con chavales de clases sociales dispares, situado en la zona m¨¢s industrial del ¨¢rea metropolitana de Valencia y relativamente nuevo. Su preocupaci¨®n es generalizada. El Gobierno solo ha aprobado las normas que regir¨¢n las etapas de infantil y primaria. Le falta publicar los decretos de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO). Y cuando lo haga, el proceso a¨²n estar¨¢ lejos de concluir, porque cada comunidad aut¨®noma deber¨¢ desarrollar su parte del curr¨ªculo, exponerlo al p¨²blico y decidir sobre las alegaciones antes de publicarlo. Como en la pr¨¢ctica llevan meses trabajando en sus textos, es posible que est¨¦n listos antes del verano. Pero algunos directores, como Olga Catas¨²s, que dirige un colegio en Cartagena (Murcia), lamentan que es muy probable que en su territorio el proceso concluya coincidiendo con el inicio del pr¨®ximo curso o incluso m¨¢s tarde.
El retraso tiene consecuencias para los planes de alumnos como Carla y Francesc, de 16 a?os, que estudian cuarto de la ESO en el instituto de Albal y no tienen claro qu¨¦ elegir el a?o que viene. ¡°No s¨¦ si hacer el Bachillerato Human¨ªstico o el de Ciencias. Me gustar¨ªa saber m¨¢s sobre el nuevo Bachillerato General, que al no ser ni uno ni otro, igual me conviene, pero de momento nos han explicado poco¡±, dice Carla despu¨¦s de salir de clase en la biblioteca del centro, habilitada como aula. Lo que m¨¢s les suena de la reforma educativa son los cambios en la selectividad, y lo que les ha llegado (que ser¨¢n ¡°ex¨¢menes menos de memorizar y m¨¢s de evaluar de forma pr¨¢ctica¡±, comenta Leire, de 15 a?os) les parece bien, aunque les inquieta la idea de ser los primeros en probar el nuevo modelo, en junio de 2024.
Esteban ?lvarez, presidente de la asociaci¨®n de directores de institutos p¨²blicos de Madrid, expone los problemas que se est¨¢ encontrando: ¡°En las reuniones informativas para el alumnado que se incorporar¨¢ el a?o que viene y sus familias, no sabemos decirles en qu¨¦ consistir¨¢ el Bachillerato o cu¨¢ntas horas tendremos de Educaci¨®n f¨ªsica o de Franc¨¦s. La nueva ley de educaci¨®n permite ahora agrupar materias en ¨¢mbitos, pero tampoco podemos informar sobre eso porque no sabemos qu¨¦ har¨¢ la Comunidad de Madrid. En realidad, no podemos informar pr¨¢cticamente de nada¡±.
Un portavoz del Ministerio de Educaci¨®n afirma que elaborar los curr¨ªculos siempre da mucho trabajo e incluye tr¨¢mites que dilatan su aprobaci¨®n, como el an¨¢lisis de miles de alegaciones y los dict¨¢menes de organismos como el Consejo de Estado. Los borradores de la parte del curr¨ªculo que redacta el Gobierno, a?ade, se conocen desde el verano, lo que ha permitido a comunidades aut¨®nomas y editoriales de libros de texto trabajar en paralelo y no deber¨ªa haber problemas para que est¨¦n listos para el pr¨®ximo curso.
El nuevo sistema de ense?anza aspira a que los alumnos adquieran m¨¢s competencias, es decir, que terminen la educaci¨®n b¨¢sica sabiendo aplicar los conocimientos que les han ense?ado. Y la tardanza en aprobarlo, advierte Pedro Huerta, secretario general de la mayor patronal de la ense?anza concertada, Escuelas Cat¨®licas, tiene un riesgo a?adido: ¡°Entre los docentes se est¨¢ generando desafecci¨®n. Un decir: ¡®Bueno, que vengan y digan lo que quieran, pero yo tengo que planificar ya mi curso¡¯. Es un problema, porque el curr¨ªculo puede estar bien explicado en un documento, pero al final quien lo tiene que aplicar es el profesorado¡±. A diferencia de lo que sucedi¨® con la aprobaci¨®n de la actual ley educativa, la organizaci¨®n que dirige Huerta apoya, en l¨ªneas generales, el curr¨ªculo elaborado por el ministerio que dirige Pilar Alegr¨ªa, en el que encuentra ¡°muchos aspectos positivos¡±.
Una de las consecuencia del retraso en rematar los curr¨ªculos es que buena parte de los territorios no est¨¢n formando al profesorado para impartirlos. Cristina Peris calcula que en su instituto un tercio de los docentes est¨¢n ¡°muy motivados¡± con el cambio, mientras que el resto son, en distinto grado, reacios o se mantienen a la expectativa. Pero la ausencia de una ¡°pedagog¨ªa¡± a tiempo sobre el nuevo sistema de ense?anza puede hacer, afirma, que el rechazo crezca y la transici¨®n al nuevo sistema se alargue m¨¢s de lo deseable. Sobre todo teniendo en cuenta que las plantillas vienen de dos a?os de sobreesfuerzo por la pandemia. Fuentes del ministerio se?alan, por su parte, que la transformaci¨®n educativa que se ha puesto en marcha necesitar¨¢ en cualquier caso tiempo para calar en la pr¨¢ctica docente.
Uno de los pocos territorios que est¨¢ formando sistem¨¢ticamente a sus profesores pese a no contar todav¨ªa con los nuevos curr¨ªculos es Navarra. Los docentes, explica Idoia Sara, jefa de secci¨®n en el Departamento de Educaci¨®n del Gobierno foral, tienen que completar obligatoriamente una formaci¨®n de 10 horas dividida en tres partes: ¡°Un conocimiento somero de los principales cambios que supone la nueva ley educativa, la Lomloe, un bloque centrado en el aprendizaje por competencias, y un tercero que incluye los cambios en la evaluaci¨®n¡±. Este ¨²ltimo punto es importante porque los nuevos decretos de curr¨ªculo hacen hincapi¨¦ en que la evaluaci¨®n debe ser continua y basarse en ¡°instrumentos variados, diversos, accesibles y adaptados a las distintas situaciones de aprendizaje¡±. Esto es, que no deben girar primordialmente en torno a los ex¨¢menes, como ha sucedido tradicionalmente. Pero convertir esa declaraci¨®n en realidad supone, sigue Sara, ¡°un reto importante¡±. ¡°El profesorado necesita que se le clarifiquen conceptos, mostr¨¢ndole los tipos y momentos de la evaluaci¨®n. Es necesario proporcionarles una formaci¨®n te¨®rica y tambi¨¦n herramientas que les permitan llevarlo adelante¡±.
Aplazamiento descartado
El Ministerio de Educaci¨®n descarta aplazar un a?o la entrada en vigor de los nuevos curr¨ªculos, como han pedido las comunidades de Madrid y Castilla y Le¨®n, gobernadas por del PP. El ministerio no se ha pronunciado sobre el anuncio realizado por Catalu?a de que dejar¨¢ en manos de los centros educativos la decisi¨®n de aplicar o no las nuevas normas el curso que viene, pero fuentes del Gobierno recuerdan que la nueva ley educativa, la Lomloe, incluye un calendario de implantaci¨®n de obligado cumplimiento, que contempla que los curr¨ªculos han de empezar a aplicarse en septiembre en los cursos impares desde primaria hasta Bachillerato y un a?o m¨¢s tarde en los pares. En infantil se implantar¨¢ en todos los niveles en septiembre.
La pr¨®rroga en la aplicaci¨®n de unos nuevos curr¨ªculos tiene un precedente cercano. En 2014, el entonces ministro del PP Jos¨¦ Ignacio Wert acept¨® retrasar los de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria y Bachillerato presionado por el conjunto de las comunidades. Fuentes auton¨®micas ven improbable que un frente as¨ª se repita, porque la mayor¨ªa de los territorios quieren derogar cuanto antes los curr¨ªculos de Wert.
A la Asociaci¨®n de Editores de Libros y Contenidos Educativos (Anele) tambi¨¦n le preocupa el retraso en la publicaci¨®n de los decretos del ministerio y el hecho de que ¡°muchas de las comunidades¡± no les hayan hecho llegar los borradores de la parte de los curr¨ªculos que les corresponde. Su presidente, Jos¨¦ Moyano, asegura, con todo, que los libros de texto y dem¨¢s recursos educativos estar¨¢n listos para el inicio del curso. ¡°Pero las cosas no se est¨¢n haciendo como se ten¨ªan que hacer en un cambio tan importante y trascendente para el pa¨ªs¡±, a?ade, ¡°sin tiempo para que los profesores lo puedan estudiar, profundizar y organizarse¡±.
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