Archivada la denuncia contra Guerra por llamar "maripos¨®n" a Rajoy
El Supremo considera que la palabra es polis¨¦mica y no puede ser equiparada a "maric¨®n"
No se puede equiparar el t¨¦rmino "maripos¨®n" con "maric¨®n". Este ha sido el razonamiento esgrimido hoy por el Tribunal Supremo para archivar una denuncia presentada por la Plataforma Popular Gay contra el diputado socialista Alfonso Guerra, quien dijo que el secretario general de PP, Mariano Rajoy, era "un poco maripos¨®n". El alto tribunal concluye que, por lo tanto, el denunciado no ha incurrido en los delitos de injurias y de provocaci¨®n por raz¨®n de orientaci¨®n sexual, tal y como denunciaba el presidente de la citada Plataforma, Carlos Alberto Biendicho.
Los hechos denunciados se produjeron el pasado 31 de agosto en el marco de un acto convocado por el sindicato minero SOMA-UGT en Rodiezmo (Le¨®n) cuando Guerra subi¨® a la tribuna y comenz¨® su alocuci¨®n diciendo textualmente: "Rajoy es un poco maripos¨®n". El ex vicepresidente del Gobierno "esper¨® en silencio, hasta que oy¨® la carcajada general", afirma el Supremo en su auto.
Biendicho entendi¨® que "el t¨¦rmino maripos¨®n en el diccionario de la Real Academia, en su ¨²ltima edici¨®n, es hombre afeminado u homosexual y que de esta forma el denunciado -Alfonso Guerra-, bajo el pretexto de la broma, insulta, utilizando de forma despectiva, la orientaci¨®n sexual de millones de espa?oles". Sin embargo, el tribunal estima que Biendicho parte de una cuestionable equiparaci¨®n de los t¨¦rminos "maripos¨®n" y "maric¨®n" (hombre afeminado u homosexual), cuya imputaci¨®n considera como un "insulto grosero us¨¢ndolo con significado preciso".
Espontaneidad y libertad de expresi¨®n
El Alto Tribunal dice que "desde el punto de vista sem¨¢ntico, el t¨¦rmino maripos¨®n es polis¨¦mico (galanteador, vers¨¢til, persona que anda insistentemente en torno de alguien, persona inconstante en aficiones o amores), directamente relacionado con el verbo mariposear y que, por tanto, la equiparaci¨®n "no deja de ser una interpretaci¨®n y un juicio de intenciones m¨¢s o menos discutible y, en principio, poco id¨®nea para una imputaci¨®n delictiva".
El Supremo tambi¨¦n analiza la ocasi¨®n y circunstancia en la que fue pronunciada la citada frase, un "acto multitudinario convocado por un sindicato", y dice que no se trat¨®, por lo tanto, de "ning¨²n acto acad¨¦mico, en el que el conferenciante cuida con esmero su l¨¦xico". Adem¨¢s "este tipo de intervenciones han de ser valoradas desde las coordenadas de la espontaneidad y de la lucha pol¨ªtico-social".
Finalmente, el auto considera que no se puede ignorar que Alfonso Guerra es un diputado del Congreso "cuyas intervenciones p¨²blicas no pueden menos de ser valoradas desde la perspectiva de la amplia libertad de expresi¨®n que la Constituci¨®n reconoce a todas las personas y, de modo especial, a los parlamentarios".
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