C¨®mo preparar los colegios para unos veranos cada vez m¨¢s largos
Los episodios de altas temperaturas, como el que ha llevado a la suspensi¨®n de clases en Canarias, van a ser cada vez m¨¢s frecuentes fuera de las vacaciones de verano. Y Espa?a afronta ese desaf¨ªo con unas instalaciones poco adecuadas
La suspensi¨®n de las clases en Canarias debido a las altas temperaturas en pleno mes de octubre ha llamado la atenci¨®n sobre uno de los elefantes que hay en medio de la habitaci¨®n del sistema educativo: la falta de preparaci¨®n de colegios e institutos para hacer frente al aumento de las temperaturas que ya se ha producido y, seg¨²n todos los indicios, ...
La suspensi¨®n de las clases en Canarias debido a las altas temperaturas en pleno mes de octubre ha llamado la atenci¨®n sobre uno de los elefantes que hay en medio de la habitaci¨®n del sistema educativo: la falta de preparaci¨®n de colegios e institutos para hacer frente al aumento de las temperaturas que ya se ha producido y, seg¨²n todos los indicios, ir¨¢ a m¨¢s en los pr¨®ximos a?os. La justificaci¨®n hist¨®rica para que los centros de ense?anza carezcan de climatizaci¨®n es que, gracias a las vacaciones de verano, no hay clases en los meses de calor. Pero ese razonamiento resulta cada vez m¨¢s insuficiente. ¡°El verano se ha alargado, y le est¨¢ comiendo terreno tanto a la primavera como al oto?o. Y lo m¨¢s probable es que los episodios c¨¢lidos, tanto a finales como a principios de curso, es decir, en junio y septiembre, o incluso en octubre en Canarias, se repitan y sean cada vez m¨¢s frecuentes en Espa?a en un escenario de calentamiento claro¡±, afirma el meteor¨®logo Rub¨¦n del Campo, portavoz de Aemet. Los cerca de 321.000 alumnos canarios, de infantil hasta bachillerato, que se quedaron sin clases el mi¨¦rcoles y volver¨¢n a quedarse en casa el viernes, ponen de manifiesto la gravedad del asunto.
?C¨®mo de preparados est¨¢n los centros educativos para el aumento del calor?
En un sistema educativo descentralizado como el espa?ol, no existe un registro sobre qu¨¦ porcentaje de centros educativos cuentan con climatizaci¨®n. Tampoco existe buena informaci¨®n a escala regional. En Andaluc¨ªa, la ¡°ley para la mejora de las condiciones t¨¦rmicas y ambientales de los centros educativos¡±, aprobada en 2020, contempla como una de las primeras medidas la ejecuci¨®n de dicha radiograf¨ªa, pero da para ello un plazo de seis a?os. Responsables educativos, docentes y representantes de familias consultados por este peri¨®dico coinciden, en todo caso, en que solo una peque?a parte de colegios e institutos dispone de aire acondicionado en la mayor parte de sus aulas. ¡°Si en vez de alumnos y profesores lo que tuvi¨¦ramos fuera otro tipo de personal, esto ya se hubiera denunciado a salud laboral por las condiciones de calor, y en ocasiones de fr¨ªo, a las que se ven expuestos. En secundaria pueden estar hasta siete horas en un aula que algunos d¨ªas alcanza f¨¢cilmente 30 grados¡±, lamenta Mar¨ªa Capell¨¢n, presidenta de Ceapa, la principal confederaci¨®n de familias espa?ola.
Las asociaciones de familias tambi¨¦n critican que, con frecuencia, los protocolos para hacer frente a las olas de calor en las escuelas son muy vagas (el de Madrid, por ejemplo, recomendaba ¡°evitar la radiaci¨®n solar directa¡±) y a coste cero, o implican, como en el caso del de Andaluc¨ªa que ahora quiere imitar Canarias, que los ni?os salgan antes de clase, lo cual, denuncian las Ampas, supone simplemente trasladar los problemas a los progenitores.
?Qu¨¦ administraci¨®n tiene competencias?
Las competencias en materia educativa est¨¢n repartidas entre el Gobierno, las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos, lo cual, en lo que respecta a las inversiones en adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, ha hecho que ninguna administraci¨®n haya acabado de asumirla del todo, y se avance mediante iniciativas aisladas. El Ministerio de Educaci¨®n anunci¨® en verano de 2022 un plan de 200 millones de euros para tal fin, aprovechando los fondos europeos de recuperaci¨®n, del que seg¨²n los ¨²ltimos datos de que dispone el departamento, de abril, solo se han asignado 110 millones. Una cantidad que resulta muy reducida si se tiene en cuenta que en Espa?a existen unos 19.200 centros p¨²blicos (24.600 si se incluyen los privados concertados). Entre las autonom¨ªas (que son las principales responsables de sufragar las infraestructuras educativas) puede servir de referencia el caso de Andaluc¨ªa, que tiene en marcha un programa de 141 millones de euros para efectuar actuaciones en 454 centros educativos. Y a nivel local, el de Barcelona, cuyo ayuntamiento anunci¨® el mes pasado un plan para climatizar 171 escuelas e institutos en un plazo de cinco a?os por importe de 100 millones de euros, que provendr¨¢n en parte de los ingresos generados por la tasa tur¨ªstica.
La situaci¨®n de las infraestructuras educativas espa?olas todav¨ªa acusa el mazazo de la crisis financiera de 2008: en la d¨¦cada que la sigui¨®, la inversi¨®n cay¨® a la mitad, seg¨²n un c¨¢lculo publicado por el Ivie. Unos recortes que hicieron acumularse las carencias y retrasaron la adaptaci¨®n ante el cambio clim¨¢tico.
?Construir centros o reformar los existentes?
Los centros de nueva construcci¨®n, afirma V¨ªctor Garcia, que fue hasta junio director general de infraestructuras educativas de la Generalitat valenciana, son m¨¢s sostenibles porque ya han incluido, al menos en su territorio, entre otros elementos, ¡°una orientaci¨®n determinada dentro de las parcelas para que no est¨¦n expuestos a tanta insolaci¨®n directa en las fachadas donde hay aulas, instalaci¨®n de toldos, mejoras en el aislamiento t¨¦rmico, patios con m¨¢s ¨¢rboles y menos hormig¨®n, que absorben calor y lo irradian a los edificios¡¡±. Debido a la prolongada ca¨ªda de la natalidad, que est¨¢ dejando muchas instalaciones escolares vac¨ªas, la adaptaci¨®n al aumento de las temperaturas solo va a provenir, sin embargo, en un grado muy limitado de las escuelas e institutos nuevos. Y junto a ellos hay miles de centros educativos ya erigidos mal orientados, con aislamientos deficientes o ventanales enormes, falta de ventilaci¨®n cruzada, y patios sin rastro de sombra que son caros de rehabilitar.
?Qui¨¦n paga las facturas?
El reparto competencial educativo tiene elementos peculiares. Por ejemplo, la factura de la luz, que es relevante en el caso de la instalaci¨®n de aires acondicionados, los paga, en el caso de los institutos p¨²blicos las comunidades aut¨®nomas ¡ªen la pr¨¢ctica, cada centro, con el presupuesto que se le asigna¡ª. En el caso de los colegios, en cambio, los recibos los pagan los ayuntamientos. Teresa Pablo, pedagoga y portavoz de la plataforma de Ampas Escuelas de Calor, que impuls¨® la ley de bioclimatizaci¨®n escolar de Andaluc¨ªa, asegura que en su comunidad aut¨®noma la instalaci¨®n de aires acondicionados, en la minor¨ªa de centros que disponen de ellos, ha sido sufragada tradicionalmente por las familias. ¡°Poco a poco, mediante t¨®mbolas, fiestas y cuotas extra han ido climatizando sus centros. Un a?o lo han puesto en tres aulas, al siguiente en otras dos, y as¨ª¡±. Esto, afirma, ha generado entre otras cosas un aumento de la desigualdad que afecta a la matr¨ªcula de las escuelas. ¡°Si en el barrio hay dos colegios, uno con climatizaci¨®n y otro sin ella, las familias prefieren l¨®gicamente el primero¡±. Tambi¨¦n ha generado una brecha entre etapas. En los centros de infantil y primaria, prosigue Pablo, los ayuntamientos suelen asumir sin m¨¢s el aumento de la factura el¨¦ctrica derivado de los aparatos de aire acondicionado pagados por padres y madres. Pero los institutos, en cambio, ¡°no pueden hacerlo porque el coste se les dispara¡±, as¨ª que no llegan a instalarse.
?Es el aire acondicionado la soluci¨®n?
El impacto en la factura de la luz, admite el ex director general de infraestructuras educativas valenciano, ha sido tradicionalmente un gran obst¨¢culo a la hora de instalar sistemas de climatizaci¨®n. Garcia asegura, sin embargo, que el descenso del coste de las placas solares y la mejora de su rendimiento que se ha producido en los ¨²ltimos a?os ha cambiado el panorama. Y que cubrir los tejados con placas solares permite ahora no solo la climatizaci¨®n de los centros de nueva construcci¨®n, sino plantearse, como hizo la Generalitat valenciana poco antes de que cambiara el color de su gobierno, dise?ar un plan para extenderla a todos los centros p¨²blicos.
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