As¨ª puede convertirse un colegio en un espacio m¨¢s fresco sin usar aire acondicionado

Silvia recibi¨® el viernes una llamada para que fuera a recoger a su hijo al colegio de Madrid en el que estudia primaria porque le dol¨ªa mucho la barriga. ¡°Es posible que fuera un virus, porque ten¨ªa compa?eros que tambi¨¦n estaban malos. Pero cuando he llegado a la clase he visto que hac¨ªa much¨ªsimo calor. Los ni?os estaban de verdad asados. Con esa temperatura no me extra?a que se encuentren mal¡±, cuenta. La temprana ola de calor que barre la Pen¨ªnsula est¨¢ provocando que numerosos ni?os y adolescentes sufran mareos y desmayos, y ha levantado protestas de familias y profesorado desde Andaluc¨ªa a Catalu?a. En Madrid, CC OO ha presentado una denuncia ante la Inspecci¨®n de Trabajo tras recibir ¡°cientos¡± de quejas durante la semana. Las previsiones indican que el cambio clim¨¢tico har¨¢ que las olas de calor sofocante sean m¨¢s frecuentes e intensas. Un horizonte ante el que expertos y representantes de la comunidad educativa reclaman un plan para adaptar los centros educativos a la nueva realidad, as¨ª como flexibilidad para tomar medidas urgentes cuando sea necesario.

Instalar sistemas de aire acondicionado de forma permanente, coinciden las fuentes consultadas, debe reservarse como ¨²ltimo recurso, para el caso de que las soluciones arquitect¨®nicas que no implican un consumo energ¨¦tico sostenido fallen.

En Espa?a hay unos 30.000 centros educativos p¨²blicos y privados. Y de entrada, afirma Marta Vall, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a, deben hacerse ¡°estudios detallados de las necesidades centro por centro¡±, porque cada uno es diferente y el problema del calor var¨ªa mucho de unas zonas a otras, incluso dentro las mismas comunidades aut¨®nomas. ¡°A veces, las mejoras no son tan caras de realizar, pero teniendo en cuenta el n¨²mero de centros educativos, se trata de un proyecto de gran envergadura¡±, a?ade. Construir los colegios de forma que soporten mejor las olas de calor y otros fen¨®menos clim¨¢ticos extremos es clave. El arquitecto David Baena, que ha dise?ado varios, cree que las exigencias que imponen al respecto las Administraciones no son suficientes, aunque han aumentado en los ¨²ltimos a?os. Los nuevos centros educativos no van, en todo caso, a solucionar el problema. La fuerte ca¨ªda de alumnado como consecuencia del descenso de la natalidad hace prever que, con excepciones en algunas zonas, las instalaciones escolares van a tender a sobrar. Las actuaciones deben pasar, por tanto, por actuar prioritariamente sobre los que existen, afirman ambos arquitectos.

La reciente actuaci¨®n realizada en 11 escuelas de Barcelona re¨²ne casi todos los elementos que recetan las fuentes consultadas. La iniciativa del Ayuntamiento, iniciada en 2019 y financiada con fondos europeos, tom¨® colegios ya construidos para rehabilitarlos y adaptarlos al cambio clim¨¢tico. En los patios se sustituy¨® parte del cemento que lo cubr¨ªa por zonas de tierra y suelos m¨¢s verdes que al retener la humedad resultan m¨¢s frescos. Se a?adieron sombras, mediante vegetaci¨®n y p¨¦rgolas fotovoltaicas. Y se instalaron puntos de agua para que los ni?os pudieran refrescarse. Dentro de los edificios se actu¨® sobre todo en las fachadas, aisl¨¢ndolas t¨¦rmicamente e instalando protecciones solares, como toldos, porches y persianas, adem¨¢s de mejorar la ventilaci¨®n cruzada de las aulas para que corriera m¨¢s aire.

El an¨¢lisis del efecto en la temperatura y la calidad del aire de las escuelas todav¨ªa no se ha presentado, pero seg¨²n Irma Ventanyol, directora de la Oficina de Cambio Clim¨¢tico y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, los primeros datos son positivos ¡°y las escuelas donde se ha intervenido est¨¢n muy contentas¡±. Los patios de los colegios se utilizan ahora, adem¨¢s, los fines de semana de julio y agosto, como ¡°refugios clim¨¢ticos¡± abiertos al vecindario (entre semana no, porque los colegios barceloneses acogen esos meses escuelas de verano para los ni?os). Irma Ventanyol, bi¨®loga especializada en ingenier¨ªa y gesti¨®n ambiental, a?ade que en ninguno de los centros se han instalado aires acondicionados. ¡°Si tienes un edificio muy mal aislado, necesitar¨ªas un consumo energ¨¦tico enorme para contrarrestarlo as¨ª. Lo primero que hay que hacer es rehabilitar energ¨¦ticamente el edificio. Y si aun as¨ª no se consigue una confortabilidad t¨¦rmica interior, es cuando habr¨ªa que plantearse otro tipo de soluciones activas, que es como se llama a las que consumen energ¨ªa¡±, afirma.

Guardar el aire acondicionado como ¨²ltima bala es recomendable, coinciden las fuentes, porque generalizar su uso agravar¨ªa la crisis clim¨¢tica y de energ¨ªa que vive el pa¨ªs. Y tambi¨¦n, afirma Camilo Jen¨¦, portavoz de la federaci¨®n de familias de alumnos Giner de los R¨ªos de Madrid, porque la escuela es un lugar importante para inculcar una conciencia de la sostenibilidad en los chavales.

El ejemplo de Barcelona tambi¨¦n puede servir como orientaci¨®n econ¨®mica del reto que supone adaptar las escuelas. Actuar en los 11 colegios barceloneses cost¨® cinco millones de euros. Extrapolando esa cifra (que incluye una parte de investigaci¨®n sobre los resultados y un proyecto pedag¨®gico entre el alumnado), intervenir en el 15% de los centros espa?oles costar¨ªa unos 2.000 millones de euros. El portavoz de la federaci¨®n de familias de Madrid cree que, dada la magnitud del problema, deber¨ªa aprovecharse el fondo de recuperaci¨®n europeo para impulsar esta renovaci¨®n escolar.

?Cambiar el calendario escolar?

?Hay que cambiar tambi¨¦n la jornada o el calendario escolar? El secretario de ense?anza de CC OO, Francisco Garc¨ªa, cree que es un debate que hay que tener, pero que no ha llegado el momento de tomar decisiones generales, porque aunque las olas de calor van en aumento, no todos los a?os se producen en las mismas fechas. ¡°Lo que s¨ª tenemos que hacer es estar preparados para actuar con flexibilidad. Y si un a?o viene una ola de calor como la actual y todav¨ªa no ha dado tiempo para adaptar los centros, puedan tomarse r¨¢pidamente medidas para modificar la jornada o incluso para decidir que alumnos y profesores se queden un par de d¨ªas en casa y se pase a la docencia online¡±.

En tanto llega la adaptaci¨®n, el pediatra Quique Bassat considera que las administraciones educativas y los centros tambi¨¦n pueden tomar medidas b¨¢sicas, como alterar el horario de las clases, evitando que las sesiones de Educaci¨®n f¨ªsica tengan lugar avanzada la ma?ana, aumentar en lo posible la ventilaci¨®n y procurando que los alumnos beban un trago de agua cada m¨¢s o menos media hora.

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