Un rombo m¨¢s para la ense?anza de adultos
La educaci¨®n para adultos de calidad, presencial y con una oferta verdaderamente flexible, se convierte en algo prohibitivo para los que cayeron en la trampa meritocr¨¢tica
Resulta necesario rescatar la figura de Karl Polanyi (1886-1964) para entender el tenso debate ideol¨®gico actual, que se ha instalado tambi¨¦n en el terreno educativo por su enorme trascendencia social. En su ensayo La gran transformaci¨®n. Los or¨ªgenes pol¨ªticos y econ¨®micos de nuestro tiempo (1944), este pensador h¨²ngaro adelantaba una m¨¢xima que se reproduce en nuestros d¨ªas, en medio de una especie de revoluci¨®n reaccionaria que invade distintos poros de nuestra sociedad: dentro de la leg...
Resulta necesario rescatar la figura de Karl Polanyi (1886-1964) para entender el tenso debate ideol¨®gico actual, que se ha instalado tambi¨¦n en el terreno educativo por su enorme trascendencia social. En su ensayo La gran transformaci¨®n. Los or¨ªgenes pol¨ªticos y econ¨®micos de nuestro tiempo (1944), este pensador h¨²ngaro adelantaba una m¨¢xima que se reproduce en nuestros d¨ªas, en medio de una especie de revoluci¨®n reaccionaria que invade distintos poros de nuestra sociedad: dentro de la legitimaci¨®n de pr¨¢cticas sociales para reformar sistemas de dominaci¨®n y darles prevalencia, se esconde una idea de libertad ilusoria; en ella, solo existe ¡°plena libertad para aquellos cuya renta, ocio y seguridad no necesita aumentarse, y apenas una miseria de libertad para el pueblo, que en vano puede intentar hacer uso de sus derechos democr¨¢ticos para resguardarse del poder de los due?os de la propiedad¡±.
Si esos derechos democr¨¢ticos se pierden, se cercena esa capacidad del ser humano de elegir libremente. Eso es lo que ha ocurrido recientemente con la supresi¨®n del Bachillerato nocturno presencial en la Comunidad de Madrid, para implantar a cambio una modalidad de estudios semipresencial sobre la estructura de la ense?anza virtual. La medida ¡ªuna m¨¢s¡ª representa un nuevo rombo para la tan censurada pel¨ªcula de la educaci¨®n para adultos en este pa¨ªs (gran olvidada de nuestro sistema educativo), que arrastra graves carencias desde hace a?os.
Suprimir la posibilidad de seguir un modelo organizativo presencial para quien pueda compaginarlo con sus puestos de trabajo y quiera seguir form¨¢ndose porque en la juventud no tuvo la oportunidad de ello limita la riqueza que puede tener para la poblaci¨®n mayor de edad un acompa?amiento real por parte de docentes especialistas, en materias de gran complejidad cuyas dudas no pueden ser resueltas en sesiones de tutor¨ªa. Hablamos de asignaturas como Matem¨¢ticas, Filosof¨ªa, Lengua, Literatura Universal, Lat¨ªn, F¨ªsica y Qu¨ªmica o Biolog¨ªa y Geolog¨ªa. ?De qu¨¦ forma se garantiza la adquisici¨®n de sus objetivos curriculares, sus saberes y, sobre todo, el derecho a aprender de aquellas personas que pueden simultanear estudios con el mundo laboral, como muchos hicimos en nuestro tiempo, sin beneficiarse del valor de la presencialidad?
La educaci¨®n para adultos de calidad, presencial y con una oferta verdaderamente flexible ajustada a todas las necesidades, se convierte en algo prohibitivo
En el largometraje El show de Truman (1998), de Peter Weir, se presenta una distop¨ªa similar que vaticina el ascenso de la virtualidad no como fuente de progreso, sino para tapar las verg¨¹enzas culturales de una realidad colapsada por las arterias del capitalismo, donde lo que queda para el contacto f¨ªsico es aquello que es simple, vacuo, l¨ªquido o ef¨ªmero. En el filme, lo que a trav¨¦s de la pantalla es un espect¨¢culo de masas en prime time, en la vida real del protagonista es irrelevante, cotidiano. Un d¨ªa m¨¢s. A eso est¨¢ quedando relegada nuestra era si seguimos pensando que el tiempo de las m¨¢quinas, de la hiperrealidad, puede sustituir el contacto directo de una explicaci¨®n, de una lectura atenta, de un recitado, de un consejo did¨¢ctico o de un debate tem¨¢tico.
La virtualizaci¨®n de muchas formas de ense?anza sobre todo est¨¢ castigando a la educaci¨®n para adultos o postobligatoria ¡ªahora tambi¨¦n a la ense?anza de idiomas¡ª. Condenada a formatos enlatados en donde no hay un instante para detenerse a pensar o a escuchar, su desmantelamiento se ejemplifica como an¨¦cdota en algo que se narra en la novela Volver a cu¨¢ndo (2023), de la venezolana Mar¨ªa Elena Mor¨¢n. En un momento de la obra, a uno de los personajes le llega la invitaci¨®n a un curso de portugu¨¦s para extranjeros, en ¡°aulas de tres horas, dos veces por semana¡±, ante la cual se hace la siguiente reflexi¨®n: ¡°ella era m¨¢s dada a los cursos cortos, pr¨¢cticos, y hab¨ªa hecho cientos de ellos, la mayor¨ªa medio in¨²tiles¡±. Cu¨¢ntas historias de similar naturaleza podemos contar sobre el formato telem¨¢tico (est¨¢ de sobra extendido el anglicismo e-learning) al que se reduce eso que tambi¨¦n denominan de forma eufem¨ªstica aprendizaje permanente en l¨ªnea, pero que en su fondo no es sino una radiograf¨ªa de la p¨¦rdida del contacto humano, de la profundidad de una conversaci¨®n acad¨¦mica en la cercan¨ªa.
La educaci¨®n para las personas adultas trabajadoras sufre recortes que esconden una maquiav¨¦lica apuesta por disminuir el n¨²mero de docentes
En este contexto de desbordante digitalizaci¨®n, que trae tambi¨¦n ¡ªno lo niego¡ª muchos avances relevantes para la escuela, la educaci¨®n para las personas adultas trabajadoras sufre recortes que esconden una maquiav¨¦lica apuesta por disminuir el n¨²mero de docentes que atienden al estudiantado. Este modelo ofrece un sinf¨ªn de vivencias de segundas oportunidades que todos conocemos, porque las tenemos a nuestro alrededor en allegados, familiares, conocidos, amistades, o incluso en nosotros mismos.
Todos en cierta forma sabemos del relato de quien no abandon¨® y pudo terminar gracias a un Bachillerato para adultos a pesar las dificultades; sin embargo, recortando y modificando la oferta de estos estudios se limita la libertad para poder elegir para quienes prefieren esos modelos h¨ªbridos que tanto se expanden dentro del modismo centelleante de nuestra era, pero tambi¨¦n para aquellos que prefieren optar por las clases presenciales de toda la vida porque precisan de la instrucci¨®n directa y de la interacci¨®n con el docente, al menos en una parte del horario. Es un derecho dinamitado que engorda otros derechos: los de quienes, desde sus privilegios, pueden elegir un formato presencial dise?ado a su medida, porque su bolsillo se lo permite, en instituciones y centros de naturaleza privada.
Con este nuevo rombo en la parrilla televisiva de la desigualdad escolar, la educaci¨®n para adultos de calidad, presencial y con una oferta verdaderamente flexible ajustada a todas las necesidades, se convierte en algo prohibitivo para los que cayeron en la trampa meritocr¨¢tica una vez y quieren intentar levantarse por sus propios medios. Algo tan vetado como aquellos programas y pel¨ªculas en los tiempos franquistas de la televisi¨®n espa?ola, que eran sometidos a un curioso c¨®digo de regulaci¨®n con esas peque?as figuras geom¨¦tricas que aparec¨ªan en la parte superior derecha de las pantallas. En ese tiempo, estudiar, acudir a encuentros culturales o leer eran tambi¨¦n art¨ªculos prohibitivos, muchas veces s¨®lo al alcance de las ¨¦lites.
Total, un rombo m¨¢s. Un nuevo tanto esta eliminaci¨®n para catapultar todav¨ªa m¨¢s hacia el podio a este tiempo de la inmediatez cibern¨¦tica donde no hay un instante para detenerse. Un futuro que es ya ese presente irrefrenable que anunciaba Ray Bradbury en Fahrenheit 451 (1953): ¡°la mente del hombre gira tan aprisa a impulsos de los editores, explotadores y locutores que la fuerza centr¨ªfuga elimina todo pensamiento innecesario, origen de una p¨¦rdida de valioso tiempo¡±.
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